~Capítulo 9~ Verdades relevadas

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—¿¡Por qué estoy desnuda!?

Grité, sentándome en la cama desesperada. Estoy prácticamente sin ropa. ¿¡Pero qué pasó!?

Gohan abrió sus ojos rápidamente y giró su cabeza para verme. Antes de que pudiera observar mi cuerpo, me tapé con las sábanas.

Gohan removió la cabeza, sentándose también en su cama y viendo a la pared detrás mía.

—Punto 1: No estás desnuda, tienes ropa interior.

—¡ES LO MISMO! —rugí con las manos hechas puño.

Entrecerró los ojos, ahora viéndome.

—Punto 2: Te encontré en el baño, desmayada. Y como estabas únicamente con eso, pues, pensé que sería mejor dejarte así.

Ya recuerdo, había escuchado nuevamente voces.

Aunque en seguida me levanté desprendiendo fuego y dándole un golpe en la nuca con todas mis fuerzas.

—¿¡Por qué me golpeas!?

—¿¡Querías dejarme en ropa interior para verme!?

Negó con la cabeza efusivamente, con su vista en otro lugar, completamente avergonzado.

Me tapé sin éxito con las manos, ya que prácticamente me encontraba al descubierto frente a él y empecé a recorrer toda la habitación con la mirada. Mi ropa. ¿Dónde está?

—¡Cierra los ojos! —dije, corriendo al baño. Seguramente allí estaría. Hizo caso a mi orden y cerró los ojos poniendo sus manos sobre ellos.

Qué vergüenza... juraría que parezco tomate ahora mismo.

Cuando tomé la perilla de la puerta para abrirla, se escucharon unos pasos desde la entrada.

Estaba Goten.

¿Pero qué hace despierto tan temprano?

Mi desesperación llegó a su límite. Como Gohan no nos veía, tendría que idear un plan para que su hermano no fuera descubierto por él.

Sin embargo, fácilmente podría captar el ki.

Volteé discretamente a verlo, parecía no haberse dado cuenta.

Es verdad, el ki de Goten ahora está completamente nulo.

Este chico es muy hábil.

Además, me acaba de ver en ropa interior frente a Gohan.

Al menos escogí ropa que combine...

Pero ese no es el caso, me acerqué a Goten mientras ponía mi dedo índice en los labios para mostrarle que guardara silencio.

Él, confundido, me preguntó en un susurro.

—¿Por qué llevas tan poca ropa?

—Te lo explicaré después —hablé muy bajo, viendo discretamente el pasillo—. Ahora necesito que salgas sin hacer ruido. Como un ninja, ¿entiendes?

Asintió, con una sonrisa y se alejó felizmente desapareciendo conforme avanzaba.

Volteé a Gohan, seguía sin ver nada. Corrí al baño y cerré la puerta como si mi vida dependiera de ello.

Ya, él... me gustaba, pero... no me sentía cómoda de esta manera.

Cogí mi ropa y la olorocé. ¡Puaj! Estaba con un mugriento olor a sudor, pues claro, ayer entrené.

¿Y ahora qué hago?

Recorrí el lugar con la mirada y mi mente hizo click al ver una toalla larga. Me la pondría y buscaría mi ropa rápidamente.

With you, here - Gohan y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora