Capítulo I

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Me teletransporté, estoy seguro, de otro modo no veo cómo llegué del bar a la suavidad de mi cama King size con almohadas de pluma y sábanas blancas (para ocultar todo rastro de; bueno, ya saben de qué). Estoy desnudo, no tengo que estar tan despierto para darme cuenta de eso, los pijamas de hombres aburridos no son lo mío, como digo: piel con piel es siempre mejor.

Traté de girar y mi intensión quedó ahí cuando sentí algo peludo en el pecho. Miré hacia abajo y vi un intento de cabello rubio con raíces negras durmiendo sobre mí. Lo aparté y él gimoteó. Sí, dije él, ¿Y qué? Da igual, el punto es, que en algún momento, entre whisky y whisky perdí la razón pero eso activó mi mecanismo de sobrevivencia y de seguro volví en modo zombie. Ya me veo caminando con los pies arrastrados, los brazos extendidos, mis ojos desorbitados por las calles, asustando a las personas 'Arg, te voy a comer...'; sí, también me fumé un pito y aspiré una línea ¡¿Y qué, joder?! Si quieres ir por el paquete completo hazlo de una vez y ya.

La cabeza me duele como la puta y me arde la nariz, ¿Qué mierda aspiré? Seguramente algo mezclado con harina y polvos de talco para el culo de un bebé, después de todo, era demasiado bueno que estuviera tan barata. Menudo imbécil el que me la ofreció.

Y ese es el imbécil que ahora se me acerca y hace el amago de abrazarme para seguir durmiendo. Se llama Ren, es unos cuantos años menor que yo. De hecho, dudo que sea mayor de edad, pero tiene buen culo y aguante, y eso es lo que importa. Lo conocí hace un año en el 'Billi's' el bar que frecuento; se me acercó a la mesa una noche cualquiera, me coqueteó y me llevó al baño donde me la chupó hasta que me corrí en su boca. Después de eso cuando nos veíamos, teníamos sexo en las cabinas y luego yo me iba; no habían preguntas ni detalles personales, solo era besarnos y follar, ni siquiera recuerdo si en algún momento lo desnudé por completo. No, creo que no lo hice nunca, después de todo, siempre hay que ir al grano y el de mi pene, era su culo.

Pero tampoco sé exactamente cuándo fue que empezamos a hacerlo en mi departamento.

Yo separo bien las cosas; el trabajo en la oficina, el sexo en cualquier parte y mi privacidad en casa. Sabía que, al primer chico que dejase entrar en casa, también dejaría entrar las preguntas personales, las visitas de fin de semana y toda esa mierda que hacen las parejas normales. No soy normal. En casa me gusta estar solo, beber tranquilo, fumar en la sala, masturbarme y pasearme desnudo cuando no quiero usar ropa; una segunda persona sería, molesto. De hecho, todo el mundo me molesta; a excepción de Jonghyun que es una molestia necesaria pero eso es porque somos amigos.

- Uhm, vuelve a dormir amor... - ¿Amor, en serio? ¿Ahora comprenden por qué odio traer el sexo a casa? Lo moví brusco y Ren se quejó, despertándose para medio sentarse en la cama - ¡Pero qué bruto!

- Sí, como sea, toma tu mierda y ándate

- ¿Así será? ¿Me traes a tu casa, me follas y luego me hechas? ¿Qué será después, me pagarás?

- ¿Tienes una cuenta para depositarte?

- ¡Eres un bastardo!

Eso lo hizo enojar; si aquello significaba levantarse rápido y empezar a buscar su ropa, entonces sí, Ren estaba muy enojado porque hizo todo en una fracción de segundos que yo disfruté para mirarle el culo de nuevo. Je.

- ¡Debí hacerles caso, me advirtieron de cómo eras!

- Si lo hicieron, ¿Entonces para que me restregaste tu culo en la cara en primer lugar? Además, no me digas que después de un año de estar follando recién te has dado cuenta de cómo soy...

[ La Herencia ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora