CAPITULO 18- A QUE NO ME DEJAS

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NARRADOR EN TERCERA PERSONA

Al decir eso Guillermo todos quedaron callados, los chicos se miraron los unos a los otros asombrados, nadie se atrevía a decir nada, mientras escuchaban él tremendo relato sin perder el hilo.

- Tenemos que volver a la casa, al internado o a donde sea... hay algo que se nos ha escapado –Guillermo continuó su relato- nuestros padres se conocían, antes de dejarnos en el internado, nuestros padres no nos dejaron allí de una forma casual, teníamos todos que encontrarnos... en todos aparece un nombre común Laura del Castillo, la directora del colegio y en todos los casos nuestros padres la conocían de antes – todos se miraron los unos a los otros, pero la cara de una persona cambió al escuchar ese nombre, la conocía, claro que la conocía, como no le iba a sonar ese nombre si era su madre-

- Guillermo, creo que se nos ha ido la pinza a todos, que por buscar pistas de algo que ni sabemos realmente si ha pasado, se nos ha ido todo de las manos, estábamos buscando y viendo cosas irreales – Alfonso tomó la palabra e intentó explicarle la situación a Lucía que la veía desubicada- Lucía, esos papeles son porque creemos, tenemos una sospecha de que los padres de Calum están vivos... buscamos alguna pista por una sospecha que tuvimos en el internado... es cierto que a nosotros nos trataban mal todos los profesores, pero no creo que ni Laura, ni mucho menos nuestros padres tengan algo que ver en esto –Alfonso continuó, pero Lucía seguía desencajada-

- ¿Laura del Castillo? –preguntó Lucía- esa mujer es mi madre... y jamás me dijo que era directora de ningún centro, no puede ser ella –dijo levantándose del sofá-

- ¿Cómo? –preguntó Jesús- ¿tu madre directora del centro donde estábamos nosotros- se quedo asombrado y sin saber cómo continuar- definitivamente debemos investigar Guillermo lleva razón, esta misma noche volvemos a esa casa, allí está la respuesta, algo se nos habrá pasado, es la casa de uno de los profesores, la mano derecha de Laura, en el internado había muchos papeles perdidos... nuestros expedientes desaparecieron... es como si nuestros padres no nos hubieran dejado allí-

- Me llevo a mi cuarto a los niños, si necesitáis algo estoy allí –dijo Lucía mientras los chicos se ponían de acuerdo para volver a esa casa esta misma noche-

NARRA LUCIA.

No creía lo que estaba pasando, lo que me contó Álvaro era real, mi madre, me ocultaba cosas, recordé las palabras que mi novio, si todavía lo puedo llamar así, la última vez que hablé con él, si mi madre era capaz de intentar quitarme lo que era mío era capaz de todo esto... pero me tenía que despejar, no podía seguir pensando en eso, sino mi cabeza explotaría, los bebés se quedaron dormidos y me di cuenta de que Ethan no tenía su chupete allí, seguramente Calum se lo habría llevado al cuarto de Daniel con el resto de cosas y aprovechando que estaban dormidos me dispuse a ir a buscarlo.

Entré al cuarto de Daniel, él en el baño, estaba cantando, a que no me dejas, esa canción de Alejandro Sanz era de mis favoritas, no sabía que cantaba tan bien, busqué a ver donde había puesto, el chupete de repuesto de los gemelos por si se despertaban, y él abrió la puerta, dejando ver a un Daniel mojado, con el pelo revuelto, envuelto en una toalla, estaba guapísimo, creo que ahora mismo con la baba que se me debe estar cayendo de la boca podría montar un parque de atracciones. Se estaba preparando ya, para volver a la casa, a esa casa a la que fueron el día que me encontraron. Nuestras miradas se cruzaron, no podía articular palabra con lo que tenía delante, creo que era muy normal, sus pectorales, su tableta, sus piernas, y otras partes del cuerpo que la toalla remarcaban, y que ahora mismo no estaba en disposición de enumerar, con sigilo se acercó a un reproductor de música que tenía a su lado, y empezó a sonar esa misma canción que él hace unos segundos estaba interpretando.

- Daniel estás loco, estás solo con una toalla, como se te caiga... -amenacé pero él no me dejó continuar, poniendo su mano sobre mi boca, su olor era seductor, miré de reojo su mano, antes de contemplar otra vez su fornido cuerpo, todo en él era perfecto, era un adonis, un dios griego del que caería rendida una y otra vez hasta perder el sentido, se pegaba a mí cada vez más y yo solo era capaz de ponerme nerviosa, porque un lado de mi cuerpo pedía que se alejara, otro pedía que me tocara, que con un solo roce caería ante sus pies, gentilmente me cogió mi mano, con su mano libre, para empezar a juguetear con mis dedos-

- Si se me cayera disfrutarías de las vistas, eres la primera que me escucha cantar, y créeme que eso ahora mismo es lo que menos me importa, ven baila conmigo – de repente se pegó más aun de lo que antes estaba, y empezó a moverse al ritmo de la música, mientras la música sonaba, al final acabé accediendo, realmente mi cuerpo, toda yo quería, deseaba esto, apoyé su cabeza en su hombro, mientras movíamos los pies al compás de la música, el apoyo su boca en mi oído para lentamente empezar a susurrarme la canción- "Y a que no me dejas, A que te enamoro una vez más antes de que llegues a la puerta A que no... a que no me dejas, No importa porque ya hemos perdido los dos... Y a que no me dejas a que hago que se caigan las murallas de tu pena A que te beso y te entregas, sin que ni siquiera te des cuenta Si quieres apostamos corazón... A que no me sueñas, te lo digo 43 veces, a que no me sueñas A que te beso y te entregas, que tú no puedes olvidarme, corazón... Pero es que eso es así, a que no me dejas... A que aunque tú quieres, mira niña, no me dejas"... – su voz era ronca, seductora, sus ojos lujuriosos iba paseando su boca mientras cantaba lentamente de mi oreja hasta la boca para terminar de cantarla justo en mi boca, la una pegada a la otra, a menos de un centímetro de distancia, la una casi pegada a la otra, mientras la música seguía sonando de fondo, sus ojos me decían bésame pronto, se lo notaba en su mirada, pegó mi frente a la suya acortando aún así más las distancias de nuestros cuerpos y esta vez sí, nos abalanzamos los dos poco a poco, el uno con el otro para fundirnos así en uno, ni mis labios ni los suyos se querían separar, parecía que estaban hechos el uno para el otro, encajaban perfectamente, su boca con la mía, juraría que después de tantos segundos algunos de los dos quedaría sin aire, pero no, ambos seguíamos pegados el uno al otro y sin intención de separarse-

- Lo siento –me despegué de él aunque mi cuerpo suplicaba que no lo hiciese, que cayéramos rendidos en la cama para no volvernos a separar jamás- esto no debía haber pasado, yo solo –intenté tomar aire de nuevo, su beso me había dejado aturdida, intenté contener mis lagrimas- Daniel, estoy confundida –suspiré profundamente- yo solo había venido a por un chupete para Ethan, y los chicos estarán esperando para iros – me di media vuelta para irme- pero vuelve, ten cuidado y vuelve –susurré lo suficientemente alto para que él me escuchase-

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MUCHO SALSEO LO SE.... me vais a querer matar tambien, pero no me digais que ese momentazo de Daniel no ha sido precioso... lo quería hacer especial y creo que así lo ha sido con Dani cantando a que no me dejas... madre miaaaaaa yo creo que ya se ven las intenciones.... misterio y salseo en este capitulo no os quejareis lo tiene todooooooooooooo... GRACIAS POR VOTOS COMENTS Y TODOOO GRACIAS.... 

RUN. NO MIRES ATRÁS. (gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora