NARRA LUCIA.
Mientras todos celebraban lo que ponía en el predictor de embarazo, yo no dejaba de pensar en lo que me había dicho Dani, había vuelto... ella había vuelto, cuando todo parecía más tranquilo de sopetón y sin previo aviso vuelve su primer amor, la chica que más quiso antes de mí, esa que le hizo llegar a cometer locuras y a comportarse como un verdadero idiota, esa a la que besaron los mismos labios que dicen ahora que me ama, a la misma a la que dijo que era lo mejor de su vida y a la que tocó las mismas manos que ahora lo hacen con mi cuerpo. Estaba celosa, sí, lo reconocía me aterrada la idea de lo que me pudiese contar, de lo que le hubiese dicho o hecho, miles de imágenes de mi novio con esa... guarra, porque no tiene otro nombre, sobrevuelan sobre mi cabeza, estoy segura de lo que le ha dicho, te quiero, lo siento, no quise hacerlo, me obligaron, porque todas dicen lo mismo, ¿lo habrá besado? ¿La habrá tocado con las mismas manos que a mí me toca? ¿Se la habrá creído? Estar en esta incertidumbre me mata, mi cabeza me pide confianza, me quiere, pero en ella no tengo confianza, y si lo convence, y si la llama del pasado se enciende, porque dice el refrán que donde hubo fuego quedan rescoldos, y en el tengo confianza y lo quiero, pero como esa puerca se atreva a algo con mi novio prometo que barro todo el pueblo con su cabeza como escoba, quizás debería de dejar de tener esos pensamientos, estoy al borde de la lagrima y mientras que todos celebran el embarazo de mi amiga Abbie, yo estoy apartada, casi llorando, Daniel, mi Daniel, solo me ha dicho que ha vuelto y lo ha chantajeado, nada más.
Me senté en el sofá, mientras Jesús feliz cogía una botella de refresco y empezaba a echar refresco a todos los presentes, como si fuera el barman de la sala, Abbie, volvía a mirar por duodécima vez el cacharrito ese que le había confirmado su embarazo, mientras que en el otro extremo Calum y Ariadna se besaban con pasión como lo que son dos recién enamorados y mientras que las chicas bailaban con sus respectivos novios la música que Jesús ponía en el reproductor de música, Daniel a su vez estaba apoyado en la mesa preparándole el biberón a los niños, de vez en cuando me miraba y me lanzaba alguna sonrisilla y ponía su boca en forma de lanzarme un beso y yo respondía desganada, ¿con que lo habrá chantajeado? Mi mente no podía dejar de pensar, esa, quiere volver con él y no sabe la forma, lo que me tranquiliza es que si lo ha chantajeado es porque de primeras no la ha creído, pero eso quiere decir, que volverá con ella, que caerá en sus garras y en su vil chantaje y me dejará. Incliné mi cabeza apoyándola en mis piernas, miré hacia mi derecha y vi que estaba el carrito con los bebés, ni me había dado cuenta que estaban ahí, desde que llegaron del supermercado y con todo el jaleo no le había echado ni cuenta, me puse de pie y dando dos pasos me di con el carrito, mis bebés se veían tan lindos, se parecían al imbécil de su papá, no eran míos, pero creo que nadie los querrían más que yo, les acaricié su linda carita, y al segundo llegó su papá con los biberones.
- Princesa – me llamó Daniel por cómo me solía llamar siempre- tenemos que hablar... no estés triste, no puedo verte así, no voy a volver con ella, te quiero a ti, solo a ti ¿de acuerdo? - terminó de decir estas palabras y me dio un largo beso en mi boca- eres tu mi princesa... no quiero a nadie más, quítatelo eso de la cabeza, si tú no estás aquí, me falta el aire, no quiero vivir sin ti.
Se despegó de mí y fue al lado de Calum y Ariadna, que seguían besuqueándose como el par de enamorados que son, y al cabo de un segundo volvió a mi posición para cogerme de mi mano y llevarme hasta la habitación de arriba para poder hablar tranquilos, le habrá dicho a Calum que esté pendientes de los niños, como si lo conociese, llegamos al cuarto y sin dejar su agarre de mi mano se sentó en la cama haciendo que yo me sentara a su lado.
- Lucía, me ha chantajeado –dijo firme terminando con un suspiro- ella sabe, todo lo que pasó en el internado, dice que si vuelvo con ella, no dirá nada de que fui yo el que tiró al chico de las escaleras, yo no lo hice, mi amor, pero no la he creído –su mano empezó a acariciar mi cara, y con la otra a tocar en repetidas ocasiones mi oreja, dándome un suave masaje en ella- no la he creído, ni tampoco sentí nada al verla, solo odio, mi niña – al decir eso algo dentro de mí se relajó- solo odio, porque a quien amo realmente es a ti, no sé qué quieres que diga, que hacer, en qué idioma cantártelo para que me creas, te amo a ti –Daniel pasó mi mano por mis mejillas quitándome algunas lagrimas que me caían- solo a ti, y prefiero que cuente todo, que me encierren o que me castiguen, pero no volveré nunca con ella, porque no te voy a perder.... No te lo quería contar, sé cómo eres, cariño sé cómo te pones con todas estas cosas , ibas a tener esta reacción absurda, que has tenido y es algo que tampoco... – Daniel intentó seguir hablando, pero no lo dejé, su última frase me había hecho mucho daño-
- Sé cómo eres y ¿Cómo soy Daniel? Insegura, celosa, impulsiva, soy así por el daño que me hicieron, y si no me lo querías contar es porque no tienes confianza en mí ¿verdad?- estaba cabreada, Daniel no se esperaba para nada mi reacción-
- Cariño, yo no quería decir eso... de verdad –estaba asustado, sabía que había dicho algo que me había molestado me levanté de la cama y me dirigí a nuestro armario cogí una chaqueta y las llaves de casa- ¿Dónde vas princesa? –dijo intentando evitar que me fuese, sin conseguirlo-
- A la calle necesito pensar... quizás todo esto a ti te dé igual, porque estabas enamorado de ella, pero a mí no me da igual Daniel –solté sin pensarlo, quizás me había pasado, pero quizás lleve razón y en el fondo siga enamorado de ella, mi conciencia me lo dice-
- Nena, es muy tarde y está lloviendo – lo aparté y salí de la habitación, bajé las escaleras y sin decir nada cerré la puerta-
NARRADOR EN TERCERA PERSONA.
Lucía salió de la casa, pese a la tardía hora y la incesante lluvia que acaecía por la zona, a ella le encantaba andar bajo la lluvia, y en momentos así aún más, necesitaba pensar, reflexionar, las últimas palabras de Daniel la hirieron demasiado, y el solo pensar que pudiese volver a enamorarse de la otra, era un quebradero de cabeza para ella.
Mientras tanto en la casa, un Daniel apenado, iba al lado de su hermano y de su cuñado Calum a contarles la situación.
- Creo que la he cagado –dijo reuniendo a ambos, en una esquina de la sala- le he dicho algo, sin querer a Lucía y a salido con todo el temporal que hace y la hora que es... - Calum se tocó la cara, sufría por su hermana, se tocó su bolsillo derecho buscando sus llaves y espetó-
- Te lo dije Daniel, si le hacías daño a mi hermana no te lo perdono, es muy tarde voy a ir a buscarla, reza para que la encuentre, porque como le haya pasado algo, lo más mínimo, te la ganas Daniel – amenazó a Daniel para rápidamente Calum abrió la puerta y la cerró con un portazo, su cabreo era notable-
- ¿Qué hago bro? –preguntó triste a su hermano- no quería decirle eso, quizás me haya pasado... - suspiró y abrazó a su hermano- como le haya pasado algo no me lo perdono –suspiró-
- Corre, búscala, es tardísimo, no es hora para que esté sola en la calle, a estas horas, voy contigo – Jesús cogió del hombro a su hermano y empezaron a buscarla, no podía haber ido muy lejos-
Y lo que todavía no sabía lo que pasaría, algo que los uniría aún más, tenían que encontrar a Lucía, estaba en peligro.
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ufff la cosa se pone interesante donde creeis que estara Lucia????? estara en peligro?????? el siguiente capitulo es muy muy muy fuerte....espero que os este gustando la noveli... muchas gracias por leer.
ESTA CANCION ES MUY IMPORTANTE PARA MI, NO SE ME TRAE MUCHOS RECUERDOS.... gracias por leerr comentar y votad, y por cada esas visitas votos y comentarios que son muy importantes para mi.. GRACIAS
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RUN. NO MIRES ATRÁS. (gemeliers)
FanfictionDaniel y Lucía, sin saber de la existencia el uno del otro, tienen algo en común, el misterio y la mentira... aunque ellos crean lo contrario, tal vez no sean tan diferentes, como creen. Ambos tienen en común un pensamiento de vida... NO MIRES ATRÁS...