NARRA LUCIA.
Cuando terminé de abrir los ojos, no entendía porque mientras había estado dormida tuve todos esos recuerdos de Álvaro y de mi vida, ya todo eso era pasado, y aunque Álvaro me hubiese ayudado ya era pasado, me dolía mucho la cabeza, haber recordado todo eso, no me había sentado nada bien, me puse una mano en mi frente y me reincorporé un poco, para tener visión general de donde estaba, lo primero que noté era que estaba acostada en un sofá, , y me empecé a poner muy nerviosa, lo último que recuerdo era caer desplomada al suelo en un bosque, me giré un poco y vi a un chico rubio a mi lado, bastante guapo, para que mentir, el chico estaba tocando mi pelo, yo estaba asustada, miré a mi alrededor intentando no marearme, era una casa preciosa, como pude me aparté y puse las piernas junto a mí, el calor de la chimenea era muy acogedor, pero mi preocupación estaba en el chico, me aterraba estar con personas que no conocía, no sabía si eran buenas o malas personas, ni si serían capaces de hacerme algo.
- Eh, no te preocupes, no te haré nada... no te haremos nada, te lo prometo – quitó su mano de mi pelo y me intentó tocar la cara, pero yo rápidamente me aparté y el chico puso una cara de preocupación-
- ¿Quién eres? ¿Por qué estoy aquí? Lo último que recuerdo, fue estar tirada en el bosque, y una sensación de cansancio y sueño... ¿Cómo me has encontrado? –pregunté nerviosa, tenía miedo que ese chico me hiciese algo, no parecía mal chico, pero no me solía fiar de desconocidos, así me lo enseñó mi padre-
- Dirás que como te hemos encontrado... te encontré yo, pero mis amigos me ayudaron, me llamo Calum, encantado –confesó con una sonrisa en su rostro, pero antes de seguir hablando un chico moreno y alto se sentó a mi lado, había más de uno, en otra estancia de la casa podía escuchar la voz de mínimo otros dos chicos más y en ese momento mi miedo creció, a mi mente especulaba con la posibilidad de que los chicos fuera una banda y que me tenían aquí para raptarme, violarme o para dios sabe qué, en ese momento empecé a temblar, no sé si a causa del frío que habría pasado en el bosque o por el miedo o impotencia de no saber lo que me iban a hacer, sin ninguna duda tendría que escapar, necesitaba escapar de esta casa-
- No me hagáis nada, por favor –supliqué al chico rubio que estaba a mi lado- dejadme ir... no tengo dinero, no tengo a nadie, pero dejadme ir... no quiero que me hagáis nada, os lo ruego.
- Me llamo Jesús –dijo el chico que se acababa de sentar a mi lado, poniendo media sonrisa- y tranquila, no te haremos nada, nunca le haríamos nada a una chica sin que ella quisiese, te hemos encontrada tirada en el bosque, veníamos de... -se quedó pensando lo que decirme y yo me puse aún más nerviosa- bueno veníamos de un sitio... y a este –señaló al rubio- le entraron ganas de ir a cambiarle el agua al canario – ¿cambiarle el agua al canario? No entendía nada y creo que el chico me lo notó, sin duda era la excusa más mala que me habían puesto en la vida- ¿echarle cloro a la piscina? –preguntó y yo seguía sin entender nada, sin duda el chico era muy gracioso-
- Vamos que tenía que echar un meo, y tuvimos que parar... -aclaró el chico rubio y yo ahí entendí sacándome la primera sonrisa de la noche-
- Y bueno, pues cuando estaba haciendo eso, pues te vio y nos llamó, y para resumirte te trajimos hasta aquí, para ponerte a salvo... no pensamos hacerte nada, créeme que si hubiésemos querido hacerte algo, te lo hubiésemos hecho ya, has estado dormida un buen rato –solté un sonoro suspiro por mi boca, en un segundo el miedo que tenía se me fue volando, el chico llamado Jesús, me genera confianza, la verdad, no se le ve el típico chico de piropo fácil.-
- Y eso es básicamente todo, si quieres puedes quedarte el tiempo que desees aquí... tranquila hay 3 chicas viviendo en la casa y 5 chicos, si dos estamos solteros y yo soy uno de ellos, estoy libre como los taxis nena... - comentó Calum, enarcando las cejas-
- Calum, deja la caña para otro momento, por favor – le rogó Jesús- bueno, ya nosotros hemos contado cómo te encontramos, cuéntanos tú, ¿que hacías ahí?... - Jesús me cogió la mano, y me la acaricio con cariño-
- Bueno... yo, eh... - dudé si contarle la verdad o inventarme algo, la verdad que si le contaba lo que me había ocurrido no era muy creíble, al fin y al cabo era un poco surrealista-
- Si no la quieres contar, no lo cuentes, no te voy a obligar – me cortó Jesús, con una sonrisa en su cara, creo que me puedo hacer amiga de este chico- lo que sí te digo que te puedes quedar aquí el tiempo que necesites... tienes cara de buena chica –dijo este chico pero al cabo de unos segundos apareció un chico idéntico Jesús...-
- Calum –dije por lo bajito- Calum – como no miraba le di una patada hasta conseguir llamar su atención- o yo me he quedado tonta con un golpe o son iguales – su mirada era clara, y no pudo contener la risa ante mi comentario-
- Son gemelos, se llama Daniel es el enanito gruñón, está todo el día protestando, pero cuando lo conoces es buena gente – el aludido llamado Daniel, parece que se dio cuenta del comentario del rubio-
- Si yo soy el enanito gruñón tu eres el tiracañas profesional – su mirada era de rabia, era exactamente igual a Daniel pero algo más borde, se le veía más prepotente, era muy guapo, y creo que es de los que se tiene el guapo subido, se ve un chico con mucho ego y eso le impide ver a los demás, de hecho a mí ni me ha dirigido la mirada-.
- Jesús – dijo Daniel el gemelo gruñón, que creo que así se va a quedar- tenemos que hablar... ya sabes a solas... -creo que Daniel lleva la voz cantante, y a decir verdad por muy guapo que sea, no lo soporto y lo conozco poquísimo... me recuerda demasiado a Álvaro, y no iba a soportar sufrir otra vez con alguien parecido, Jesús se levantó y fue a donde su hermano le indicó-
NARRA DANIEL
Nos fuimos de la sala donde estaba Lucía, la chica no estaba mal, la verdad y se le veía muy guapa, pero se tenía que ir de casa, la chica no podía quedarse más, no podían descubrirse nuestros secretos, mi hermano no entendía para que lo había traído hasta aquí, pero yo tenía un objetivo claro.
- Jesús, la chica se tiene que ir... la tienes que echar de la casa, sea como sea –insté a mi hermano a que la echase... -
- No – me negó, su gesto era de rabia, era la primera vez que me trataba así- la chica no se va, porque tú quieras... somos más gente, entérate de una vez, aquí no mandas tú somos un grupo – mi hermano estaba encrespado-
- Pues tú eliges... o ella, o tu hermano... o se va ella, o me voy yo, no voy a dejar que descubra todo lo que somos –reté a mi hermano dejándolo frío-
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ups ups ups Danielin la estas liando tela... Danielin Danielin.... MUCHAS GRACIAS POR VOTOS Y COMENTARIOS GRACIAS... DE VERDAD. sois lo mejorrr
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RUN. NO MIRES ATRÁS. (gemeliers)
Fiksi PenggemarDaniel y Lucía, sin saber de la existencia el uno del otro, tienen algo en común, el misterio y la mentira... aunque ellos crean lo contrario, tal vez no sean tan diferentes, como creen. Ambos tienen en común un pensamiento de vida... NO MIRES ATRÁS...