NARRA LUCIA.
Estaba dándome una ducha antes de ir a hablar con mi hermano, que raro se me hacía llamarlo así, mientras el agua caía yo reflexionaba, de verdad ¿todo esto era real? Como se podía querer tanto a una persona sin apenas conocerla, pues eso me pasaba a mí con Daniel y con Calum, hace dos meses no tenía ni idea de su existencia y ahora se han convertido en parte fundamental de mi vida, necesitaba decirle a los dos lo que sentía a uno que era mi hermano y al otro que lo quería, pese a lo que había escuchado por teléfono que era el hombre de mi vida y que como le dije mientras estaba inconsciente, lo amaba, pero ni mi orgullo para dar el primer paso, ni mi timidez me lo permitía, él me había demostrado que no, pero ¿Qué pasaría si él estaba equivocado? Si no me quería tanto como dice, o todo esto es parte de una estrategia para hacerme suya, ¿Por qué no voy a ser una más de su colección? Cuando estaba decidida a contarle mis sentimientos abriéndole mi alma, todo esto pasaba por mi cabeza, dejándome casi sin habla, pero no, él no haría eso, conmigo no lo va a hacer, me quiere.
Mientras me terminaba de quitar el jabón de mi cuerpo escuché la puerta del baño cerrarse, sin decir nada alguien echó el cerrojo de la puerta dejándonos encerrados, alguno de los chicos vendría al baño y no se habría percatado de que yo estaba ahí dentro duchándome.
- Estoy yo dentro... ¿Quién es? –pregunté con una risa jocosa- creo que tendrás que irte a otro baño a hacer tus cositas...
- No, no me voy a ir, soy yo, y no vengo a hacer mis cositas – era su voz, la podría reconocer de todas las formas, sensual, enfadado, dormido... ¿Qué hacía el aquí? Él no sería capaz de hacerme nada malo desde luego pero cualquiera que estuviese en esta situación, creería que vendría a... bueno eso, pero él no era capaz, me empecé a poner nerviosa, lo que menos quería que él me viese desnuda, o que quisiese aclarar lo nuestro, yo lo iba a hacer, pero primero necesitaba quitarme de la cabeza lo de Calum, las cosas por su orden, Calum al fin y al cabo vivía engañado y necesitaba decirle quien era su madre-
- ¿Daniel que haces aquí? –pregunté nerviosa, iba a hablar con él, pero más tarde o mañana o pasado, más adelante, antes necesitaba decir lo de Calum, tenía claro que yo, bueno, quería arreglar lo nuestro, mejor dicho empezarlo, pero ahora, justo en el baño y casi desnuda-
- Vengo por ti, porque de ahora mismo no pasa, de decirnos todos lo que sentimos –contestó sincero mientras yo cerraba el grifo, de la ducha y sacaba solo mi cabeza, estaba allí su pose era muy sexy, mejor dicho él era sexy de todas las formas, mi conciencia empezaba a jugar muy malas pasadas y mi cuerpo se empezaba a encender, estar a sola, desnuda, en un baño con él, era algo que...-
- Estoy desnuda... mejor lo aclaramos después, mas tarde, por lo menos que esté vestida y en otro sitio mejor – intenté parecer tranquila pero no podía, con su sola presencia las mariposas en el estomago hacían el resto para que yo estuviese nerviosa con solo sentirlo-
- No –contestó autoritario- si sales por esa puerta, te volverás a escapar, necesito que me contestes a una duda que tengo hace varios días y hasta que me lo digas mirándome a los ojos no te dejaré salir –se puso delante de la puerta tapándola-
- Daniel, estoy desnuda, me quiero vestir – suspiré sabía que no se iría, el era muy tozudo en sus decisiones- por lo menos te podrías dar la vuelta –saque una mano por la cortina para coger la toalla, para secarme y acerqué la ropa, para después comenzar a vestirme-
- - él atendió a mi suplica y se dio la vuelta, salí de la bañera y lentamente comencé a ponerme la ropa mientras él estaba cara a la puerta y yo comencé a sonrojarme- sabes, cuando te escuché hablando con ese malnacido algo se removió dentro de mí, no te comprendía, no entendía como le podías decir te quiero, yo te buscaba para hablar, para saber que iba a pasar entre nosotros dos, porque te amo, y al verte hablando con él, casi me da algo, he sido un completo imbécil, lo sé, no te debería haber evitado, pero me puse celoso, soy un celoso empedernido, y cuando le dijiste te quiero, mi alma se partió, te quiero, solo para mí, quiero que seas únicamente mía, quiero ser el hombre de tu vida y el padre de tus hijos –en ese momento se giro, por suerte yo ya había terminado de ponerme la camiseta interior y el pantalón, no había visto nada de lo que más tarde me pudiese avergonzar-
- Daniel yo... - pero no me dejó continuar tenía muchas cosas que decirme-
- Dime, mírame a los ojos y di que lo quieres más a él –se movió dos pasos hacia mi acortando la poca distancia que ahora había entre nosotros- que lo que escuché mientras estaba inconsciente era fruto de mi imaginación –mientras hablaba se seguía acercando un poco más- que lo soñé y que no me amas, que no te veo ese brillo en tus preciosos ojos color miel – estando pegado a mí empezó a tocar mi cara, yo estaba nerviosa, le iba a gritar a los cuatro viento que lo amo - y que el nerviosismo que tienes al acercarme no te lo provoco yo, que sigues amando a Álvaro, pese a todo lo que te ha hecho y que yo soy algo pasajero en tu vida y que no me quieres, dilo... atrévete a mentirme y dímelo, solo así te dejaré tranquila, porque si no lo haces, no me daré por vencido y seguiré detrás de ti, aunque me pongas una orden de alejamiento - estaba alterado, se lo veía en su rostro- vamos, mírame a los ojos y dímelo –terminó su frase casi sin poder ni respirar, me había confesado todo-
- Te quiero... -dije sin pensármelo, pero él creo que no se dio cuenta porque seguía con su discurso-
- ¿Qué tiene él que no tenga? Yo es un imbécil que solo... - su cara cambió seguramente su mente ahora mismo estaría asimilando que le había dicho eso- ¿me has dicho que me quieres? Princesa – yo solo asentí, mientras él terminaba de acortar los centímetros que nos separaban para darme un largo beso de película- yo te amo más – comentó nada más separarse-dame una sola cita... en esa cita te voy a demostrar, que soy el chico indicado y que tú no eres una más... a ninguna chica jamás le dado una cena romántica, y te puedo asegurar que nunca me he arrastrado tanto por nadie, te quiero, Lucía, no sé que me has hecho que te quiero, y te quiero a mi lado para siempre, me has hecho recordarme como era, yo no era este mujeriego, yo era así como me ves ahora, y tú has hecho que yo vuelva a ser así, nena, ¿quieres tener una cita como algo especial e indefinido con este tonto , que te adora? –Daniel así era venerable, sin duda esto me hacía enamorarme más aún si era posible-
- Te doy una cita, dos, veinte y todas las que vengan... no me quiero separar de ti tampoco, mi príncipe... Daniel ¿los niños con quien están? –pregunté intrigada-
- Están con Jesús y Abbie, se los han llevado al parque de parejita... creo que esos dos pronto nos hacen tíos –dijo riendo, con esa sonrisa que me enamoraba- te amo, mi nena... yo lo sabía tu serías para mí... me muero por besarte, dormirme en tu boca, me muero por decirte que el mundo se equivoca... - comenzó a susurrarme la canción de la Quinta estación, para así darme otro beso más largo-
- Le tengo que decir a Calum, la verdad... soy una tonta, Daniel, todavía no he sido capaz de decírselo... - el me dio otro beso en la boca-
- Ven , vamos a su cuarto... yo te ayudo a decírselo, al fin y al cabo va a ser mi cuñado... nena, creo que Calum se va a tomar peor lo de que soy su cuñado... te amo – dijo mientras abría el pestillo del cuarto de baño-
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ACABA DE PASAR LO ACABAIS DE VER SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII POR FINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN lo estabais deseandoooo el misterio sigue... que conste pero estos ultimos capitulos pues tengo el romanticismo subidoooooooooo
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RUN. NO MIRES ATRÁS. (gemeliers)
FanfictionDaniel y Lucía, sin saber de la existencia el uno del otro, tienen algo en común, el misterio y la mentira... aunque ellos crean lo contrario, tal vez no sean tan diferentes, como creen. Ambos tienen en común un pensamiento de vida... NO MIRES ATRÁS...