Capítulo 5

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Ya era por la mañana. Caroline se despertó y miró la rosa y la pequeña carta de Klaus en la estantería mientras recordaba las palabras de Stefan: “Caroline, ándate con cuidado. Klaus es mala gente”. Obviamente no conocía de nada a Klaus pero le causó buenas sensaciones.

Caroline cogió el despertador que había en su mesilla y vio que faltaban quince minutos para que sonase la campana del instituto. Salió de la cama rápidamente y se dispuso a vestirse y a desayunar. Sabía que iba a llegar un poco tarde, aún le faltaba hacer muchas cosas. Pensaba que todo era por el maldito Klaus y su acento británico porque siempre se levantaba temprano y hasta le sobraba tiempo. Cogió el coche y se fue pitando para llegar al instituto.

Llegó al instituto y entró a clase.

Caroline: ¿Puedo pasar?

Profesor: ¿Caroline llegando tarde? Qué sorpresa. Sí, pasa.

Caroline: Sí, hoy me he quedado dormida. Gracias.

Pasó a clase y se sentó. Elena y Bonnie la miraban extrañadas. De repente, Caroline recibe un papelito en su mesa.

¿Qué te ha pasado, Caroline? Siempre llegas bien.

Elena x

A lo que escribió…

Después de clase te cuento.

Caroline x

Le devuelve el papelito a Elena y el profesor le pilló.

Profesor: Caroline, ¿qué te está pasando hoy? Tú no eres así.

Caroline: Lo siento profesor.

Caroline se moría de vergüenza. Ella era muy atenta y una de las mejores alumnas de clase.

Terminó la clase. Caroline recogió sus cosas y salieron las tres al pasillo.

Elena y Bonnie: Cuéntanos.

Caroline: Bonnie, ¿Elena te ha contado lo de la fiesta?

Bonnie: Sí, yo no podía ir, estaba con mi abuela.

Caroline: Pues al tema, que Klaus vino a hablar conmigo y bailamos juntos en la fiesta.

Bonnie: Uy, uy. ¿Es guapo?

Caroline: Ay, ¿Qué más da eso? El caso es que al llegar a casa, vi una rosa y una carta en mi mesilla y en la carta me agradecía el baile.

Elena: Se nota que le gusta *dando un codazo a Bonnie*

Bonnie: Obviamente *riéndose*

Caroline: ¡Chicas! Escucharme. El problema es que Stefan me ha dicho que no le vea porque es mala gente.

Bonnie: Sé de un hechizo en el que se puede ver el pasado de una persona determinada. Si queréis luego venís a mi casa y lo probamos, me lo enseñó mi abuela.

Caroline: Vale.

Elena: Venga, vale. También podría venir Stefan y contarnos su historia con Klaus.

La mañana se pasó rápidamente. Caroline llegó a su casa, dejó la mochila, comió y se puso a hacer los deberes inmediatamente.

Eran las 17:30, cogió las llaves, la rosa y la carta y se fue a casa de Bonnie. Caroline estaba nerviosa. Quería saber la historia de Klaus. No sabía por qué pero no paraba de pensar en él.

Llegó a casa de Bonnie. Allí ya estaban Elena y Stefan.

Bonnie: ¡Hola Caroline! ¿Has traído la rosa y la carta de Klaus?

Caroline: ¡Hola chicos! Sí.

Bonnie: Perfecto, vamos, ya lo tengo preparado.

Estábamos alrededor de una mesa, los tres cogidos de la mano y con los ojos cerrados mientras Bonnie susurraba unas palabras.

Bonnie: No abráis los ojos.

De repente aparecieron imágenes dentro de sus cabezas. Todo lo malo que hizo Klaus lo vieron. Stefan mientras las comentaba.

Caroline: Increíble. Es un asesino, no tiene sentimientos.

Stefan: ¿Crees que te diría que te alejases de él por cualquier tontería? Klaus estuvo persiguiendo y matando a gente para conseguir su manada de híbridos – hombres lobo. No le importa nadie, solo nos utiliza. Utiliza hasta a su familia. Si su familia no está de su parte, pagan por ello.

Elena: Mejor que te alejes de él, Caroline.

Caroline: Eso haré. Ya no le miraré con los mismos ojos.

Stefan: Y creo que tiene un plan, hay que estar pendientes.

Bonnie: Si me necesitáis para algo, ayudaré.

Stefan: Gracias Bonnie.

Pasaron toda la tarde intentando sacar conclusiones de qué hace aquí la familia Mikaelson. Ya era tarde y Caroline, Elena y Stefan se despidieron de Bonnie y se marcharon cada uno a su casa.

Caroline llegó a su casa y se fue directamente a su habitación. Después de todo lo que había visto no se lo podía creer. Le entró miedo e incluso pánico. Abrió su bolso, cogió la rosa y la carta y las quemó. No quería saber nada más de él. Temía que le hiciese algo a ella o a sus seres queridos. Caroline pensó: “Klaus es un híbrido. ¿Cómo habrá entrado a mi casa? No, mamá”. Bajó las escaleras y fue a preguntarla.

Caroline: Mamá.

Madre de Caroline: ¡Hola Caroline! ¿Cuándo has llegado? *mientras le abrazaba*

Caroline: Ahora mismo. ¿Conoces a un tal Klaus? ¿Le dejaste pasar a casa el otro día?

Madre de Caroline: Sí, me dijo que es un amigo tuyo del instituto. Por lo que parece es muy educado.

Caroline: No le vuelvas a abrir, ¿vale?

Madre de Caroline: ¿Por qué?

Caroline: Ya no somos amigos.

Madre de Caroline: Pero…

Caroline, cortando a su madre de hablar, la dio un beso y se fue a su habitación llorando. Se metió en la cama y solo su almohada sabía que lloraba en esos momentos. Llegó a la conclusión de que Klaus había obligado vampíricamente a su madre para que pensara que Klaus es su amigo y pudiese dejarle entrar a casa. Realmente es sucio. No quería que haga daño a su madre.

You're my first loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora