Capítulo 6

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Pasaron unos días. Caroline estaba deprimida después de todo lo que había pasado con Klaus. Él había hipnotizado a su madre, ¿a qué más podía llegar? Tenía miedo de que le hiciese daño.

Era viernes por la mañana. Se preparó para ir al instituto y se fue. Allí vio a Elena en la entrada.

Elena: ¡Hola Caroline! ¿Estás mejor?

Caroline: Hola Elena, ahí vamos. Intentando olvidar todo.

Elena: Bonnie y yo sabemos cómo.

Caroline: ¿Qué habéis hecho? *le miraba con los brazos cruzados y con una sonrisa en la cara*

Elena: Una fiesta, en tu casa, con sangre, alcohol y dos amigas que te van a animar.

Caroline: No sé si mi madre me dejará…

Elena: Ya la hemos llamado y ha aceptado. Ella estará en su habitación para no molestar.

Caroline: Por eso mi madre esta mañana estaba un poco rara y me miraba sonriente todo el rato.

Elena: Tu madre sabe guardar bien un secreto.

Caroline: Vale, acepto. Esta noche haremos la fiesta…

Elena: ¡Bien! Ya lo verás. Nos lo pasaremos genial *le dice abrazándole*

De repente aparece Bonnie y les saluda.

Bonnie: ¡Hola chicas! ¿Qué tal estás Caroline?

Caroline: Hola, bueno...

Bonnie: Elena, ¿le has contado lo de la fiesta?

Elena: Sí, y ha aceptado.

Bonnie: ¡Bieeen! Estoy ansiosa porque llegue esta tarde.

Caroline: Gracias chicas, sois las mejores *dice mientras les abraza*

Sonó la campana y entraron a clases. Allí se encontraron a Stefan ya sentado y le saludaron.

Pasaron las horas lentas pero por fin llegó la hora de volver a casa. Las chicas han dicho de quedar a las 18:00 así que Caroline tenía tiempo para hacer sus deberes y tener un rato libre.

Llamaron al timbre, llegó la hora. Caroline abre la puerta.

Bonnie y Elena: ¡Hoooooola! Mira qué traemos en las manos *dicen alzando las manos con las botellas y la sangre*

Caroline: ¡Hola! Delicioso, pasar.

Madre de Caroline: Hola chicas, si necesitáis algo avisarme, ¿vale?

Caroline: Vale mamá. Hasta luego.

Elena: Voy a poner esto aquí en la mesa.

Caroline: Dejarlo donde queráis, mientras no rompamos nada…

Boonie: ¡Pongamos música! He puesto tus canciones favoritas en este CD.

Caroline: Awwww Bonnie, gracias. Gracias a las dos por todo lo que estáis haciendo por mí, os quiero mucho *les abraza*

Elena: No hace falta que nos des las gracias, hoy es nuestra tarde de chicas.

Bonnie: ¡Eso!

Pasaron la tarde bailando, bebiendo, riéndose y recordando viejos momentos. No chicos, sólo ellas. Caroline se veía feliz, hoy había sido una gran tarde para ella. Caroline está siempre muy alegre y es muy cariñosa, era raro no verla así. Volvió esa sonrisa que añoraban sus amigas.

Bonnie: Ya es tarde y me tengo que ir. Mi abuela estará preocupada.

Elena: Yo igual. Tengo 3 llamadas perdidas de Jeremy y no le he dicho a donde iba.

Caroline: No pasa nada, muchísimas gracias por esta tarde-noche fantástica. Ya estoy mucho mejor, muchas gracias chicas.

Elena: Luego hablamos por Whatsapp, hasta luego, te quiero *le abraza*

Bonnie: Lo mismo digo, te queremos. *le abraza también*

Caroline cierra la puerta y avisa a su madre de que ya se han ido.

Madre de Caroline: Voy a preparar la cena, ¿tienes hambre?

Caroline: Un poco, haz algo ligero y rápido como un sándwich. Gracias a ti también mamá *le da un beso en la mejilla*

Madre de Caroline: De nada Caroline, cuando quieras. Voy a prepararte el sándwich.

Caroline: Vale.

Caroline está con su móvil mientras espera a que su madre le prepare la cena. Al terminar, coge el sándwich y se lo lleva a su habitación. Mientras cenaba, estaba en la cama tumbada y hablaba con sus amigas por Whatsapp y éstas le preguntaban por su estado de ánimo. Caroline estaba bien en estos momentos. Al rato de comerse el sándwich, se quedó dormida de lo cansada que estaba.

Al rato, aparece Klaus que subió por el balcón. Entró a su habitación y como vio que estaba dormida, la tapó con las sábanas y le dio un beso en la cabeza. Acto seguido, se sentó en la silla de su escritorio, sacó un cuaderno de dibujo y un lápiz y comenzó a dibujarla. Al terminar el dibujo, a Klaus se le cae el lápiz al suelo y Caroline se removió en la cama y abrió los ojos. Pero no había ya nadie allí, Klaus se fue rápidamente. Caroline miró extrañada su ventana, ella no la dejó abierta, pero le daba igual, en esos momentos estaba a gusto y se sentía feliz. Se levantó, cerró la ventana y se volvió a dormir.

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