Volver a verte

292 21 9
                                    

Y es que no verte había sido un descanso para mi triste corazón, sabios los que dicen que la distancia y el tiempo son la cura para cualquier dolor del alma.

Y al tenerte cerca, me sorprendo de que más allá de querer verte o hablarte, quiero tocarte. Tocarte, es el límite... Lo inexplorado. Y mientras te observo, trato de arrancarme las ganas que tengo de sentir el roce de mi mano en tu mejilla, con esa caricia que se da como cuando consuelas a un niño.

Evite mirarte a los ojos como usualmente hacia. No quería verlos y darme cuenta que siguen persiguiendo mi memoria para quedarse como antaño.

Y hueles a ella. Su perfume ahora sale por tus poros. 

Quiero no quererte, no sentir nada por ti, pero el tiempo ha sido muy corto aún para cambiar eso.

No comprendo esta sensación y este deseo de protegerte, de que estés a salvo.

Debería desearte con ganas, debería querer devorarte, por eso te elegí en primer lugar, para sacarme ganas y anhelos para liberar impetus, para pecar. Pero no.

Quiero quererte bien, no puedo hacerte daño, ya no quiero más que seas juguete de mis deseos. Quiero que seas feliz. Aunque no sea conmigo.

Sobre el amor y otras confusiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora