(Continuación....)
Aquella mano no se sentía como la de un adulto o alguien mayor, si no como la de alguien semejante a mí. Una vez en el piso, a voltee para ver quien había sido mi agresor. Eran aquellas tres niñas y solo una de ellas había sido quien me empujo. Volvió mi temor, pues ya sabía lo que me esperaba. Ahora la angustia y el temor me invadían, ¿que podía hacer? Las tres se colocaron en una forma en la que me rodearan. Yo seguía observando con temor y preguntando que me harían, estaba atónita no me podía parar, algo me lo impedía. Entonces una de ella comenzó a hablar.
-No creas que nos hemos olvidado de que nos acusaste. Aún tenemos un asunto pendiente.
Comencé a llorar, nadie me ayudaba. ¿Por qué a mí? Y ahí estaba de nuevo esa escena. Las cajas de leche. Mi inexorable destino ya estaba iniciando. Yo ahí tirada solo pensaba en desaparecer, ya que nadie me ayudaría. En instante comenzaron a verter sus leches en mí. Y yo solo lloraba, al saber que no había quien me ayudase, mis lágrimas se hacían inmensas. Y una de ellas dijo.
-Miren ya está llorando, jajaja.
Finalmente me recosté de lado en el piso y observaba como la leche escurría por el piso y se mezclaba junto con mis lágrimas. Y viendo de nuevo como los demás niños solo observaban. Ahora solo escuchaba ruidos nítidos, no le preste atención a los ruidos exteriores, ya que solo me preguntaba en mi mente, ¿por qué? Cerré los ojos y me olvide del exterior. Finalmente me quede sola, no escuche el timbre, no sentí mas leche cayendo sobre mí, ni murmullos. Ahora solo quería quedarme ahí. Abrí mis ojos, y estaba en los cierto no había nadie. Mi fleco cubría mi vista y no alcanzaba a ver realmente todo. Me senté y comenzó a limpiar mis lágrimas. Estando ahí sola comenzó a ver que alguien se acercaba, pues mi fleco no me dejaba ver todo. Una vez frente a mí se agacho, y con un pañuelo comenzó a limpiar mi cara. Era mi maestra.
-Lucy cuanto los siento, perdóname, jure que te protegería y he fallado. No debí haberte dejado ir sola al baño.
Yo tan solo permanecí callada. Y después de limpiarme un poco, me dio la mano y me hizo señas con su cabeza de que la acompañara. Nos dirigimos a los baños. Todo estaba en blanco y negro, no podía ver una pisca de color. Una vez ahí en los baños se ayudó del espejo para poder limpiarme. Estuvimos mucho tiempo ahí. Hasta que por fin nos dirigimos a la oficina de aquella señora vieja. Yo ahora sabía muy bien lo que vendría, no habría nada de que asombrarme, y sucedió. Mi madre llego, hablo con la maestra y la señora, y nos fuimos a casa. En cuanto lleguemos subí corriendo hacia mi cuarto y cerré. Mi mamá del otro me comenzó a decir que la dejara entrar, y que quería hablar con mí, no preste atención solo quería estar sola. Hasta que me dijo.
-Lucy te dejare sola, solo si me prometes que te tranquilizaras.
Le respondí que sí. Ahora estando ahí en mi cuarto, me acosté en mi cama, viendo todo a mi alrededor, tan oscuro, sin emoción, y yo empapada, pensando solo en el porqué de estas cosas. Tan solo de recordarlas me hacen llorar. Permanecí en silencio ahí hasta que escuche que tocaron la puerta. Era mi mamá, me pregunto que si quería algo, yo le dije que no. Tome el libro que mis papas me habían comprado y comencé a leerlo desde principio. Ahora estaba viajando y dejando este lugar. Hasta que fui interrumpida por unos pequeños golpes en la ventana. Cerré mi libro, lo deje a un lado, y me dirigí hacia la ventana. Era una pequeña mariposa de color negro y rayas azules. Algo inusual para mí. Abrí mi ventana, y entro. Estuvo varios minutos volando en el cuarto, y yo solo la miraba parada en el centro. Hasta que se postro en mi cabeza. No temí que me hiciera algo. Algo inexorable hizo que volteara hacia el espejo. Pensé que al hacerlo la mariposa saldría volando. Pero no fue así. Ahí estaba yo, con mi rostro tapado por mi fleco, y con aquella mariposa. Comencé a acercarme al espejo, y al llegar a él lo toque. Y la mariposa salió volando. Gire y corrí para poder alcanzarla, pero mi intento fue en vano. Y desde mi ventana observaba como se alejaba poco a poco. Esa pequeña criatura de color negro, volando libre y sin preocupaciones por la luz, y sola. Hasta que se perdió en el cenit.
Estando ahí me recargue en la ventana y observaba. No había nada nuevo, aunque el sol resplandecía. Que tranquilidad aquella. Y comencé a preguntarme, que había más allá de esos horizontes. En instante mi mamá toco la puerta.
-Lucy, te prepare la ducha.
Me aparte de la ventana, y me dirigí a abrirle.Ella me abrazo al verme. Y comenzó a llorar. Y también correspondí el abrazo.Mi mamá, tan cálida y amorosa. Después de un instante me miro a la cara. Con sumano me aparto el fleco de mi cara, y me miró fijamente. Y me dijo -ven vamos aducharte. Me llevo al baño, y comencé a desvestirme, para entrar al aguacaliente. Ya estando ahí dentro, comenzó a limpiarme con la esponja. Comenzó adarme con consuelos sobre lo de hoy. Yo solo escuchaba y callaba. Después deunos minutos me dijo que iría abajo, que yo terminara de bañarme, y que despuésque terminara le gritara. Así fue, permanecí ahí, terminando de darme unaducha. Mi mente estaba en blanco, tan solo viendo el agua, y mis pies. Hastaque termine. Quede inamovible, disfrutando el agua caliente. Después de estar asíun momento, decidí gritarle a mi mamá, para avisarle que había terminado. Ella subiórápido, y al llegar me sentó, y comenzó a secarme mis pies, y me dio unas pantuflas.Y siguió secándome. Después de eso, nos dirigimos hacia mi cuarto, en donde ya habíaropa limpia sobre mi cama, me dirigí ahí, y me senté. Mi mamá me dijo que mevistiera y que después bajara. Comencé a vestirme, y al terminar de hacerlo,por alguna razón me acosté. Mirando el techo, y pensando lo afortunada que era,al tener a mi madre, no tenía palabras para expresarlo. Y finalmente me quede dormida.
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El Grimorio de Lucy Loud
FanfictionAntes de empezar a leer este fanfic, cabe destacar que no se busca generalizar la subcultura gotica.Este fanfic esta inspirado en el personaje Lucy, del show de television The Loud House.Puntos muy importantes, debes ser de mente abierta, y paciente.