Capítulo 6. Que dulce.

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Fui a la cocina y preparé los cafés. Me tomé la libertad de acompañarlos con una montañita de nata de spray y un kitkat en este. También añadí una bolsita de lacasitos en el platito en el que estaban los cafés. Marcos entró en la cocina y me dió un beso en la mejilla rodeando mi cintura por atrás. "Toma, tu cena" le dije riendome a carcajadas. "Que nivel Adriana, esto ni en un restaurante. Estrella de oro, eh." me dijo riéndose. "Lo sé." le respondí irónicamente. Son las 23:30, asique, busco otra película con la que quedarnos dormidos. Cuando consigo que Marcos empieze a roncar, intento no reírme muy alto. Me dirigo a mi habitación. Me pongo unos vaqueros y dejo puesta mi camiseta ancha. Cojo un par de monedas y bajo a la tienda de golosinas. A Marcos le encantará, o esl creo. Tengo que darme prisa, tengo que llegar antes de que se despierte. Menuda bolsa de gominolas y chucherías llevo. Subo a casa y creo que al cerrar la puerta Marcos entreabre los ojos. Menos mal, sigue dormido. Sigilosamente sacó una gominola y la pongo en su boca entreabierta. La cojo con mi boca intentando que se despierte. Lo consigo. Sonríe. "Toma, anda" le tiro la bolsa en la que se encuentra todo lo que acabo de comprar. "Gracias" sonríe aunque le haya despertado. Extiendo mis piertas horizontalmente a las suyas. "¿Qué haces con vaqueros?"me pregunta. "Las golosinas no han venido solas guapo" le contesto. Ambos sonreimos mirando a la tele. "Eres como una marmota.¿ Estás cansado eh?" le digo aplastando sus mofletes con mi mano. "Bueno, algo" me dice ladeando la cabeza intentando dejar de ser prisionero de mis manos. "Va, venga, vamos a dormir, que mañana trabajamos" le dije para agrado por su parte. "¿Enserio? Va espera, déjame disfrutar estas ricas gominolas y nos vamos" me dice seguido de un bostezo. "Okeys majo, yo voy abriendo la cama, te espero allí." Le digo acariciandole el pelo y dándole un beso en la mejilla. En mi habitación, me quito mis vaqueros, me suelto el pelo que esta encarcelado por un coletero y abro la cama. De repente, me acuerdo de que, a un antiguo amor cuyo nombre no quiero acordarme le compré una camisa de Montepicaza muy bonita. Voy a buscarla, no voy a hacer que Marcos vaya con la misma ropa al trabajo. Oh, aqui está. Es preciosa, espero que le quedé bien, creo que le puede gustar. Veo a Marcos entrar en la habitación. "Toma marmota" le digo tirandole la camisa birn planchada y nueva en la bolsa de regalo que estaba. "Adriana, sé que enamoro, pero, ¿cómo sabías que me ibas a conocer?¿ Y por qué me has comprado un regalo?" me dice riéndose. "Marcos, cariño, amor, no te emociones, la tenía por ahí. Sólo era para que no fueses al trabajo con la misma ropa. Dime si te gusta y a ver si te queda bien" le digo riendome y sonriendo. "Oh, es preciosa, gracias enana" me dice apartando la camisa y tirándose a la cama a darme un beso. "Denada tonto." le digo dándole un beso y apartandole indicando que estoy cansada y es tarde. Se levanta, se quita los pantalones y la camiseta y se acuesta a mi lado. "Tienes las manos congeladas" le digo al sentirlas en mi cintura. 

Capítulo 7.

Pensamientos en voz alta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora