"La muerte está tan segura de ganarnos que nos da una vida de ventaja"
- Bien
-¿Bien qué?
- Ya ha pasado una semana
-¿Y?
-Creo que ya va siendo hora de nuestra separación- me dijo expirando el humo del cigarro
-¿Quieres decir que ya es hora de que abandones mi mente?- pregunté aturdido
- Exactamente- prosiguió- Ya he recuperado mis fuerzas- contestó mirándome con sus ojos azul zafiro
A pesar de haber estado una semana juntos, todavía se me hacia extraño hablar con la muerte en sueños.
- Una cosa...
- ¿Sí?- preguntó desinteresadamente
- ¿Cual es tu verdadero nombre?- Hacia un tiempo que esa pregunta rondaba por mi mente y me comía la curiosidad.
- La muerte- me respondió con una de sus sonrisas insoportables
Yo me aguanté una carcajada. Nunca cambiaría.
- Tu otro nombre- daba la sensación de que intentabas razonar con una niña de cinco años.
- No tengo otro nombre
- ¡Venga ya!-
- En serio, no tengo otro
Esa afirmación me dejó desconcertado.
- Bueno, pues te pondré uno- concluí
- No soy tu mascota- aclaró con un tono amenazante
- No, solo eres mi perra- me reí de mi propio chiste mientras ella me miraba con la furia pintada en la cara.
- No necesito ningún nombre- dijo- Con "la muerte" basta.
- Mmm. Te llamaré Marina- murmuré automáticamente. Ese nombre me recordaba a sus ojos color azul profundo...como el fondo del mar
- Pfff no me gusta
- Pues el nombre mola
- No, es demasiado corriente- contestó. Ya echaba de menos su arrogancia característica.
-Bueno pues...
-Esther
-¿¡Qué?! Ese nombre si que es horrible...- afirmé yo escandalizado
- Pues ese será mi nombre a partir de ahora: Esther- concluyó visiblemente entusiasmada.
-Esta bien...ejem...Esther- proseguí- ¿Cuándo te marchas de mi mente y me dejas en paz?
- Hoy mismo
- ¿En serio?- pregunté. ALELUYA. Después de tanta mala racha por fin pasaba algo bueno.
- Pero antes...- O NO. Ya sabía que era demasiado bonito para ser verdad
- ¿Si?- pregunté exasperado
- Tienes que ayudarme a recuperar mi cuerpo.
- ¡¿ Y donde demonios está tu cuerpo?!
- En la prisión angélica.
Genial. Verdaderamente genial. ¡Encima tenía que jugarme el pellejo!
Al ver mi reacción la muerte se apresuró a decir:
- Miralo por el lado positivo
- ¡No hay lado positivo!- chillé enfurecido
- Podrás vengarte de tu hermano-

ESTÁS LEYENDO
Enamorado de la muerte
HumorLa muerte es una mujer. OBRA REGISTRADA EN SAFECREATIVE TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS