"Cuando en el amor no hay locura, no es amor"
"Marc está muerto". Esa afirmación no desaparecía de mi mente. Una gran mancha roja se extendía por su camisa blanca. Los policías hacía tiempo que habían abandonado la sala. Al parecer todo esto era fruto de una broma macabra.
Afirmación nº1: El policía y él se conocían de algo.
Afirmación nº2: El policía tenía poderes: le había lanzado una bola de fuego.
Afirmación nº3: El policía y Marc no se llevaban bien.
Afirmación nº4: El policía era un feto malparido con una cicatriz en el ojo.
Afirmación nº5: Marc era mucho más guapo que el policía.
Afirmación nº6: Voy a hacerle el boca a boca a Marc para ver si se despierta.
Afirmación nº 7: Marc ha abierto los ojos, que parecen más azules, pero sin duda es una ilusión óptica.
Afirmación nº8: Marc se levanta y se va.
Afirmación nº9: ¿¡Como se atreve a dejarme plantada después de que le he salvado la vida?!
Y SE VA. SE VA. DESPUÉS DE TODO POR LO QUE HE ECHO POR ÉL, SE VA. No se va a escapar tan fácilmente. Corrí detrás de él ,pero era al menos mil veces más rápido. ¡¿Cómo puede correr tan rápido estando herido?! Es inhumano. Pero NO IBA DEJAR ESCAPAR A MI PRÍNCIPE AZUL. ESO NUNCA. No puedo alcanzarle, poco a poco se va alejando más de mí. Entonces llega a su portal y de repente se para. Creo que me ha oído correr detrás de él. Me mira pero a la vez no me ve. Después se encoje de hombros y abre la puerta. ¿¡Es que no se ha dado cuenta de mi presencia?! Y antes de que pueda entrar con él en la casa, me cierra la puerta en las narices y me estampo contra ella. Así que tomo la solución más sensata: me siento en las escaleras del portal para que cuando salga, se enamore de mi deslumbrante belleza, y me después me bese mientras hacemos el amor en medio de la lluvia. Era una maestra en el arte de la seducción.
Mientras le espero, para no perder el tiempo, miro en mi móvil las fotos que le había echo a Marc a lo largo de mis últimos tres años. Estoy enamorada de él desde la primera vez que le vi. Pero entonces era una pringada estudiosa y fea. Cambié por él, y me merezco que me desee. Desde ese cambio ningún chico se me había resistido. Intentaba ponerle celoso besándome con otros delante de él. Y seguro que lo estaba, aunque a veces creía que le era totalmente indiferente. Pero estaba equivocada, sin duda. Aprovecho para apuntarme la dirección de donde vivía en mi cuaderno de notas. Ahí estaba guardaba todos mis datos con respecto a él:
Dato nº1: Esta demasiado bueno como para ser cierto.
Dato nº2: Es un chico solitario.
Dato nº3: Tiene un pasado oculto muy macabro.
¿Como lo sé? Porque yo también he tenido uno. Esa mirada lo demostraba. La misma mirada que tenía yo hace un tiempo.
De repente Marc se encuentra a mi lado. ¿Cómo había llegado ahí? Ni idea, pero estaba segura de que no había salido de la puerta. Hay un niño a su lado que le mira embobado, así que planee abofetearlo luego. Marc es mío: solo yo tengo el derecho de mirarle embobada. De repente, Marc hace algo sorprendente, le roba el caramelo que sostenía el niño en la mano. Y SE VA. SE VA DE NUEVO. Antes de ponerme a correr detrás de él, recordé que tenía que abofetear al niño así que me di la vuelta y le deje la mejilla roja. Después corrí detrás de él. Esta vez si que no le iba a perder de vista.
Después de estar unos quince minutos corriendo sin parar (no sé a qué se debía tanta prisa, ni que hubiese robado un banco). Llegamos a un hotel. Mientras le espiaba detrás de una columna, le oí decir que quería un cuarto simple para vivir un mes. Apunté en mi cuaderno de notas: habitación 312.
........................................................................................................................................................................
-"¡EY!"
-"¡DESPIERTA!"
Oigo la voz de la muerte gritándome interiormente.
- ¿Qué coño pasa?
- "No es por nada pero hay alguien en la terraza"
-¿En la terraza?
-"Sí, en la terraza, ¿Estás sordo o algo?"- me preguntó arrogantemente.
-Vale- le respondo intentando calmarla- tampoco hace falta ser desagradable.
-"Es prácticamente imposible de evitar estando contigo"
Decidí hacerle caso omiso y miré hacia la ventana de la terraza. El susto fue tal que me caí de la cama.
-"Ya te dije que había alguien"
El problema era que ese alguien era Natalia.

ESTÁS LEYENDO
Enamorado de la muerte
HumorLa muerte es una mujer. OBRA REGISTRADA EN SAFECREATIVE TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS