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—me tiene preocupado— suspiró YoonCheol—Hansol parece tener un pasado bastante trágico, sin embargo sigue siendo un niño muy alegre—

—Ya no lo es tanto— dijo un triste Sanggyun—o por lo menos eso me ha dicho ByungJoo—

Ambos chicos se encontraban conversando en un parque que quedaba cerca del hospital donde trabajaban. Ambos coincidían en que ese lugar era perfecto para relajarse.

—¿ah, si?— preguntó un extrañado YoonCheol.

—Así es, ByungJoo me dijo que Hansol se sentía como una marioneta cada vez que se obligaba a sonreír cuando en realidad no sentía felicidad alguna— a ambos les sorprendió que eso saliera de la boca de Hansol, sin embargo sabían que estaba pasando por un mal momento.

Sanggyun dejó caer su cabeza en el hombro de YoonCheol, quien con su brazo rodeo el cuerpo de este. El tiempo se les escapaba de las manos, pero le restaron importancia, ambos estaban felices disfrutando de la brisa y de la compañía del otro.
Ninguno pronunció palabra, pero no les incomodaba el silencio, al contrario, se le hacía agradable. Poco a poco fueron acercándose mas, entrelazando sus dedos, sintiendo sus corazones latir rápidamente.
YoonCheol tenía su vista clavada en Sanggyun, lo miraba con una enorme sonrisa, perdido en su belleza. Sanggyun por su parte también se encontraba muy feliz, siempre lo estaba cada vez que hablaba con YoonCheol. Ambos se volvieron muy cercanos desde que YoonCheol llegó al hospital, aunque es cierto que desde un principio ninguno de los dos andaba en busca de una amistad entre ellos, siempre se vieron de forma diferente, sin embargo no sabían como expresar ese sentimiento tan peculiar.

Ninguno se dio cuenta de cuando fue que ambos unieron sus labios en un tierno y algo tímido beso, el cual ninguno quiso detener, solo se dejaron llevar por los labios contrarios. Ambos encajaban a la perfección y se movían de forma suave y delicada.

Con que así se siente el amor pensaron ambos.

Habitación 56 [HanJoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora