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Hansol parecía estar mejorando con el paso del tiempo, tiempo el cual parecía escaparse de las manos de ByungJoo, pues con cada día que pasaba estaba mas cerca de perder a su Hansol.
ByungJoo no está del todo seguro de cuando fue o como fue que empezó a enamorarse de esa angelical sonrisa e inocente forma de ser.

—Te traje el almuerzo.— dijo ByungJoo entrando al cuarto con una bandeja en sus manos.

—Gracias Byung.— dijo sonriente Hansol.

ByungJoo ya tenía por seguro que cuando Hansol se fuera, su sonrisa cálida le haría falta todos los días.

—Hannie.— habló ByungJoo.— ¿puedo preguntarte como fue que terminaste aquí?, digo, a lo que me refiero es a ¿cómo terminaste en el estado en que estabas el día que llegaste?.—

Hansol calló por un momento.

—Yo. . . Sentí que era . . . Era una necesidad.— confesó, con la cabeza gacha.— siento que soy solo una carga, un dolor de cabeza del cual ya deberían librarse.—

Las palabras del chico se oían muy sinceras y cargadas de dolor.

—Han-Hansol. . .— fue lo único que pudo pronunciar ByungJoo, quien se encontraba al borde de las lágrimas.

—Pero estoy vivo aun. . .— Hansol seguía con esa angelical sonrisa que siempre lo acompañaba.— mírame Byung, sigo aquí.— Hansol trataba de cesar las lágrimas del contrario.

—y me alegra que lo estés.— dijo ByungJoo, devolviéndole la sonrisa a Hansol.

Hansol estaba hecho una furia consigo mismo dentro de sí, ya que, una vez mas había hecho llorar a alguien que le importaba. Tal vez solo servía para eso, para lastimar a la gente.

De repente la puerta se abrió, asiendo que ambos presentes volteen a ver esta. En la puerta se encontraba un chico de mediana estatura con cabello azabache, el chico parecía preocupado e incluso alterado.

—¡HANSOL!.— exclamó mientras corría hacia donde el nombrado se encontraba.

En un pestañeo ByungJoo se encontraba abrazando a Hansol de forma posesiva tratando de evitar que el chico tocase a Hansol.

—¿Quien eres tú?.— preguntó con una mirada fría.

—M-Mi nombre es SangWon. . .— hizo una pausa mientras trataba de recuperar el aliento. —he estado buscando a Hansol desde hace tiempo ya.—

—¿Qué eres tú de Hansol?.— preguntó ByungJoo aferrándose mas fuerte a Hansol.

—Yo soy. . .— el chico fue interrumpido por la voz de Hansol.

—Él es un amigo, solo es un amigo.— se apresuró a decir Hansol.

Habitación 56 [HanJoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora