Capitulo 6

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- Wo wo wo wo, ¡Como molaaaa! ahhhhh que bonitoo, ¿muerde? ¿Cocea? Quiero tocarloo.- ¿Qué si me emocioné? Pues no sabría decirte la verdad. ¿Se notó demasiado? Eran 4 pegasos en la azotea, había uno negro, creo que fue amor a primera vista como se suele decir. A ver yo amo a los caballos, pero si me presentas a un caballo tan majestuoso como ese, y encima con alas pues pierdo un poco la cabeza.

- A ver, Amanda tú vas a ir sola en uno ¿vale?- Creo que Percy se asusto de mi cara de emoción, jiji.

- Vale, me pido el negro.- Empecé a correr hacia el y me habló, que sí que sí, que me habló, ósea yo le entendí, y pues me caí de culo de la sorpresa.

- Oye jefe, ¿la dejaras montarme? A ver, a mi no me importa, pero no se, ya sabes que me excedo de velocidad normalmente. Sería peligroso.

- Tengo una duda, ¿Por qué el caballo habla? No es por ofender ni nada, pero no me lo esperaba, me asustaste.

- Percy, me da que va a ser tu hermana, si entiende a los caballos lo tiene que ser.

- ¿Si? No me había dado cuenta, gracias Clara. Y no Black, no la dejaré montarte.

- Vale jefe.

- Vamos Amanda, te ayudo a subirte ¿cuál te gusta más?

- Pues el blanco, también es precioso.

- Oye, ¿se puede saber por qué me tienes que insultar? Soy una llegua, lo que tiene que aguantar una.- Me da que se ofendió un poquito.

- Perdóneme Señora.

- ¿Señora? Ahora me llama vieja, con lo fácil que es llamarme por mi nombre.

- ¿Y cuál es tu nombre?

- Como si pudiese tener un nombre, jaja que graciosa. Ahora se cree que todos tenemos nombres, como los semidioses.

- Oye, querida, me estás sacando de mis casillas ya. Te llamaré Brisa y ya está, antes de que me cabree y coja a Black.- Me sentí realmente enfurecida. Creo que le cerré el hocico, no volvió a hablar.

Resumiendo, me quede dormida encima de Brisa. Y cuando aterrizamos yo me caí al suelo, y todos, TODOS se rieron de mí y me hicieron quedar como una estupida.

Cuando llegamos a ese supuesto campamento, yo pensé que me iba a encontrar con unas cuantas tiendas de campaña, de estas del decathlon. Pero no, claro que no, nunca puede ser como te lo esperas. Tenían que ser unas malditas cabañas, algunas de piedra otras de mármol, pero todas cabañas. Bueno, cuando llegamos me arrastraron hacia la cabaña principal por así decirlo. Había un hombre con una camisa de flores y una Coca Cola en la mano.

- Hola, Sr D. Por fin regresamos, ha sido un viaje largo. ¿En qué cabaña se quedará?

- ¡Ohh! Perry Johansson, al fin volvéis, puedes llevarla a la cabaña de Hermes, es donde dejamos a todos los nuevos e indecisos. Lleva a Whitejack a los establos con los demás y alimentarlos, estarán cansados del viaje.

- Jefe, como el tío del vino siga llamándome así, no me hago responsable de mis actos.

- Está bien, respecto a la profecía ¿sabemos algo más?- No le respondió, se giró y continuó bebiéndose su cola light.

Nosotros salimos de la cabaña y Percy nos condujo por todo el campamento, era enorme, me dolían los pies. Llegamos a una cabaña marrón, un poco desgastada para mi gusto además de que era enorme. En la puerta de la entrada había un Caduceo, una especie de barra con dos serpientes enroscadas. Al entrar nos encontramos con un montón de campistas, algunos durmiendo otros peleándose.

- Amanda, te quedarás aquí hasta que tu padre te reconozca. Básicamente te saldrá un simbolito encima de la cabeza, y dependiendo del símbolo serás hija de uno o de otro. Los que viven aquí son hijos de Hermes, ya sabes el dios de los viajeros y de los Ladrones. Bueno que te quedaras aquí.- Salió por la puerta junto con el novio de Clara.

- Bueno, el primer paso es conocer a alguien, ven aquí.- Me arrastró por el brazo, aunque no lo parezca Clara tiene mucha fuerza.- ¿Donde se habrá metido Ángela? Ah, mira allí está.

Nos dirigimos hacia una chica con los cabellos azules, seguramente teñido. Ella se giró para hablarnos, tenía una sonrisa bonita. Como esas que parecen engatusarte.

- Ángela esta es Amanda, se quedará con vosotros hasta que la reconozcan. Enséñale donde puede dormir y esas cosas.

- Vale, hola Amanda, vamos a buscar tu cam...- pareció recordar algo- espera, no quedan camas, dormirás conmigo.

Pasé la tarde con Angela, conociéndonos y dando paseos. Llego la hora de la cena, nos reunimos todos por mesas, mire a mi alrededor, vi a Percy comiendo con otro hombre cabra. Decidí dirigirme hacia ellos, Ángela me siguió, nos sentamos todos juntos. Llegaron Clara y su novio para hacernos compañía.

La cena transcurrió normal, nos informaron de que teníamos que hacer ofrendas a nuestros dioses, yo como no sabía pues se la hice a Hermes. Terminamos de comer. Se apago el fuego principal, y apareció una silueta. Empezó a haber niebla. Se acercaba hacia nuestra mesa lentamente, tenía los ojos esmeralda, brillaban mucho. Cuando se acercó más, me di cuenta de que no tenía piel y solo tenía huesos. Daba tanto miedo que me agarre al brazo de Percy, me sentí muy avergonzada pero sentía más miedo. Bueno saliéndonos del tema un poco, aunque no lo parezca, Percy tambien se sonrojó y me tocó la cabeza con su mano para tranquilizarme, yo me sonroje más. Se paró enfrente de nosotros y empezó a hablar.

- Otra hija de los grandes aparecerá. Doce son las pruebas que tendrá que superar. Durante el camino una vida se perderá. Las reliquias entregarás, al lugar de donde vinieron.

Se volvió y desapareció en la niebla, nos quedamos estupefactos. El señor con la camisa de flores con la Coca Cola se acercó. Yo me separé de Percy aún roja como un tomate.

- Johanson, ahí tienes tu profecía.- y me empezaron a mirar todos encima de la cabeza, no sabía por qué. Agarré el móvil y me mire en la pantalla, tenía un tridente en la cabeza brillando.

- Hola hermana, tú también eres hija de Poseidón.- Me dijo Percy sonriéndome.

De repente me llegó un mensaje al móvil, era de mamá.

Mamá se ha conectado

Mama: Hija, ¿Dónde estás? Tenemos que hablar.

Mi hermano el SemidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora