— Hola pa.
— Nena, ¿cómo te fue? —la voz de su padre era un poco chillona y graciosa.
— Bien, ¿no estabas ocupado?
— Nunca estoy ocupado para vos.
"Sí está ocupado, pero no te lo va a decir", dijo una voz femenina al otro lado del teléfono que conocía desde siempre.
— Hola Ana, ¿cómo andás? —Analía, la novia de su padre, llevaba viviendo con él casi una década, era dulce y cariñosa y había compartido hogar con ella antes de mudarse con su hermana.
— ¿Cómo te fue, nena? ¿Todo bien?
"No le digas nena, shh", la escuchó susurrar esta vez "Ya está grande, cumple los 18 años cualquier día".
— Me fue bien, todo bien.
—¿Te sentís bien ahí? ¿Estás comiendo bien?
—Sí, claro, todo está bien —su padre no podía evitar preocuparse, y ella no lo culpaba. Después de lo que había pasado, cualquiera lo estaría.
— Me alegro mucho, ¿ya hablaste con tu mamá?
— La llamo cuando corte, ¿si? —trataba de contestar con entusiasmo, pero su padre conocía sus tonos de voz.
— Entonces espero que le contés más que a mí, y que vengás a visitarnos pronto.
— Lo haré. Hasta luego, pa. Te amo.
— Te amo más.
"Cuídate corazón", dijo Analía quitándole el teléfono "sos increíble, vení a visitarnos, me encanta que estés creciendo"
— Cuídate también.
Colgó la llamada y marcó el número de su madre.
— Biederman escribanía.
— Que importante.
La voz de su madre cambió de tono y pudo escuchar la sonrisa.
— El amor de mi vida ¿Estás bien? ¿Cómo estuvo tu día? ¿Comiste bien?
— Sí, todo está bien—tampoco culpaba a su madre, aunque era tedioso responder siempre las mismas preguntas.
— Maravilloso, estoy muy feliz. Ambas vendrán juntas a la fiesta, ¿verdad?
— Claro, ya veremos sobre la marcha.
— ¿Cena en casa? ¿Con películas? ¿Con amigos?
Sus padres se llevaban bien, habían terminado en buenos términos, por algún tipo de razón secreta que sospechaba que Emilia también conocía. Le habían dicho que la relación realmente no daba para más porque tenían valores muy distintos, pero le daba curiosidad saber qué valores eran esos.
— Cuídate mucho, ¿sí? ¿Ya tenés un grupo allá?
— Sí, hay un grupo.
—¿Estás segura de que todo está bien? —su madre no iba a colgar sin sacarle más información, no era como su padre.
— Hoy tuve educación física y jugamos al vóley..
— ¿Te sentiste bien?
— Aún me tiemblan un poco las piernas.
— Quizás fue...
— Mamá, sí comí, es falta de costumbre, falta de ejercicio. ¿Crees que el médico me puede hacer un certificado?
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PERROS
WerewolfDesde La Limpieza han decidido reiniciar el calendario. Los humanos se habían organizado mucho más rápido de lo que esperaban y acabaron con la mayoría de los lobos en todo el mundo. Licántropos latinoamericanos, mezclados, tratando de mantener un p...