Val

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Todos en la guardia de la noche estaban tan atareados. Sam era el más preocupado de todos, había llegado a amar a sus hermanos en la guardia, pero aun así no negaba su origen. Ahora con Gilly y el pequeño Sam en Castillo negro, todo el tiempo en su mente rondaban los orígenes de sus hermanos. Sentía que en el único que podía confiar era en Jon. Quien le daba cierto grado de protección al ser ahora el Lord Comandante, un gran título para ser sincero. Pero ahora Jon estaba a punto de hacer algo inesperado, que ponía a toda la guardia nocturna de cabeza.

Estaba claro que si Jon estaba consiente lo que implicaba dejar pasar al pueblo libre por el muro, tenía que ser por una buena razón. Así que Sam lo apoyaría en todo.

Este giro la cabeza y vio a Gilly y la princesa Shireen, con las cabezas sumergidas en un libro. Ambas repetían en voz baja la pronunciación correcta de las palabras. Ya que Shireen le enseñaba a leer.

En ese mismo instante Val entro por la puerta de la biblioteca. Val era la clase de cosa que deleitaba la vista, esas cosas que no olvidabas. Val y Gilly traían a la guardia de la noche de cabeza. Un pensamiento egoísta llego a su mente. Teniendo a Val, la preciosa princesa de Más-Haya-del-muro, los hermanos de la guardia se enfocaría en la princesa y dejarían de lado a Gilly.

— ¿Val? ¿Qué te trae por aquí? — pregunto Sam.

—Estoy escapando de Jon y Tormund — dijo Val — están eufóricos, pensando cómo van a pasar tanta gente por el muro.

—Sin mencionar que los hermanos de la guardia están enfurecidos por eso — dijo Sam — nosotros también escapamos de eso.

— ¿Conoces a ese tal ser Allister? — pregunto Val.

—Por supuesto — respondió Sam — ¿Qué pasa con él?

—Es un pervertido — agrego — ¿Qué no tienen el boto de la castidad?

—No creo que sea perversión, supongo que es más porque, te odia. Pero no es personal odia a todo el mundo — respondió Sam — quizá solo te mata en su mente cada vez que te ve. Eres una salvaje recuerdas.

—Quizá tengas toda la razón...

—Val — dijo Jon a sus espaldas — te necesitamos.

Val hizo una mueca hacia Sam, y este rio con simpleza. Jon estaba parado en el umbral con su capa negra y su cabello crecido. Ella también le sonrió y termino yéndose con Jon.

Tormund esperaba parado fuera de la biblioteca.

— ¿Qué es lo que ocurre? — pregunto Val.

Tormund tenía el cabello pelirrojo enredado, también unas inmensas ojeras bajo los ojos lo que significaba que no había dormido nada en días. Al igual que Jon y la misma Val, solo que a diferencia de ellos Val estaba fresca.

—Ser Allister enloqueció — agrego Tormund — necesitamos que uses de tu persuasión para convencerlo de vuelta.

— ¿Cuántas veces necesitas convencer a alguien? — susurro Val.

—Aparentemente muchas, Allister es un cabeza dura de mierda — dijo Tormund.

—Dudo mucho que con mi persuasión entienda, como vas a cambiarlo si lo tiene desde que nació — respondió Val.

—Sé que puede no funcionar — agrego Jon — pero al menos intentemos.

—Por qué no usas tu poder — dijo Val, y Tormund también estuvo de acuerdo — eres el Lord Comandante.

—Val tiene razón, diles que si no aceptan esto que se jodan — comento Tormund, quien soltó una risotada y Val la siguió con una riza incomoda y nasal. Jon quiso seguirles el juego, pero en lugar de eso solo sonrió.

Caminaron detrás de Tormund, en la gran habitación estaba Stannis, Melisandre, el Maestre Aemon y Ser Allister. Melisandre miro de una forma asesina a Val.

—Vámonos Melisandre — dijo Stannis — Ser Allister reconsidérelo.

—No hay opción mi rey — dijo Ser Allister.

Stannis y Melisandre salieron de la habitación, mientras que la bruja roja miro por última vez a Val. Pero Val le sonrió ya que sabía que tenía todo el poder, tras enteraste que su Rey Stannis Baratheon estaba hipnotizado y que solo hacia lo que Melisandre y su dios de la luz quería. Imagino por algunos minutos que era estupidez del rey Stannis, pero luego supo que subió sobre el regazo del Lord Comandante completamente desnuda. Descubrió que era su táctica.

Val se sentó en un taburete frente a Ser Allister y puso los codos sobre la mesa. Jon se quedó de pie atrás de ella. Y Tormund a unos centímetros de Jon.

—Ser Allister — comenzó Val — deseo que me explique detalladamente cual es el inconveniente con que la gente libre cruce el muro — Val era perspicaz, cualidad que todos admiraban — considerando que el invierno se acerca. La gente libre aumentaría las probabilidades de morir a manos de un caminante blanco. ¿Preferían luchar contra la gente libre convertida en muerto? Ilústreme por favor querido ser.

—Princesa Más-haya-del-muro — dijo Allister — ustedes los salvajes no pertenecen aquí. Son eso precisamente, salvajes. Violadores, asesinos, ladrones. Seguramente a la primera distracción que tengamos, robaran el primer pueblo, violaran a todas las mujeres y usaran de esclavos a nuestros niños.

—Nosotros no hacemos eso — murmuro Val furiosa, mientras que Jon paro el puño de Tormund — quizá se le olvido ser Allister que aquí en la guardia nocturna, la mayoría de sus hermanos son eso precisamente. Violadores, asesinos y ladrones. El punto aquí es sencillo, nuestra gente tuvo la suerte de nacer detrás de ese estúpido muro. Pero no somos muy diferente ¿O sí?

—Snow ¿A esto te has reducido a una secretaria? No puedes darme los recados directamente. Primero quieres dejar entrar a esa gentuza, si no que te escudas en la falda de una salvaje — dijo Allister — te recuerdo que tienes el boto de la castidad. No puedes acostarte con ella, por muy perra que sea la mujer.

Tras esas palabras ocurrieron distintas cosas al mismo tiempo. Primero Jon enfureció y se movió hacia ser Allister. Tormund puso sus enormes manos sobre la mesa, dando un golpe. Pero finalmente fue Val la que tomo acción, usando su puño. Le golpeo la cara directo en la boca, tanto que Ser Allister callo de sentón del taburete.

Jon y Tormund reaccionaron de inmediato. Tormund soltó una risotada tremenda. Mientras que Jon se sintió avergonzado, pero el asunto le dio demasiada risa. La cual callo de manera tajante. Por otro lado el afectado se levantó y furioso empujo la mesa, golpeando el pecho de Val, también haciéndola caer. Jon actuó rápido y la ayudo a levantar.

—Saca a esta perra de castillo negro — grito Ser Allister furioso.

Tormund se acercó peligrosamente.

— ¡Retírate! ¡RETIRATE AHORA! — le grito Jon y no le quedó más remedio que guardar silencio eh irse.

Ser Allister se fue, y Tormund se paró en la puerta.

—Iré a vigilarlos, traman algo los hermanos negros que están con él — dijo Tormund tocando el mentón de Val — Cuídala bastardo.

Jon acepto con la cabeza. Cuando Tormund se fue, se giró hacia Val.

—Lo ciento — agrego Jon — Ser Allister no debió comportarse de ese modo.

—No importa Jon — dijo Val y le sonrió.

—Qué bueno que volviste — murmuro Jon.

Val se paró en sus puntas y abrazo a Jon. Fue un abrazo largo y caluroso.

05S

Light of the Seven Where stories live. Discover now