Enamorando a un trozo de hielo (Serie THE PALACE 1)

CAPITULO 4

*FOTO: Alan*

El domingo "POST-FIESTA" digamos que queda descartado, tenia tremenda resaca, por lo tanto no hice mas que levantarme a comer algo, darme una ducha, alimentar a Dolar y volver a la cama. Llame a Alan para saber si seguía con vida, y por suerte estaba vivo, agonizaba aun mas que yo, pero estaba vivo al fin.

El lunes antes de ir a trabajar pase por MELODY. No había visto, ni hablado con nadie después de la fiesta, así que de pasada, hablaría con Samy.

-Pero miren quien viene ahí... Es la reencarnación de BACKSTREET BOYS.- Grito Samy desde el mostrador con una carcajada casi diabólica, se podía ver llamas en sus ojos de tanta malicia.

No habían muchos clientes aun, pero los pocos que estaban clavaron sus miradas hacia mi.

-Que es eso de BACKSTREET BOYS? Deja de gritar, que aun tengo un fuerte dolor de cabeza.- 

-Como esperas que no te duela nada con lo que bebiste y lo que bailaste?- Respondió la pelirroja acercándose a mi mesa a saludarme. -Tengo algo que te hará famosa en un abrir y cerrar de ojos si lo subo a youtube.- Dijo Samy, volviendo a reír maliciosamente.

Y ahí estaba yo, sentada en mi lugar favorito, viendo el video de un horrendo baile de EVERYBODY, encabezado por mi. Mi dolor de cabeza se intensifico, mas aun, escuchando las carcajadas de Samy.

-De verdad que te pasaste.- Respondió Samy, mientras la fulminaba con la mirada.-No es tan malo Mile. Para estar como una cuba, bailaste muy bien. Es mas, todos te seguimos los pasos al instante.-

Y era verdad, baile un minuto sola, para luego verme rodeada de todos bailando y algunos hasta imitando mis pasos. Al final, luego de ver el video por segunda vez comencé a reírme. Estas son las maravillosas consecuencias del efecto alcohol.

Retasos de la fiesta comenzaron a llegar a mi mente, mientras disfrutaba de un almuerzo XXL. Aunque la cagada que se había mandado Derek, de querer besarme parecía lo mas importante. Realmente no me puso tan mal, como pensar en el idiota del zapatero. Me dio pena en parte, de que Priss haya optado por huir con Alex, pero era algo que se sabia de antemano. Se podría decir que tenia el camino libre para seducirlo, pero era solo cuestión de horas o días, que Gerard volviera a Estados Unidos, y eso me deprimió.

-Sabes algo del hermano de Kevin?- Pregunte a Samy mientras pagaba lo que había consumido.

-Pues no, pero creo que vuelven hoy a su país.-

El teléfono interrumpe nuestra conversación, y luego de unos segundos, Samy me hace un gesto y una seña inteligible. Cuando corta la llamada, me mira con los ojos dilatados y una sonrisa.

-Estira tu camisa hacia abajo y saca pecho, por que esta por llegar Gerard por unos papeles.-Dijo Samy toda entusiasmada.

-Que pecho Sam? soy una tabla de planchar. Dios se quedo sin pechos y me creo con dos espaldas.- Dije sonriendo, mientras un rubor se hacia dueño de mi rostro.

En unos segundos, mi piel ardía y no era de vergüenza por el hecho de no tener una buena delantera, sino que había dado por finalizada mi cacería, y como por arte de magia, volvería a ver al zapatero, aunque fuese unos minutos. Me sentía afortunada, tenia una estúpida sonrisa de oreja a oreja, la cual se borro totalmente al sentir una pesada mano en mi hombro.

Me tomo por sorpresa, no quería voltear, pero comencé a girar lentamente, solo para encontrarme con el alma de Alan. Parecía un maldito espectro. Mi desencanto fue notable, lo cual dejo un hilo de preguntas en Alan.

-Hey que es esa cara? No te da gusto de saber que tu amigo esta vivo?- Pregunto el moribundo.

-Si, eso si. Lo siento, es que esperaba que fuera otra persona.- Dije en tono casi apagado.