CAPÍTULO 1: Años atrás

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El hombre de gris escuchó una risa...

-¡Señorita Watson, atienda a la explicación¡-  Escuché vagamente entre los recuerdos de mi mente.

Mientras algo o alguien intentaba interrumpir mis pensamientos yo me encontraba en mi misterioso mundo... imaginando las más hermosas sirenas que podían existir, con largas cabelleras y deslumbrantes escamas doradas...soñando con el más hermoso de los príncipes, e incluso con seres misteriosos jamás imaginados. Pero entonces esa voz que interrumpía mis pensamientos cada vez se hacía más y más fuerte hasta que...

-¡Señorita Watson¡

Entonces mis ojos se abrieron hasta poder observar con detalle a un hombre vestido por completo de gris, mi profesor de ciencias, el señor Smith. Desafortunadamente tenía que verle durante todo el día, ya que la carrera que había elegido estudiar era ciencias. Siempre me había interesado ésta asignatura, y tuve claro desde el primer momento que sería a lo que me dedicaría en un futuro.

Mi profesor seguía hablando sobre cosas indescifrables para mis oídos ya que yo no tenía la intención de escuchar sus reproches.

-¿Me está escuchando?- Dijo el señor Smith

-Eh... Sí claro

-¡Y ahora la advierto que como la vuelva a encontrar dormida en mis clases no volverá a entrar al aula en los años que la quedan de vida¡- me dijo bastante enfadado el señor Smith- Y ahora señorita... ¿Porqué no comparte con toda la clase sus pensamientos? Al parecer eran muy graciosos ya que se encontraba riendo...

-¡Cuéntanos, yo también quiero reírme¡- Gritaba Ken, un odioso chico que se sentaba delante de mi.

-Yo....ehmmm....

Y así acabaron mis tres primeras horas en la universidad. En mi cabeza solo podía escuchar las risas de mis compañeros de clase. Me senté en una de las amplias mesas de la cafetería y coloqué las manos en mi cabeza. Entonces empecé a pensar en todo lo ocurrido. "Si ayer pudiera haber dormido más, ésto no hubiera ocurrido..."-me dije. Pero eso no lo podía elegir yo, sino mi destido. Mi trabajo "secreto" ( y digo secreto porque nada ni nadie lo podía saber bajo ningún concepto) es a lo que yo llamo "mi destino", ya que ni yo misma sé cuando el deber me llamará. Soy Agente Secreta. Entonces empecé a tener sueño de nuevo, y aprovechando que era la hora de la merienda decidí recostar mi cabeza en la mesa y "echar una cabezadita", para pensar en lo horrible que era mi vida...

FLASHBACK

Todo empezó cuando tenía 8 años de edad. Era una niña con una estatura y peso medianos. En esos tiempos mi cabeza estaba inundada por unos perfectos rizos rubios. Mis ojos turquesas se iluminaban a través de mis enredaderas de rizos. Ese día recuerdo perfectamente hasta la ropa que llevaba puesta (Un vestido blanco), y también recuerdo que iba acompañada por mi perro Green, un pastor alemán bastante inteligente, que en esos tiempos era un cachorro.

Ese día yo estaba jugando con Green a la pelota en el jardín. Recuerdo que mi padre todavía seguía vivo, pero lo que nadie sabía era que al día siguiente ya no lo estaría. Ese día mi padre se dirigía al trabajo. Supuestamente el era periodista en una de las mejores redacciónes de Barcelona. Ese día mi padre se encontraba más extresado de lo normal. Digo ésto porque los días anteriores también se encontraba nervioso y extraño... ya no era el mismo hombre de antes. Ese hombre feliz que no pensaba en su bienestar, sino en el de las personas a las que quería. Yo dejé la pelota con la que estaba jugando dispuesta a darle mi abrazo matutino de despedida, pero lo rechazó. Además no se percató del papel que había caído de su maleta, y marchó rumbo a su supuesto trabajo como periodista. Yo recogí éste papel y  fui directa a mi cuarto. No quería husmear en los asuntos laborales de mi padre, pero había algo en mi interior que decía que debía hacerlo, y así hice. Cuanto más leía, más atónita estaba. No acababa de entender lo que decía ese papel, pero no era nada bueno, eso seguro. Mi padre trataba de explicarle a una mujer llamada Irma que éstos días no iba a poder ir a trabajar por asuntos personales. También la rogó que no se preocupara por él, pues, todo iba a estar bien. Después una notificación llegó al ordenador de trabajo de mi padre, no pude resistir y fui al cuarto de mis padres para coger su ordenador. Cuando leí lo que ponía no podía parar de pestañear, ¡no entendía nada¡. Un número privado no paraba de mandar mensajes a mi padre, amenazándole de muerte. Pero también decía que le dejaría vivir si le entregaba... ¿La información más valiosa de su Agencia Secreta? En ese momento salí corriendo hacia mi lugar secreto, el hueco de un árbol donde yo guardaba un cuaderno en el que escribía mis apasionantes aventuras, pero ese día no estaba de humor para nada. Entonces empecé a llorar por la simple razón de no entender nada. La actitud de mi padre había cambiado  mucho en pocas semanas. Y ahora esas amenazas de muerte... Mi cerebro no paraba de procesar información que nunca podría resolver . Pero no pude seguir pensando en lo ocurrido, pues, quedé profundamente dormida

Let me flyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora