Capítulo 4

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Caminamos al salón y yo lo tomé del brazo, él sonrió cuando lo hice y amé ese instante como ningún otro. Quería sacar un tema de conversación como por ejemplo que había hecho ayer en la tarde o si tenía novia pero cuando llegamos el profesor ya estaba en el salón y como es su clase favorita se apresuró a sentarse donde siempre.

Las clases de cálculo no me aburren tanto como las otras, porque suelen ser bastantes interesantes y estresantes al mismo tiempo. Así que esta vez sí puse atención.

El profesor explicó algunos ejercicios y más tarde anoto otros que debíamos resolver en parejas, mire a mi alrededor y vi que Manzu estaba con Alfonso y me había dejado sola; aunque para la mala suerte de Alan la amiga con la que se junta para realizar ese tipo de ejercicios no había asistido ese día así que él también se había quedado solo. Entonces caminó hasta mi lugar y dijo:

- Así que... ¿quieres ser mi compañera?

- Seguro All

- Genial, para que sea más fácil tu haz 5 y yo hare los otros 7 de esa forma ganaremos las tres firmas.

- Suena bien All pero no soy muy buena en esto

- Apuesto a que eres muy buena

Hice un gran esfuerzo por resolver los ejercicios porque no quería decepcionar a Alan; antes de ir a revisarnos corregimos los errores y para mi sorpresa no obtuve ninguno. Me sentí muy bien porque fue como si pudiera hacer cualquier cosa en ese momento; una vez satisfechos con nuestros ejercicios fuimos con el profesor a que nos revisara.

- Trabajar con el joven Alan te hace mucho bien, desde ahora siempre quiero que sean un equipo, al menos en mi clase, ¿entendido?

- Si profesor.-dijimos al unísono mientras Alan sonreía

Luego de ganar nuestras 3 firmas (y una extra por terminar tan rápido) La clase termino y comenzó la de historia, reviso mi tarea de inmediato porque por alguna extraña razón le importa mucho que me supere y mi empeño sea mejor en mis clases.

- Me alegra que esta vez hayas hecho tu tarea, te quedo muy bien, lo que prueba que estoy en lo cierto

- ¿En lo cierto sobre que profesora?

- En que eres muy inteligente y solo necesitas esforzarte.

- Voy a mejorar profesora.

Fui a mi lugar, del cual aun no se había marchado Alan, pude notar que hizo una extraña mirada y me dijo

-¿Qué te paso en la mano?

Con todo lo bueno que me había ocurrido, hasta ahora pude notar que mi mano estaba sumamente morada y me dolía muchísimo. All pidió permiso a la profesora para que me dejara ir a la enfermería e incluso dejo que me acompañara no tuve ni idea de porque pero me alegra que le haya dicho.

Llegamos a la enfermería y me dieron un desinflamatorio para que se me bajara la inflamación y me vendaron la mano (desgraciadamente fue mi mano derecha y la enfermera me dijo que no la moviera al menos por un día) El estar escribiendo durante la hora de cálculo también había afectado.

Regresé al salón y la maestra me prestó su cuaderno de anotaciones para que yo pudiera sacarle copia, el resto de la clase vimos un video acerca de la independencia.

A la hora del receso Alan fue a mi lugar y muy serio dijo:

- ¿Qué fue lo que te paso en la mano?

- ¿De verdad quieres saber?

- Por supuesto

- Le pegue a la pared esta mañana.

- ¿Tú estás loca?

- Ya estaba considerando esa posibilidad.

- Hablo en serio Carla, pudiste romperte la mano.

- Ya lo sé All, pero no quise pegarle a mi mamá.

- ¿De qué hablas?

- Hoy discutí con mi madre All. Comenzó a decirme "¿Cuándo vas a hacer algo bueno con tu vida? Y cosas de ese tipo, yo me enoje tanto que fui un poco grosera y como no quería herirla mejor golpee la pared.

- Carla, ¿fue por la fiesta?

- Si All

- Eres una persona increíble, aunque no me creas porque solo llevo 3 días de conocerte, pienso que tienes un gran futuro por delate, las drogas no son la solución a los problemas, el camino fácil siempre es más aburrido, arriésgate y cambia algo de tu vida.

- Nunca alguien me había dicho algo así.

- Tu solo te drogas porque no encuentras la salida a lo que te asusta y nadie se ha acercado a ti para ayudarte, pero ahora yo estoy contigo y no voy a dejarte caer. Porque me preocupas Carla

- All, no sé qué mierda pero mis ojos se pusieron llorosos.

- Se llama sentido común se activa cuando te abren las puertas de la realidad.

- No me gustan esas puertas.

- Yo te ayudaré a abrirlas.

Le sonreí y lo abrace, eran las palabras más bonitas que alguien me había dicho, me inspiro a seguir, a probarle a todo el mundo que soy buena persona, que no soy tan mala como todos piensan.

- Gracias All, de verdad que nunca había hablado con alguien de esto.

- No es nada amiga mía.

- Y yo que creí que te caía mal.

- De ninguna manera Carla, a mi te me hacías interesante de conocer.

- Es que estamos tan estereotipados que siempre solía creer que los inteligentes son mamones.

- Bueno, ya ves que no.

Me separe de él, y seguimos platicando de cosas no tan importantes. El resto del día no hicimos nada importante, porque los profesores tuvieron junta y suelen tardarse demasiado.

A la hora de la salida quería irme con Alan pero el me dijo que tenía que irse porque su mamá lo quería temprano ese día.

Me pregunto si alguna vez Alan desobedece a su madre, es tan buena persona que siento que no merece ser amigo de una basura como yo.

Hoy es uno de esos días malos, uno de esos días en los que mi cuerpo me suplica por un poco de marihuana, me prometí a mi misma que lo dejaría y quiero hacerlo pero es mucho muy difícil no hacerlo, mi respiración esta agitada y siento una terrible ansiedad que me pone a temblar mucho. Me tome un último desinflamatorio, me quite las vendas de la mano y trate de moverla poco a poco. La enfermera la había colocado demasiado ajustada, prepare agua tibia y la sumergí dentro para que mi mano comenzara a tener más movimiento, la inflamación había bajado casi el 95% después cambie mi mano en agua más fría, cuando sentí que todo estaba mucho mejor la seque con una tela de algodón y la masajee con una crema para manos que encontré en el tocador de mamá.

Dos semanas para enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora