El tiempo que tuve sola lo use para pensar, y preguntarme ¿Qué diablos pasaba conmigo?
Porque empezaba a extrañar a Alan aunque fuera un corto tiempo el que no habláramos. Algo anda mal en mi vida porque no pude acostumbrarme a él tan rápido.
A la hora de la salida, mamá le mando un mensaje a All de que había pasado por mí, yo sospeche seguramente que otra vez intentaba hacerme convivir con Jorge y le pedí a Alan que me escondiera para que no pudiera verme.
- ¿Qué tan malo puede ser que convivas un poco?
- Tu no lo entiendes All, mejor solo escóndeme ¡por favor!
- Es que yo creo que ya es tarde.
- ¿Por qué?
- Tu mamá se dirige a nosotros
Mi mamá se acerco y venía con su novio (como lo suponía)
- Buenas noches muchachos.- Saludo Jorge amablemente.
- Buenas noches.-Dijo Alan, mientras yo me limitaba a hablar
- Gracias por avisarle a mi hija Alan. –Dijo mi madre, mientras una sonrisa se asomaba en su rostro.
- Bueno tengo que irme, que tengan una noche agradable.-Contesto Alan mientras se daba la media vuelta
- Espera.-Gritó mamá y Alan dio media vuelta
- ¿Avisarme?- le pregunte a All- ¿Ya lo sabías?- el me regalo una sonrisa de arrepentimiento
- No te vayas Alan, porque no vas con nosotros iremos a comer pizza ¿qué dices?
Pienso que mi madre es muy astuta porque, al menos de esa manera no podía negarme para ir con ellos porque ya invitarían a Alan, sin embargo yo aun tenía un as bajo la manga.
-No, Alan tiene que irse, su mamá se molestará si se queda y no quieres causarle problemas ¿verdad mamá?
- No supongo que no Carla, será en otra ocasión entonces.
- Puedo avisarle a mi mamá señora a ver qué me dice.
Nunca pensé que Alan haría eso ¿acaso también quiere arruinar mi existencia?
- ¡Alan!- Exclame enojada
- ¿Qué? De verdad puedo avisarle.
- Muy bien hijo, permíteme tu celular yo le marcaré a tu madre.
Mamá y Jorge se alejaron para hablar con la mamá de Alan y yo lo tomé del brazo para reclamarle lo que me había hecho.
- ¿Estás loco? Te pedí que me escondieras no que te aliaras con mi mamá.
- Vamos, de todas formas te iba a obligar y así por lo menos yo puedo acompañarte.
- Te odio.
Era un juego obviamente porque yo no odiaba a All, pero simplemente me enojo lo que había hecho.
Desee como nunca que su mamá le hubiera prohibido ir, pero para mi mala suerte su mamá lo dejo ir con la condición de que fueran a dejarlo hasta su casa.
Llegamos al lugar, a pesar de que era una pizzería era enorme y elegante nos sentamos en una mesa al fondo.
- Alan estas son mis dos hijas, Gina de 19 años y Cecilia de 16.-Dijo Jorge
- Es un placer.- dijo All saludando con la cabeza a las dos chicas.
- El gusto es nuestro.- Respondió Gina lanzando una mirada coqueta a Alan.
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Dos semanas para enamorarme de ti
RomanceCarla una adolescente de 19 años, tiene una vida dura llena de problemas y malos recuerdos, tiene constantes peleas con su madre y piensa que ya no necesita vivir mas de esa forma. Hasta que conoce a Alan un chico muy inteligente completamente opues...