Salió de mi habitación, me di una ducha rápido y me vestí para poder irme a desayunar, cuando yo bajé Alan ya estaba en la mesa sentado él fue tan lindo y cortés como siempre que cuando me vio se levantó de inmediato para poder "ayudarme" a sentarme jaja Alan tan chapado a la antigua como siempre (excepto por el machismo porque él no es así)
- ¿Cómo amaneciste Allison?-Preguntó Alan que por cierto lucía bastante contento.
- Muy bien, Alan quería preguntarte si ¿iremos a ver a Carla antes de irnos a la escuela?
- Si claro, pero ¿me acompañaras?
- Por supuesto, a menos que no quieras que vaya.
- No lo decía por eso, es solo que ella se ha portado muy mal contigo y bueno no sé...
- Descuida, yo iré si vas a verla además me gustaría saber si esta mejor.
- Está bien, iremos al terminar de desayunar ¿sí?
- Perfecto.
Desayunamos y Alan subió a cambiarse. Y entonces recordé que mi vida pendía literalmente de un hilo, que estuve a punto de morir y no podía acelerar el proceso para poder salvar a Alan, era la primera vez que me importaba exclusivamente él, en realidad me atrevería a decir que lo que me pasa ahora lo merezco porque he sido una completa tonta en todo lo que yo he hecho, y lo único que he hecho bien es herir las personas que me quieren.
No sé que más podré hacer, el tiempo lo tenía contado y ahora parece que se ha esfumado.
- ¿Ya estás lista?
- Seguro
- Muchísimas gracias por alojarme en su casa por una noche señora, estaré eternamente agradecido con usted de verdad.
- No fue nada muchacho, cuídate mucho, se van con mucho cuidado.
- Si mamá adiós te veo en la noche te quiero.
Le dije te quiero a Claudia porque de verdad lo sentía, una vez Alan me dijo que no se dicen los te quieros a la ligera porque cuando no lo dices del corazón alguien más puede pensar que de verdad lo quieres y cuando se da cuenta de que no es así puede salir muy lastimado. Cuando me lo explicó no entendí muy bien a qué se refería, pero con el pasar del tiempo lo he logrado comprender. Luego de salir de la casa Alan y yo fuimos al hospital, mi mamá seguía allí y se veía extremadamente cansada y triste entendí que no era para menos pues la única hija mujer que tiene esta luchando por su vida; llegue a pensar que vería a mis hermanos en la sala de espera pero no estaban, nunca nos llevamos muy bien pero al fin y al cabo éramos hermanos y si no estaban allí por mí al menos por mi mamá que estaba muy triste.
Más tarde me di cuenta de que había sacado conclusiones apresuradas pues me percaté que uno de mis hermanos estaba conmigo en terapia intensiva, lloraba como nunca de verdad que no había visto en mi vida así a mi hermano Nicolás y Agustín (mi hermano mayor) venía para la sala de espera con un montonal de café en vasos grandes, lucía triste y apagado él siempre estaba muy feliz pero esta vez fue diferente.
Me arrepentí porque yo nunca pensé que le importara a mi familia, siempre pensé que el día de mi muerte solo estaría mi mamá y eso por puro trámite, y en realidad les importo me siento la persona más miserable del mundo.
Y ahora me siento tan mal que siento que es demasiado tarde para pedir perdón o decir a todas esas personas que están aquí para apoyarme que las quiero, que daría hasta mis últimos suspiros para que no estén mal, para decir que una persona como yo no merece su perdón y preocupación.
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Dos semanas para enamorarme de ti
RomantizmCarla una adolescente de 19 años, tiene una vida dura llena de problemas y malos recuerdos, tiene constantes peleas con su madre y piensa que ya no necesita vivir mas de esa forma. Hasta que conoce a Alan un chico muy inteligente completamente opues...