Capítulo 22

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Pov. Suga

Por fin había sido capaz de recuperar a Jin.

/¿Qué podría pasar de malo ahora?/

Sólo debía preocuparme por cuidar de él y todo marcharía bien.

Pero por alguna razón no logré convencerme a mí mismo, así que decidí no pensar más en ello por el momento.

Cerré las llaves de la regadera bajo la cual había estado por más de media hora. Por tres días había estado intercalando entre dormir en casa de Jimin y la escuela. Durante ese tiempo me duchaba en las regaderas del gimnasio. El punto era no volver a casa, no podía enfrentar a mi madre luego de haber echo semejante escena en su trabajo, simplemente jodí la oportunidad de ayudarla en algo.

Jin por el contrario, volvió a su vida normal, fue a casa y según me dijo, JungKook no mencionó nada acerca de la fiesta a los padres de Jin.

Cada que lo veía acercarse a mí con su linda carita llena de alegría, sentía ganas de desmoronarme en sus brazos y pedirle que se quedara conmigo y escaparamos a algún lejano. Pero era egoísta pedir eso, además, por más que me aleje, no puedo escapar de mí mismo, siempre cargaría la culpa de abandonar a mi madre. 

Sin más, tomé una toalla y me la amarré a la cadera, fui hasta los casilleros para vestirme antes de ir a mis clases.

-Hey, dicen por ahí que estás reuniendo tu propio harem.

Una profunda voz masculina se dirigió a mí a mis espaldas.

-¿De qué hablas?- era TaeHyung.

-Sabes de lo que hablo, el objetivo era SeokJin, fue una buena broma, pero has empezado a tomar a mis amigos también, deja de tocarme los cojones, ¡eso no es divertido!- dió un golpe seco a una de las puertecilas de metal- ¿Tienes una puta idea de lo que estás provocando?- se acercó hasta mí, poniendo un brazo recargado al lado de mi cabeza.

-No entiendo a qué te refieres. Tampoco creo que te importe mucho con quién me acuesto- contesté en tono altanero y me escurrí por un lado tomando todas mis cosas.

-¿A dónde vas? No te he dicho que te puedes ir- me tomó de la espalda y me arrojó contra las casillas.

-¡Serás hijo de puta!- le solté un golpe a la mandíbula apenas vi la oportunidad. Su labio comenzó a sangrar.

-¿En serio crees que tienes oportunidad contra mí?- se burló mientras se limpiaba la sangre con su lengua.

A continuación me dejó caer todas sus fuerzas en un puño directo a la cara. De no ser porque estaba recargado, seguro me hubiera caído del impacto, sin embargo mi cabeza rebotó contra la superficie dura de detrás.

-¿Tan necesitado de sexo estás? ¿Hiciste todo esto para provocarme?

Yo seguía atontado por el golpe, pero su enojo sólo se iba incrememtando.

-¿Irás también por el resto de mis conocidos? ¿qué crees que se siente cuando hay rumores de que te revolcaste con NamJoon y Jimin? ¡Todos ahora dicen que somos el club de los mariquitas! ¡Y todo porque anduviste paseando tu culo por donde sea que hubiera una verga dispuesta a hacerte gritar! Pero no te preocupes, es ahora cuando intervengo y te bajo de tu estado de celo- me dedicó una sonrisa perversa, lo único que reflejaba era oscuridad y sed de venganza.

-¿Qué... qué intentas hacer?- pregunté algo nervioso encogiéndome en mí.

-Oh, no te preocupes, está bien- dijo en tono irónico- los chicos están cuidando la entrada, nadie va a interrumpirnos.

/Estoy jodido, no hay salida, incluso si intento pelear con él, es obvio que voy a perder, me gana en peso y altura/

Intenté fallidamente buscar alguna clase de salida, cualquier pequeña abertura sería una oportunidad de oro. Pero entonces ¿qué haría con los que bloquean la puerta?

-¿En serio estás pensando en la oportunidad de librarte de esto?- me clavó un gancho al estómago que me sofocó tanto que terminé en los azulejos de aquel lugar.

Luego siguieron las patadas, una lluvia entera de ellas, repartidas específicamente en los puntos más dolorosos. Mi cuerpo escocía,  mi piel se enrojecía y sangraba.

-¿Pero qué pasa?- me jaló del pelo para elevar mi cara lo suficiente para alcanzar la suya-¡¿por qué no estás gritando?!- explotó dejando caer mi cara contra el duro piso, tan fuerte que rebotó.

A partir de ese momento mi estado conciencia se alteró, mi cuerpo se volvió letárgico, pero sí que podía sentir.

-¡Quiero oírte suplicar! Mereces eso y más por arruinar mi maldita imagen, ¡¿te parece que soy una puta burla?!

Lo miré al tiempo que le sonreí.

-¿Te parece que lo voy a negar?- me burlé.

-Jajaja, tan propio del pequeño Suga. Ese humor tuyo, haré que te arrepientas de tenerlo.

Algo cambió en su mirada, antes era el TaeHyung de siempre cuando alguien le hacía pasar un mal rato, pero esta vez tuve la sensación de haber roto el límite.

Y no me equivocaba.

Lentamente se acercó hasta mi cuerpo inmóvil mientras tarareaba como si estuviera feliz. Me colocó boca abajo y lanzó mi toalla, lo único que me cubría la desnudez. Me sentí, por primera vez, completamente expuesto y débil.

-Oh, mira esto es la "joya" que confunde a los hombres, ¿realmente eres tan bueno como para llegar a ese punto?- usó sus dedos índice y medio para simular un hombrecillo caminando desde mis muslos hasta mi trasero.- ¡Bingo!- me dió una nalgadas tan fuerte que sentí sus dedos fusionarse con mi piel.

Entorné los ojos cuando sacó de su bolsillo un garrote y lo extendió. Una cosa era que usara sus puños como de costumbre... pero ¿armas?

Se lo puso en las manos y lo veía sonriendo de par en par. Era una sonrisa retorcida.

-No hay porqué temer, no te golpearé con esto... a menos que sea necesario, claro está.

Sacó su celular y me tomó varias fotos, en algunas salía él haciendo expresiones burlonas. Este chico iba en serio, podía darme cuenta de que no terminaría pronto, y ahora ya tenía otra manera de controlarme.

-YoonGi es el sueño húmedo de Jin, NamJoon y Jimin~-comenzó a cantar en tono tétrico- pobres ilusos estúpidos, se han enamorado de un simple hoyo sin fin~

SuJin- Can you please stay with me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora