Capítulo 23: Un sueño

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Narra Tirian:

Con mis nuevos aliados, Jill y Eustace no nos fue muy complicado encontrar a mi fiel amigo, Alhaja. Al pobre lo habían herido por lo que decidimos que lo mejor era volver junto a él a la cabaña para poder limpiar sus heridas además de pasar la noche allí.

-Mi buen amigo, siento tanto haberte dejado- le pedí perdón a mi compañero mientras le daba una manzana para que pudiera reponer energías

-No es su culpa mi Rey. Es culpa de Aslan, el nos traisionó- dijo apenado

-No diga eso- le reprochó de inmediato la pequeña niña -Estoy segura que todo tiene una explicación, y que no es Aslan el que nos está traicionando-

-Quizás se cansó de estar del lado bueno- dije angustiado

-No, eso es imposible- habló Eustace -el me enseñó el buen camino la primera vez que vine aquí-

-Así es- lo apoyó Jill -Como _____ me dijo una vez "Nunca pierdas la fe en Aslan, ni en el momento más oscuro, porque el siempre está allí..."- citó la chica, yo sonreí ante las palabras de la Reina guerrera.

-"Nunca dos veces del mismo modo, pero si su ayuda es precisa el allí estará"- habló ahora Eustace.

-Tienen razón- habló mi amigo Alhaja -No debemos perder la fe.-

-Por supuesto que no- sonreí -en la mañana seguramente Perspicaz llegue con el pequeño ejercito que le mandé pedir a mi hermana-

-Daremos batalla, y desmascaremos a ese traidor quien se hace pasar por Aslan- habló con seguridad Alhaja

-Perspicaz?- preguntó curiosa Jill

-Si mi bella dama, el es un centauro, uno de los más fieles a la corona- le expliqué -Pero por ahora, lo mejor será descansar, porque para mañana se acerca una guerra para volver a traer a Narnia los años de Paz- y con eso todos nos acomodamos para descansar y esperar a los sucesos de mañana.

Narra _____:

Recordaba haberme dormido en los brazos de Edmund pocos minutos después de habernos recostados en la comodad de la cama de la habitación en el palacio. Pero ahora, incluso sin abrir los ojos, se que no estoy allí, ¿acaso estaré soñando?, es lo más probable.

Abrí mis ojos temerosa de donde estaría, y de lo que me podría pasar a mi, o al bebe que llevo en mi vientre.Tras parpadear un par de veces para aclarar mi visión para darme cuenta que estaba recostada en una hierva seca, y sin vida, mientras que mi cabeza reposaba en mi brazo izquierdo. Poco a poco me senté en el suelo y mi corazón se retorció al ver la imagen frente a mis ojos. No solo el suelo había perdido la vida, también los árboles había padecido la crueldad. Estaban talados, muchos troncos esparcidos por el lugar, rastros de sangre y de tortura. Oh por los mares quien está acabando con la tierra que tanto amo. Pude sentir las lágrimas recorriendo mis mejillas tras el triste paisaje que mis ojos me devolvían. Escondí mi cabeza entre mis rodillas, cerrando mis ojos con fuerza, negándome a ver lo que sucedía. Quería despertar y que Narnia volviera a ser la Narnia que recuerdo, la que estaba llena de alegría, de música, de animales parlantes y árboles cantantes. La Narnia a la que Aslan protegía. ¿Aslan donde estás por qué dejas que esto suceda? pregunté en mis pensamientos.

-Aquí estoy- escuché su profunda voz que hizo que en un segundo levantara mi mirada para encontrarme con ese León a quien sin importar siempre le tendría fe y cariño.

-ASLAN!- grité poniéndome de pie y corriendo a abrazar a mi viejo amigo, al que tumbé en la muerta hierva en el impacto de mi abrazo. El soltó una suave risa mientras yo me aferraba a su larga y suave melena.

Las Crónicas De Narnia: La Última Batalla - Fanfiction - Edmund y _______Donde viven las historias. Descúbrelo ahora