Las siguientes noches después de esa tomábamos un pequeño descanso para hablar sobre nosotros, haciéndonos grandes amigos.
Realmente agradezco que sea amigo del agua de seguridad de la academia y lo dejara entrar por las noches a la sala de música.
Desgraciadamente el no estudia en la academia, pero dijo que hacerlo era su más grande sueño desde que era chico. Sus padres eran esas personas de dinero que querían que su hijo fuera un gran empresario, no un músico.
Me hizo acordar de mi familia, ellos por supuesto me apoyaron desde siempre, aún así no todo fue fácil.
Mi padre para ese tiempo tenía un sarcoma en la pierna derecha y necesitaba hacerse una operación, era muy costosa y teníamos que conseguir el dinero de alguna forma. Ahí fue cuando descubrí el concurso de música patrocinado por la mejor academia de música de España en la escuela.
Uno de los premios eran cinco mil dólares
No lo había pensado dos veces cuando ya estaba anotando mis datos en la hoja de inscripción. Después fue que me entere de que el otro premio era la beca para estudiar en la academia.
Cuando anunciaron mi nombre por el micrófono diciendo que había ganado llore, llore porque mi papá iba a poder mejorarse. Sin embargo la beca seguía en pie y toda mi familia y amigos me incitaban para que la tomara, pero yo no quería dejar a mi papá en esos momentos.
Pasaron dos años y tanto él como su pierna mejoraron. Me convenció para que tomara la beca, que gracias a Dios y los directivo nunca fue retira.
Al final acepte, lo hice por él.
—¿Estás bien? —Dylan estaba sentado a mi lado, no me había dado cuando de su presencia.
Podía ver sus oscuros ojos por la luz de la luna que entraba por los ventanales, era la única luz que había.
—Estoy bien, —respondí en un suspiro —solo pensaba en mi familia.
—¿Quieres que me vaya para que tengas un momento a solas?
—No, —sonreí y lo mire —me agrada tu compañía.
