Biblioteca.

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9 de Agosto.
Atardecer.

La tarde de este día se está tornando un tanto aburrida, la mañana fue más pesada, me pusieron a cargar muchas cajas selladas que ni siquiera sabía que tenían, además, estaban todas polvosas y agrietadas, parecían ser viejas, aunque claro, todo aquí lo era.

A las personas que vivían aquí siempre las encontrabas siguiendo una rutina: a Ivonne la encontrabas leyendo en el sillón reclinable de la estancia; Allan era el explorador de nuestra ciudad, solo él salía por provisiones, pues es un trabajo muy peligroso; Susan y Oliver se mantenían vigilando desde arriba de la muralla; Michelle quién sabe dónde se metía, pero nadie le preguntaba, era una chica extraña; el resto del pueblo se mantenía en casa y rara vez salían a las polvosas calles de la ciudad.

Mientras pensaba en todo eso, hojeaba algunos libros que había tomado de la biblioteca, uno de ellos cayó al suelo y al recogerlo me percaté de algo interesante, no era un libro como los demás. Según la portada parecía ser una especie de ¿diario?, creo que así los solían llamar.

Mi cara hizo una mueca de asombro, no sólo había encontrado una especie de "diario" sino que las páginas estaban exageradamente limpias y blancas, incluso podría decir que estaban "nuevas", pero la fecha no coincidía. Había libros con las mismas fechas, pero a diferencia de este, se veían muy antiguos y deteriorados, añadiendo que hasta el momento no había manera de fabricar papel.

La cubierta parecía estar hecha de piel y bordada a máquina, decidí guardar el diario en mi mochila para leerlo a fondo más tarde.

Está prohibido llevarse los libros, ya que si se pierden se perdería la información y conocimientos que estos contienen, y no sabemos si afuera de la muralla hay más, por lo que empecé a disimular y a husmear otros libros. Para mi sorpresa, vi que Ivonne estaba aquí, ella casi nunca venía a leer a la biblioteca.

Ella estaba sentada leyendo un libro con un marco rojo, parecía poner mucha atención al libro, creo que no se ha dado cuenta de que estoy aquí.

Ivonne ha pasado toda su vida junto a la mía, hemos sido los mejores amigos, aunque últimamente he pensado que esto pudiera ir mas allá de una simple amistad. Aunque ella fuera un "poquín" complicada, como solía decir Oliver, yo podía comprenderla a ella y su situación.

Ella había perdido a sus padres en una expedición a las afueras de la Ciudad Central, pero era muy pequeña como para que lo recordarse. Susan la encontró desmayada junto a sus padres muertos y la trajo aquí.

Tenía la piel blanca como de costumbre, su cabello ligeramente café y una peculiar actitud. Era una persona muy perseverante, normalmente cualquier cosa que se proponía lo terminaba, poseía un carácter fuerte que había ido forjando con los años.

Desde que tengo memoria, su dormitorio ha estado frente al mio, el edificio, a parte de ser un poco pequeño, estaba abandonado, por lo que nuestra relación fue siempre muy cercana, aunque también pienso que esa cercanía es única de nosotros dos, nadie en la ciudad mantenía un vínculo tan fuerte como el de nosotros.

Sonreí con alegría y dolor, porque ya no podía imaginar un momento o una historia sin ella.

Estaba perdido en esos pensamientos agridulces, cuando de repente volteó y me dirigió una sonrisa. Mi cerebro dejó de funcionar en ese momento, vaya que era linda sonriendo, y como si no fuera suficiente, me guiñó el ojo. Las pocas neuronas que me quedaban vivas hicieron huelga y dejaron de funcionar correctamente, antes de que se me ocurriera decir algo estúpido decidí correr, claramente sonrojado y con cara de idiota enamorado. Salí de la biblioteca y fui a caminar para despejar mi mente

Central City (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora