La mañana había llegado, y ahora Tyrone se despertaba convencido de que todo era un sueño. Al no ver a su gemela en la otra cama sólo se cambió y bajó las escaleras alegremente.
Aunque toda su alegría se esfumó al ver a Melissa sentada en la mesa de el comedor hablando alegremente con Dipper y Bill mientras Mabel los miraba con una sonrisa tierna.
Eso sólo significaba dos cosas; la primera: no había sido un sueño. Y la segunda: su hermana se había tragado el cuento de esos dos.
Tyrone frunció el ceño y se sentó en una silla, junto a su hermana. Aunque esta ni si quiera lo notó y siguió hablando con Bill y Dipper.
—¿¡En serio!?—Preguntó ella emocionada.
—Sí—río Dipper—. Aún recuerdo bien la reacción del tío Ford.
—Yo soy quien lo recuerda, a mi fue al que persiguió por medio bosque con un arma anti-demonios mientras gritaba cosas como "¡No dejaré que salgas con mi sobrino, Cipher!".—Mabel, Melissa, Bill y Dipper rieron.
—Oh, y su reacción fue 10 veces peor cuando supo que yo estaba esperando dos bebés.
—Y que lo digas...—murmuró Bill.
—¿Aún tienes las marcas?—preguntó Mabel.
—Sip—Bill subió las mangas de su suéter lo suficiente para dejar ver dos marcas negras en sus muñecas.—Esas cadenas de Sixer realmente eran resistentes... Y quemaban.
Todos (menos Tyrone) volvieron a reír.
—Bueno, ya es algo tarde. Deberíamos irnos ya, Dipper.—Dijo Mabel mientras se levantaba.
—Cierto. ¿Seguro que puedes manejarlo, Bill?—Dipper miró burlón a Bill, el cual rodó los ojos.
—Claro que puedo, ahora váyanse.
—¿A dónde van?—Preguntó Tyron, hablando por primera vez.
—Dipper y yo saldremos por ahí al pueblo con Stan y Ford, para recordar viejos tiempos.
—Sí, los gemelos misterio regresaron a Gravity Falls.
—Bien dicho, bro-bro—Mabel y Dipper chocaron los puños.
—Así que se quedarán con Bill.
—¿¡Qué!?—gritaron Tyrone y Melissa. Tyrone enojado y Melissa emocionada.
—Adiós.—se despidieron ambos antes de salir de la habitación y, seguidamente, de la cabaña.
—Así que... ¿De verdad eres un demonio?—preguntó Melissa a Bill.
—Sí. Y ustedes también... O bueno, mitad demonios. Prácticamente pueden hacer cosas como esta—Bill chasqueó los dedos y apareció algo parecido a un pequeño perro en su palma... Sólo que al parecer era algo así como un perro hecho de fuego... Fuego azul.
—¡Wow! ¿De verdad podemos hacer eso?—Melissa dio saltitos emocionada en su silla.
—Sí. Puedo enseñarles si quieren.
—¡Sí!—Melissa dio saltitos en su lugar y luego bajó de su asiento y fue a la sala junto a Bill. Tyrone los siguió de mala gana.
—Bueno... Primero quítense sus collares.
—¡Sí, señor!—Melissa hizo un saludo militar y se quitó su collar. Al momento empezó a sentirse extraña y el dije de pino azul con un triángulo empezó a brillar con una luz amarilla.—Wow... ¡Vamos Tyrone, quítatelo!
—No gracias—Tyrone se sentó en el sofá, con el ceño fruncido.
Bill lo miró y levantó una ceja mientras reía.
—Vaya, ya veo quien sacó la actitud de Dipper y quien la mía.—Tyrone bufó, más no dijo nada.
—¡Tyrone, por favor! Hazlo por mi—canturreo Melissa, poniendo cara de cachorro.
Tyrone la miró unos segundos y luego bufó.
—¡Muy bien!—Tyrone se sacó el collar de mala gana y sucedió lo mismo que con Melissa.
—Quizás debería comenzar a enseñarles desde lo básico... Flotar.—Bill comenzó a flotar a centímetros del suelo.
—¡Sí! ¡Yo quiero hacer eso!
—Ok, ahora suban al sofá—Melissa subió al sofá y Tyrone se puso de pie sobre este.—. Cierren los ojos y concéntrense en flotar—ambos hicieron lo pedido por Bill—. Ahora salten.
Asintiendo, ambos saltaron del sofá aún con los ojos cerrados; pero luego de esperar por varios segundos no tocaron el suelo.
Abrieron los ojos y miraron sorprendidos como ahora, igual que Bill, flotaban a escasos centímetros del suelo.
—Ni yo lo hice a la primera, y ustedes sólo son mitad demonios.
—Wow... ¡Esto es genial!—Melissa se balanceó de atrás para adelante, pero Bill la detuvo.
—Es como andar en bicicleta, sólo tienes que mantener el equilibrio—explicó el rubio. Melissa asintió y Bill la soltó.
Melissa se tambaleó un poco más y luego se mantuvo flotando.
Bill flotó al rededor de ellos y los miró atentamente.
—¡Bien! No creí que lo dominarían tan rápido. Supongo que puedo enseñarles lo siguiente, DDF.
—¿DDF?—preguntaron a la vez Tyrone y Melissa, confundidos.
—Dominio del fuego.—Bill hizo aparecer en la palma de su mano sus típicas llamas azules.—Melissa, intenta tocarlo—sin pensarlo mucho, la niña acercó su mano al fuego.
—Wow...—murmuró Melissa.—¡Está frío!
—Sí. Los demonios de mi clase pueden tener cierto control sobre el fuego, no suficiente para ser un demonio del fuego, pero no tan poco para ser un demonio de encrucijada.
—¿Ósea que hay diferentes tipos de demonios?—preguntó Tyrone.
—Sí. De menor clase a mayor clase son: Demonios de encrucijada, demonios de los elementos (fuego, aire, tierra y agua), demonios de la naturaleza en general, demonios del amor y la lujuria y demonios de la mente en general—Bill se apuntó a si mismo—. Y en esa categoría, los más poderosos son los demonios de el subconsciente y los sueños—Bill volvió a apuntarse a si mismo.—. Aunque, todos los demonios tenemos control sobre el fuego a la hora de hacer un trato. Pero sólo los de la mente y del fuego tienen más acceso a él además de poder usarlo para sellar un trato.
—Oh...—murmuraron ambos.
—El fuego de cada demonio es de diferente color y capacidades dependiendo del demonio. Considerando que dominaron el flotar en 5 minutos esto no les llevará quizás mas que unas horas.
—¡¿Unas horas?!—Bill se encogió de hombros.
—Tenemos todo el día. Conozco a los Pines y se que eso es lo que tardarán. Ahora extiendan su palma y piensen en fuego, concéntrense en que es y como es.
Tyrone y Melissa extendieron sus palmas frente a ellos y se concentraron. Estuvieron así unos minutos hasta que Tyrone se sobresaltó al ver una mínima llama color morado en su mano.
—Oh, vaya...—mumuró Bill—. Ustedes dos no dejan de sorprenderme. Ese es fuego Veteris, hacía siglos que no había un demonio con fuego de este tipo.
—¡Yo también lo tengo!—gritó Melissa al ver que igualmente había un pequeña llama morada en su palma.
—Esto sí que me sorprende, dos mitad demonios con fuego Veteris...—Bill negó con la cabeza mientras sonreía.—. Py no creerá esto cuando se lo cuente.
—¿Quién es Py?—preguntó Tyrone, mirando aún con curiosidad esa pequeña llama morada.
—Pyronica, es una amiga mía. También es demonio. Concéntrense y sigan practicando hasta que logren una llama más grande, pero tengan cuidado o...—Melissa soltó un grito, mientras una gran llama salía de su palma y quemaba parte del techo. Bill tocó el hombro de Melissa y al instante la llamarada se esfumó.—... O eso—Bill río—. Definitivamente son mis hijos.—Bill negó y chasqueó los dedos, arreglando así lo que se había quemado con la llama de Melissa.
—¿Así?—Tyrone movía su mano como si hiciera malabares, tratando de mantener la llama ahora más grande que había en su mano.
—Sí, justo así—Bill miró la llama—. Trata de mantenerla.—Tyrone siguió moviendo la mano de esa manera durante unos segundos hasta que finalmente esta se apagó.
—Radii...—Murmuró Tyrone. Luego intercambió miradas extrañadas con Melissa; él por lo que dijo y ella por entenderlo.
—Es latín. Es algo así como la lengua madre de los demonios, parece que ahora también pueden hablarla—explicó Bill. Tyrone y Melissa asintieron.
La tarde se pasó así, entre risas y pequeños incendios. Mientas que en otro lugar, ya caía la noche se podía ver a los 4 Pines regresando a la cabaña del misterio.
Stan y Ford iban preocupados por el posible desastre que habría en la cabaña, mientras que Mabel y Dipper estaban más preocupados porque dejar a Bill a cargo de dos niños de siete años no era diferente a dejar a uno de seis a cargo de dos de siete.
Llegaron a la cabaña y entraron, sorprendiéndose de no encontrar nada fuera de lugar ni de escuchar algún ruido.
—¿Bill?—llamó Dipper, aunque no obtuvo respuesta.
Extrañados, los 4 se dirigieron a la sala, encontrando ahí a Bill dormido en el sofá y con Melissa y Tyrone igualmente dormidos sobre él
Dipper los miró y luego notó los collares de ambos niños, tirados en el suelo y brillando con un leve color dorado.
Dipper los tomó y los miró, para después girarlos. Uno decía "Melissa C. P" y el otro decía "Tyrone C. P". Dipper les colocó a cada quien su collar y luego los cubrió a los tres con una manta, para luego mirarlos con una sonrisa, enternecido.
—Sigo sin creerme que mi sobrino está enamorado de mi enemigo...—susurró Ford—. Peor aún, mi enemigo está enamorado también de mi sobrino.
—Y tienen hijos—añadió Stan en otro susurro.
—... Estaré en mi laboratorio—Ford suspiró.
—Y yo en mi habitación—Stan y Ford se fueron y sólo quedaron ahí Dipper y Mabel.
—Vamos a dormir, bro-bro.
—Sí...—murmuró Dipper, le dio una rápida mirada a Bill y a los mellizos y luego se fue junto a su hermana a la habitación que anteriormente Tyrone y Melissa habían usado, pero que había sido de ellos en un pasado.
Ya un rato después, ambos estaban recostados en sus respectivas camas, aunque ninguno podía dormir, y ambos sabían que el otro se encontraba despierto.
—Dipper, regresaré a California mañana—rompió el silencio Mabel.
—¡¿Qué!?—Dipper se giró en la cama, quedando así frente a la otra cama.
—Creo que sería mejor si yo me alejo, así ellos podrían aceptarlo mas rápido—Mabel imitó la acción de su hermano, quedando estos cara a cara.
—No Mabel, no quiero que ellos piensen que tu te alejaste porque yo te hice hacerlo y que me odien por ello.
—No te odiarán.
—Tyrone lo hará.
Ambos guardaron silencio un minuto. Dipper volvió a hablar:
—No te vayas Mabel... No aún, acabo de regresar. Necesito a mi gemela.
Mabel mordió su labio y soltó un suspiro.
—Muy bien... Pero igual intentaré alejarme un poco más de ellos.
—Bien.—Dipper suspiró igualmente, y ahora ambos cayeron dormidos.___________________________________
Creo que este capítulo es mi fav hasta ahora. Bai.
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¿¡Nuestros padres!? [BillDip]
Fanfiction-Mabel, prométeme que los cuidarás bien. -Lo haré, Bill. Por ti, por ellos... Y por Dipper...-Ambos miraron con pesar a los dos pequeños bultos envueltos en mantas en los brazos de Mabel. -Encontraré al responsable de esto, Mabel. No dejaré las cosa...