¿¡Nuestros padres!? [BillDip]

Cap. 4 [Tyrone]

A la mañana siguiente, Tyrone despertó en el sofá de la sala y cubierto con una manta. Bajó del sofá de un saltó y caminó tallando uno de sus ojos hasta la cocina, donde se escuchaba el ruido de voces y risas.
Al entrar a la cocina encontró ahí a Bill, Dipper y Melissa.
Bill miraba orgulloso a Melissa mientras esta sujetaba su collar en una mano y flotaba, y Dipper los miraba a ambos con una sonrisa.
—Eso es genial, Melissa.
—¡Y también aprendí a hacer esto!—Melissa encendió una pequeña llama morada en la mano en la que no sostenía su collar. El día anterior, luego de mucha práctica tanto ella como Tyrone habían logrado encender una llama no muy grande ni muy pequeña, y habían logrado mantenerla encendida por el tiempo que ellos quisieran.
—Eso es genial también.
—Gracias mamá—La sonrisa de Dipper se ensanchó, mientras que Tyrone fruncía el ceño.
—Él no es nuestra madre.—Tyrone se adentró en la cocina y todos lo miraron.—¿Dónde está nuestra verdadera madre?
—Ma-Mabel salió con sus amigas...—murmuró Dipper, dolido.
Melissa miró mal a su gemelo y esté entendió su mirada como un "hablamos luego", a lo cual Tyrone hizo un ademán, para decir "no tenemos nada que hablar", cosa que Melissa entendió y frunció el ceño, mirando a su hermano enojada.
Tyrone la ignoró y tomó una tostada para luego salir de la cocina y luego de la cabaña. No había tenido oportunidad de visitar el pueblo, así que eso haría. Además de que quizás podría encontrar a Mabel, así que no lo pensó mucho y comenzó a caminar.
Recordaba el camino hasta el pueblo de la primera vez que había recorrido el camino en auto hasta la cabaña del misterio junto a Mabel y Melissa.
Tyrone realmente deseaba que nada de eso estuviera pasando, que todo volviese a la normalidad. Aveces despertaba en mitad de la noche creyendo que todo eso era sólo un sueño y que estaba en su casa, en Piedmont California, durmiendo en la habitación que compartía con Melissa y que por la mañana Mabel los levantaría a ambos con cosquillas y luego los tres desayunarían panqueques y harían competencias de ver quien llenaba de maple sus panqueques primero.
Pero no era así, eso realmente estaba pasando.
Luego de un rato, reparó en que había llegado al pueblo por fin, así que vagó por ahí mirando varios lugares hasta que pasó junto a una ventana de una cafetería y vio en una mesa a Mabel junto a otras tres chicas, riendo. Entusiasmado, Tyrone entró a la cafetería y se acercó a la mesa.
—¡Mamá!—llamó a Mabel, la cual al instante dejó de reír y miró desconcertada a Tyrone.
—¿Tyrone? ¿Qué haces aquí? ¿Viniste sólo?
—Quise venir a buscarte y a ver el pueblo, y sí, vine solo.
—No sabía que tenías un hijo, Mabel—dijo una de las chicas con las que estaba Mabel.
—No lo tengo—Mabel río—. Olvidé decirlo, lo siento Paz. Es hijo de Dipper.
—¿De Dipper?—preguntó ahora una chica de lentes—No tenía idea de que Dipper se hubiera casado.
—Ups, olvidé mencionar también eso... Sí, Dipper se casó hace varios años. Con Bill.
—¡¿Bill Cipher?!—gritaron las tres chicas, provocando que la cafetería entera quedara en silencio. Podían haber pasado más de 13 años desde el Raromaggedon, pero todos aún recordaban perfectamente el nombre y los detalles de quien los había tratado de esclavizar.
—¡Shhh! Sí, con ese Bill. Se lo que dirán, y ya tiene cuerpo humano, además de que cambió. Y creo que el hecho de que Tyrone exista lo demuestra.
—¡Él no es mi padre!—gritó Tyrone.
—Tyrone...—Mabel suspiró con cansancio.
—¡No lo es!—y sin más se dio la media vuelta y echó a correr hasta salir de la cafetería y no paró hasta llegar al lago de Gravity Falls.
No entendía como todos seguían creyendo ese engaño, pero él nunca lo creería.
No. Mabel era su madre y el no tenía un padre. Eso era así.
Tyrone tomó una de las piedras a la orilla del lago y la lanzó con furia hacia la masa de agua frente a él. Podía aceptar el que quizás él y Melissa eran mitad demonios o algo así, pero no que Dipper y Bill eran sus padres.
La piedra salió impulsada sobre el agua hasta perderse de vista, envuelta en un fuego morado. Tyrone miró sus manos y luego su cuello, aún tenía puesto el collar, entonces ¿Porqué es que la roca se había prendido en llamas?
—Tyrone—el mencionado no tuvo que voltearse para saber que se trataba de Melissa.
—Vete.
—No. Tenemos que hablar.
—No tenemos nada que hablar.
—A mamá le duele mucho cuando dices cosas como las de hace rato. Comenzó a llorar de nuevo después de que te fuiste. Papá se quedó consolándolo y yo salí a buscarte.
—¡Deja de decir que esas personas son nuestros padres!—Tyrone se giró y miró enojado a su hermana.
—¡No! ¡Porque ellos sí son nuestros padres!
—¡No lo son!—Tyrone comenzó a sentir todo su cuerpo caliente y vio de reojo un resplandor morado. El rostro de Melissa pasó de enojo a confusión.
—Tyrone... ¿Porqué estás envuelto en fuego? Aún tienes tu collar...
—No se como te pudiste creer el cuento de que ellos son nuestros padres—Murmuró Tyrone, ignorando la anterior pregunta de Melissa.—. Sólo tenemos una madre y es con la que hemos vivido toda nuestra vida.
—Tyrone...
—¡Si vas a seguir creyéndote eso entonces ya no eres mi hermana!—Tyrone vio como el fuego se extendía a su alrededor y sintió como sus pies dejaban de tocar el suelo y él se elevaba unos metros.
Melissa retrocedió unos pasos.
—Tyrone, tranquilízate...
—¡No! ¡Ahora todos me dicen que hacer! "tranquilízate", "no los trates así", bla, bla, bla. ¡Estoy cansado! ¿¡No pueden solo admitir que de verdad no son nuestros padres y ya!? ¿¡Porqué seguir con el engaño!?—Una fuerte luz cegó a Tyrone, luego sólo escuchó a personas gritando su nombre y el de su hermana, un grito de Melissa y luego todo se tornó negro.