Capítulo 4

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Capítulo 4:

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Capítulo 4:

Al salir de la casa, Shay y yo echamos un vistazo alrededor en busca de Aria. No estaba en ninguna parte a la vista, así que tuvimos que caminar por el estacionamiento abarrotado de autos. Imagínense mi sorpresa al ver que mi amiga se las había arreglado para enrollarse con otro chico del equipo en algún momento desde que la dejé con Jacob.

Ya que el chico se encontraba de espaldas ―demasiado ocupado metiendo la lengua en la garganta de Aria―, no podía divisar su rostro, pero al ver su cabello oscuro era suficiente para saber que no era su compañero de equipo.

―Creo que me siento incomoda ―susurró Shay a mi lado y estuve de acuerdo. Ya eran dos veces que presenciaba una situación como esta y tenía el impulso de salir corriendo.

Me aclaré la garganta y llamé a mi amiga por su nombre en voz alta pero aun así tardó varios intentos en dejar de besar al chico para finalmente darse cuenta que estaba en un lugar público y que alguien solicitaba su presencia.

―Hum... lo siento, Lyndie. No te escuché llegar ―dijo Aria después de recomponerse.

El chico se hizo a un lado para dejar que ella se moviera hacia nosotras pero tardó un poco más en darse la vuelta, suponía que reacomodando todo en su lugar. Cuando nos dio la cara finalmente, lo reconocí. Creo que su nombre es Zander. En realidad es el más reservado del equipo pero no porque se tratase de uno de los buenos, como Landon, tenía más que ver por su familia adinerada. No sabía mucho de él pero realmente no podía considerarlo mucho mejor partido para mi mejor amiga que Jacob.

―¿Lyndie? ¿Las llaves? ―presionó Aria cuando notó que había estado mirando fijamente a Zander. Seguramente malinterpretó mi escrutinio pero no iba a disculparme.

―¿Podemos hablar primero? ―pregunté, en lugar de darle las llaves.

Ella frunció el ceño pero caminó hacia mí y yo tomé su brazo para alejarnos un poco. Pude sentir tanto la mirada de Shay como la de Zander en nosotros pero la primera no me provocó incomodidad como la segunda.

―¿Qué demonios te pasa? ―cuestionó Aria cuando estuvimos a un par de metros―. Al menos podrías fingir menos interés en lo mío, ¿no crees?

Bufé. En realidad ella creyó que estaba comprobando a su conquista de la noche. O Aria era muy despistada o era muy posesiva, lo cual era extraño ya que éste era solo uno más de su lista.

―¿Desde cuándo es tuyo? Creo que un par de minutos es muy poco tiempo para darle esa categoría, ¿no crees?

―¿Sabes quién es ese? ―preguntó como si yo fuera estúpida―. Zander es el chico que todas quieren y yo lo tengo por esta noche ―enfatizó y creo que incluso sentía que era necesario recalcármelo a mí.

―¿Aria? ―llamó Zander desde el otro lado―. Si tienes problemas podemos dejar esto para otro día ―él realmente parecía molesto de no estar en acción.

Entre nadar o hundirse © [LEC #0.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora