Decepción

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Su cabellera rubia brillo al momento del impacto entre la luz y el mismo, era Gigi la enfermera del primer turno, a Maggie le agradaba verla, sin embargo, no podía evitar sentirse decepcionada, en el fondo deseaba que sus amigos cuyo vio solo una vez regresaran, se aburría todas las tardes sola, quería dejar de despertarse con pesadillas, quería alejar aquellas imágenes aterradoras de su cabeza, quería conseguir respuestas a sus miles de preguntas pero nadie parecía interesado en contestárselas, Gigi la enfermera se acerco y coloco la bandeja de comida que traía en sus manos en la mesita que está al lado de la camilla de Maggie

-bueno días Maggie, como amaneciste? - pregunta muy amable como siempre

-bien supongo ¿y tú? - intentaba dar interés sin embargo no podía ocultar la decepción

-bien gracias, ¿quieres comer ahora? - le pregunto Gigi y Maggie solo negó con la cabeza

-comeré mas tarde, gracias - Gigi solo le sonrió y asintió para luego salir dejando de nuevo sola a Maggie, como casi era de acostumbrarse todos los días, ella se preguntaba si alguien sabia de su existencia si no tuvo familia o amigos ¿por qué estaba completamente sola? ¿que acaso no fue importante nunca en la vida de nadie? que decepción saberlo, ni una visita ni un mensaje sola siempre sola, una pequeña lagrima corrió por su rosada mejilla

-¿por qué? - empezó a sollozar secaba sus lagrimas pero sus ojos seguían goteando con desesperación, como desearía que alguien, quien sea entrara en la habitación y empezara a consolarla, susurrarle palabras tranquilizadoras y decirle que la quería, solo eso necesitaba en ese momento pero no tenía a nadie, nadie estaba ni estaría para ella

En la recepción****

- por favor solo será un momento, le traje algunas cosas, solo quiero saludarla- ¿hasta cuándo estaría él en esto? llevaba casi una hora tratando de convencer a la recepcionista de que la dejaran ver a Maggie pero ella se negaba rotundamente

-lo lamento joven pero están prohibidas las visitas para la señorita Maggie - Niall bufeo ya cansado, lleva días intentando ver a Maggie pero no le permiten ni siquiera verla un minuto

- no lo entiendo, ¿por qué no le permiten tener visitas? esto es una tontería

-la señorita según tuvo un gran accidente y resulto tener consecuencias en su cerebro al parecer los doctores no creen que ella este capacitada para recibir visitas aun, por favor vuelva la próxima semana

- eso llevan diciendo hace un mes- tira levemente su cabello hacia atrás con su mano y se sienta molesto en una de las sillas de la sala de espera del hospital

El trata de pensar en alguna manera de verla, necesitaba verla hablar con ella era un capricho que el tenia desde hace mucho y no renunciaría a ello, estaba cansado de esperar, de que Simón lo regañara por faltar a los ensayos y reuniones solo por insistir en ver a Maggie cansado de no obtener lo que quería, una idea un poco loca y descabellada llega a su mente pero ¿que tenía que perder? igual no le permitían ver a Maggie así que ¿por qué no?, Niall se levanta y trata de pasar lo más discretamente posible por el largo pasillo ya cuando lo logra observa detenidamente las puertas y hay una que dice " solo personal médico" el entra volteando a los lados con cuidado de que no lo descubran, logra entrar, no hay doctores ni enfermeras no hay nadie solo un escritorio sillas una cafetera carpetas archivos batas blancas y cosas como inyecciones y otros implementos de doctores, Niall actúa rápido y deja su gorra a un lado para ponerse una de las batas blancas y hacerse pasar por doctor, aunque le sería un poco difícil ¿quién no conocía al famoso Niall Horan? pero bueno el quería intentarlo de todas maneras. salió con suma discreción y bajo su cabeza mirando al piso, siguió caminando por el largo pasillo hasta que llego el momento de la verdad tenía que pasar por al lado de la recepcionista sin que ella lo reconociera, su pulso estaba agitado y el sudor corría por su espalda, pero para su buena suerte la señora estaba muy concentrada en unos papeles así que logro pasar desapercibido, camino rápidamente casi corriendo hacia la habitación de Maggie el solo esperaba que ella siguiera allí sonreírle y hablar con ella, en cuanto llega abre la puerta con suavidad enseguida el sonido de unos sollozos llegan a sus oídos entra rápidamente y encuentra a Maggie un poco diferente de la ultima vez, su rostro no esta tan hinchado y solo está un poco moreteado en las mejillas sus labios están casi nuevos gruesos rosados y carnosos su piel esta en el proceso de curación, sin embargo también noto que sus ojos estaban rojos y que estaba llorando cerró la puerta detrás de él y se dirigió directamente a la camilla ya estando allí no dijo nada, solo se sentó junto a ella y la abrazo muy fuerte ¿cómo supo que era lo que necesitaba? Maggie solo sollozo en su hombro y lo abrazo fuerte, muy fuerte como jamás había abrazado a alguien en su vida

-¿eres tú? ¿Enserio eres tú? o ¿estoy soñando?- dijo Maggie entre llanto Niall le dio una mirada tranquilizadora y limpio algunas lagrimas con sus pulgares

- si pequeña soy yo no llores, por favor no llores, no me gusta verte así - le rogo y ella empezó a secarse el rostro con el dorso de su mano y le sonrió a Niall - así me gusta pequeña, ahora dime ¿por qué llorabas?

- es solo que- suspiro y lo volvió a mirar -odio estar sola – él, la volvió a abrazar y ella recostó su cabeza en su hombro

-yo también lo odio pequeña - ella levanto su cabeza y lo miro para luego sonreírle con alegría

-gracias por venir, me sentía terrible aquí sola

-te traje dulces pero- rasco su nuca nervioso- entre a escondidas y tuve que dejarlos, lo lamento

-jajaja no te preocupes lo mejor para mi es que estas aquí -ella le sonrió y entonces él lo sintió, aquella magia aquel impulso que le decía que ella era la chica que alegraría sus días calmaría sus nervios soportaría sus caprichos y lo consentiría, el sabia sentía que era ella. 


La mascota de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora