5. Castillo de naipes

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Minato: Hikari, mi pequeña. Te quedarás con los señores Uchiha hasta que volvamos a por ti cuando mamá termine de dar a luz, ¿de acuerdo? - Dijo acariciándome el pelo-

Hikari: Vale papá, cuida mucho de mamá. Espero ver a mi hermanito pronto. -sonreí-

Minato: -me devolvió la sonrisa- Gracias Fugaku, gracias Mikoto. Gracias por dejar que Hikari se quede con vosotros.

Fugaku: Descuide Cuarto. Aquí estará bien. -dijo serio pero, a su vez, transmitiendo confianza-

Minato: Gracias de nuevo. Itachi, te confío a Hikari, ya lo sabes -le guiñó un ojo- Cuida bien de mi pequeña.

Itachi: No se preocupe Yondaime. Cuidaré con mi vida a Hikari si es necesario. Lo sabe usted. -respondió con firmeza pero... ¿Sonrojado?

Minato: Debo irme ya. Gracias por todo. te quiero pequeña.

Desapareció. Yo me quedé en casa de los señores Uchiha como me dijo mi padre.
Me explicaron que podría ser peligroso por el sello del Kyubi que tenía mi madre.

Tenía miedo. Notaba el ambiente tenso y frío y mi intuición no solía fallarme...

...

Estaba con Itachi y Sasuke en el jardín observando el cielo nocturno, cuando de pronto comenzamos a escuchar gritos de personas pidiendo auxilio y rugidos de... ¿Era el Kyubi? Entonces mamá... No puede ser... Tenía miedo, mucho miedo.

Me temí lo peor y salí corriendo de allí. Hice caso omiso a lo que Itachi me decía. Él salió detrás de mí rápidamente.

Tenía miedo, pero aún así fui hacia donde vi que estaba el Kyubi, sabía que allí hallaría a mis padres, y así fue.

Mis padres estaban muy débiles, producto de la constante lucha por la que habrían pasado. Junto a ellos se encontraba un bebé de cabello corto rubio. Naruto...

Hikari: Papá, mamá. ¿Qué pasó? -Corrí hacia ellos. Estaba aterrorizada, no podía dejar de temblar-

Kushina: Al final vas a tener que cuidar a Naruto tu sola, Hikari. Lo siento. Te dijimos que su nombre sería Naruto, ¿cierto? -asentí- Es por la novela que escribió Jiraiya. Su personaje principal se llama Naruto. Tienes que hacérselo saber- dijo con una débil sonrisa-

Comencé a llorar. No podía articular palabra alguna, no podía moverme. Estaba petrificada.
Mi madre quería sacrificarse y nos dejaría a los tres solos, pero mi padre se decidió. Él también iba a morir... Mi padre usaría el Shiki Fuujin para sellar la mitad del Kyubi en él y, la otra mitad en Naruto con el Hakke Fuin. ¿Por qué a Naruto? ¿Por qué tenían que morir?

Unos segundos después activó la primera técnica y selló gran parte del Kyubi, después activó el Hakke Fuin y de la nada salió un pedestal de ceremonia en el que depositó a Naruto.

Vi como el Kyubi iba a atacar a mi hermano lleno de odio y decisión y no dudé ni un segundo en correr hacia él y protegerle, pero entonces, al abrir los ojos, vi como mis padres estaban atravesados por una garra de ese demonio.
No lo podía creer, ahora sí que no podía creerlo. Estaba helada, petrificada. Mis padres estaban muriendo y no podía hacer nada...

Kushina: Por favor, mi pequeña Hikari... Cuidale, protegele, quierele. Sé una madre como yo lo fui contigo. Por favor... -dijo mi madre con voz casi inaudible- Cuidaos mucho. Os quiero tanto... Tantísimo...

La Uzumaki Definitiva (Itachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora