Esta historia narra la vida de Hikari Uzumaki. Una shinobi con un poder único. Tendrá una larga vida para sufrir. Pero, ¿solamente sufrirá..? Alegría, tristeza, rabia, amor... Una vida que solo una shinobi como nuestra protagonista podría vivir y su...
Shisui: Lo siento Sasuke, tomaré prestado a tu hermano.
Sasuke: -inflando los mofletes- ¿Po qué nii-sa y Ikari-sa? Nuu
Shisui: ¿Sabes que pasa Sasuke? Que ese par van en pack, como los 2x1 en la tienda de la señora Anzu -dijo riéndose-
Hikari: Bueno, ya vale Shisui. Encima que le robas el hermano al pobre Sasuke, te burlas de él que es muy pequeño aún y no puede defenderse. Vámonos ya. - valesí, amítambiénmehaechogracia, peroesoélnolosabe- ¡Adiós Sasuke!
-En el bosque-
Resulta que Shisui tenía una misión, pero necesitaba a dos Genin para ayudarle, así que mi buen Uchiha y yo nos ofrecimos voluntarios. Y es que, como no ofrecerse voluntario si era genial estar con Shisui, sabía tantísimo... Nos enseñó a observar con detenimiento nuestro alrededor, para rastrear bien al enemigo, fijándonos en cada una de las pistas y engaños que la propia naturaleza nos ayudase a dejar.
Antes del anochecer, pescamos en el río que encontramos y encendimos una fogata para cocinar el pescado y pasar ahí la noche.
Me lo estaba pasando como nunca. Hablamos de todo un poco; nuestro pasado, aspectos curiosos sobre nuestra personalidad, carácter, habilidades de combate, familiares y amigos perdidos en combate, sobre el sharingan... Todo iba viento en popa a toda vela, hasta que de un momento a otro aparecieron unos anbu cerca de nosotros. Protegimos al que parecía el perseguido, e inocente de todos ellos. Estaba herido.
Entramos en pelea, un tres contra tres. El sonido de nuestras katanas retumbaba en mis oídos.
Itachi activó su sharingan y pudo leer a la perfección todos los movimientos de su adversaria. Adivinando sus combinaciones de ataques con la katana y shurikens, sabiendo por donde moverse ya que esa anbu rodeó todo el lugar con una especie de cables. -impresionante, pensé-
Shisui, por su parte, utilizó su famosa técnica de teletransportación (Shunshin no jutsu), derrotó a su adversario en un abrir y cerrar de ojos. -menudo nivel- Itachi y Shisui eran increíbles, lo hicieron todo a la perfección, sin ningún fallo. Venciendo.
Mientras tanto, yo, chocaba mi katana sin descanso contra la del enemigo hasta que comencé a cansarme y retrocedí unos pasos, lancé unos kunais y... ¡Jutsu del Dios Trueno Volador! - Dije con fiereza- de repente me encontraba detrás del enemigo, que estaba en shock, mientras volvía a formar otro par de sellos. Al instante aparecieron dos marcas en las palmas de mis manos y rápidamente las choqué con la espalda del enemigo. Automáticamente el anbu dejó de moverse y calló al suelo desplomado. Mis técnicas basadas en los sellos, creadas y perfeccionadas por mi clan, el clan Uzumaki, cada vez las dominaba mejor, el enemigo estaba en una profunda parálisis.
El único anbu consciente que quedó, cargó a sus compañeros y se los llevó, no sin antes dirigirnos unas palabras...
Después fuimos a hablar con los jounin a cargo del ejercicio y nos felicitaron por nuestra excelente actuación.
Nos retiramos a nuestras respectivas casas, Shisui cargó a Itachi todo el camino en su espalda, puesto que se hizo un esguince y no podía caminar por sí solo. A mí me pareció una imagen muy tierna. Para no serlo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Empezaba a estar, por fin, en tranquilidad conmigo misma. Me empezaba a sentir feliz, de cierta forma, de nuevo... Naruto estaba sano y era feliz, a pesar de no poder encargarme de él todavía en su totalidad. Tenía muy buena relación con Itachi y con Shisui, ellos alegraban mis días más oscuros. ¿Qué podría salir mal?
