La Uzumaki Definitiva (Itachi)

15. Ayudame

Llevaba 4 años aproximadamente con Orochimaru. Años llenos de torturas físicas y mentales y de experimentos para saber más sobre el clan Uzumaki y sus jutsus, pero sobre todo el porque de haber nacido con Tora. Solamente para extraer todo su poder.

A fuera, escuchaba explosiones, seguramente Orochimaru o sus sabandijas habían liado alguna de las suyas. Quería aprovechar y escapar, como siempre. Pero esta maldita jaula no me lo permitía, además, estaba muy cansada.

Naruto, mi querido hermano. Te echo tanto de menos. Itachi...

Itachi
Era mi oportunidad de entrar a ver que tramaba Orochimaru. Era ahora o nunca, ya que estaban peleando contra Sasori y Deidara.
Entré y activé mi sharingan para guiarme mejor.
Pero.... Un momento.
¿Por qué sentía el chakra de Hikari aquí? Era imposible.

Eché a correr lo más rápido que pude. Mis ojos eran mi guía en estos momentos.
Y en efecto, era ella.
Me enteré de su muerte unos días después de que ocurriese y no pude perdonarmelo nunca. Por eso acepté esta misión, para ver si encontraba algo de ella aquí. Para vengarme... Pero nunca creí que Orochimaru la tendría viva.

Dios, se veía tan débil, tan cambiada... Prometí que la protegería aún en la lejanía y no cumplí mi promesa.

Hikari
Abrí mis ojos y ahí en frente de mí, estaba Itachi llamándome. Parecía un sueño, un bonito sueño...

Hikari: ¿Itachi, eres tú de verdad?
Oh no, ¿qué haces aquí? Tienes que irte, Orochimaru...

Itachi: Es una larga historia que algún día te contaré, pequeña -me interrumpió con una sonrisa- ahora voy a sacarte de aquí y ayudarte a volver a la aldea, ya me contarás porque te ha tenido todo este tiempo este maldito aquí.

En unos segundos, Itachi había destrozado la jaula en la que tantos años había estado retenida.
Intenté levantarme, pero estaba demasiado débil para hacerlo. Itachi me cogió -como si fuese una niña pequeña- y escapamos sin ninguna dificultad, lo que me pareció extraño.
Le rodee el cuello con mis brazos para sujetarme mejor y comencé a observarlo. Habían pasado más de 4 años desde que lo vi por última vez y aún así, le quería como el primer día o incluso más.
Había crecido mucho, su pelo también, estaba muy alto y fuerte y su rostro reflejaba claramente que había madurado mucho, a pesar de que sus ojeras eran enormes.

Me dolía no haber estado con él, compartir el tiempo juntos... Pero la vida es muy caprichosa y las cosas nunca salen como nosotros queremos o tenemos planeado.

Comencé a quedarme dormida, mientras sentía sus labios posarse dulcemente en mi frente.

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Hay, que bonicos que son.
La verdad es que Itachi me encantó desde el minuto uno que apareció en el anime, normal ❤
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