V [Final]

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Baekhyun había resultado herido en un accidente automovilístico al salir de sus clases de música y tras unos días en el hospital terminó falleciendo y su esposo, Sehun, decidió llamarme.

Sabia de mí trabajo ya que yo era el sepulturero del mejor cementerio de la ciudad. Sabía muy bien como realizar mi trabajo, preparar a los muertos para dejarlos en sus cajones y que estos permanecieran en un optimo estado durante mucho tiempo. El acto fúnebre era todo un arte para mí y aquel día conseguí la última pieza que faltaba a mi rompecabezas.

Conseguir a mi abuela fue algo sencillo, casi todos los días fallecía gente de esa edad y por consiguiente fue la primera en aquella habitación. Luego llegaron mi madre y mi padre, tenían cierto parecido a mí y el aspecto perfecto que imaginaba en unos ideales. 

El rostro de mi papá poseía facciones que incitaban respeto y autoridad mientras que el de mi mamá era delicado y dulce. El cachorrito también fue algo sencillo pero tuve que recurrir a otros ámbitos, llevándome el de mi vecina, el cual había fallecido hacia un tiempo.

Y los pequeños, ellos fueron los más difíciles. Ambos debían tener el cabello castaño pues Baekie y yo no somos rubios, debían parecerse y tener aquella piel tan blanquecina como la de mi esposo. Los conseguí aquel día en que llamaron para avisarme que dos hermanitos habían sufrido un ataque, uno en que su madre enloqueció y ya imaginan el resto.

No fue fácil engañar a Sehun, aquel maldito quería ver a toda costa el cuerpo de mi esposo en aquel ataúd pero conseguí mi cometido.

Al regresar a casa pude permitirme apreciar a mi familia completa, acaricié el delicado rostro de Baekhyun, delineando sus suaves facciones, observando sus hermosos ojos y esa preciosa sonrisa que tan feliz me había hecho en mi niñez y lo seguia haciendo ahora. Por fin estaba conmigo, después de tanto tiempo él se había dado cuenta de que estábamos destinados y de que yo era el único que podía poseerlo.

El sonido del timbre interrumpió mis pensamientos, haciéndome salir del sótano y subir para ver quien venía a interrumpirme.

—Somos policías, necesitamos registrar su casa por una denuncia realizada en su contra.

—Yo no permitiré que ustedes entren a mi casa. ¿Qué clase de denuncia?

—El señor Oh Sehun pidió que abrieran la tumba en la que se encontraba su esposo, encontrándola vacía y usted es el principal sospechoso.

—Él miente, siempre me odió y ahora está buscando hundirme. Esta es mi casa y no permitiré que entren.

Dicho esto cerré la puerta, oyendo como estos me decían que irían por una orden de allanamiento y volverían en una hora. Decidí ignorarlos, bajando nuevamente con mi familia, moviéndome con rapidez por el lugar, volviendo a sentarme junto a mi pequeño.

—Hay mucho olor a gas, Baekie. —dije, aspirando el aroma en el ambiente, tomando la mano de mi esposo. — ¿Hace demasiado frio, no crees? El olor es cada vez más fuerte. —fruncí el ceño ante aquello, mostrando una sonrisa a toda mi familia luego. — Saben cuán importante son todos ustedes para mi, y tu sabes cuánto de amo, Baekhyun, cuanto te he amado siempre. No voy a dejar que nadie nos separe, nadie. —me acerqué a su mejilla, dejando un beso en esta mientras encendía una cerilla. — Iremos a ver las estrellas juntas, mi amor.

Fossoyeur ↪ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora