Antes que nada debo anunciar que este capitulo quedo un poco largo ¡Gracias por leer!
"¡A mi la venganza y la sanación en el momento que su pie vacile! Pues se acerca el día de su ruina y pronto llega su fin." Deuteronomio 32:35
Comencé a forcejear, en el rostro de Jyushimatsu podía ver algo que no había visto jamás, tenía miedo y me recordaba a mí el día de mi catástrofe ¿Le haría lo mismo? No, no lo permitiré jamás.
Osomatsu se acercó al arcángel y tocó su cara de este, acariciandole la mejilla con suavidad.
- ¡Ya basta! - dije - ¡Jyushimatsu defiendete! - grité aún intentando sacarme a Todomatsu de encima.
- ¡No puedo! - me respondió - Tengo miedo....n-no puedo moverme...-.
- ¡Ya callense! - gritó a aquel demonio y le dio un fuerte golpe en la cara al de ojos dorados.
Luego de eso pude ver como a sus manos les crecieron unas enormes y horribles garras, al mismo tiempo que se formaban de un color rojizo quemado.
- Vamos a jugar - le dijo a Jyushimatsu - Tienes muchas así que no te harán falta...- al escuchar eso abrí los ojos sorprendido al ver que con la mano derecha tomó el ala izquierda del arcángel y al instante aquellas plumas que tocó se tornaron negras y se escuchó un sonido como si quemara una hoja de papel, para después arrancarlas sin piedad y dejarlas caer al suelo como polvo.
Jyushimatsu gritó de dolor al mismo tiempo que las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.
- ¡NO! - grité desesperado e intentaba más escapar, pero no podía, Todomatsu me tomaba con tal fuerza que lo único que podía mover era mi cabeza.
Continuó la tortura para Jyushimatsu, arrancando sus plumas por puños y dejando sus enormes alas cada vez más cortas y cualquier ruido en la habitación era enmudecido por los alaridos del arcángel.
Finalmente, después de mucho suplicar y gritar que lo soltaran, finalmente lo recordé, siempre portaba una cadena en mi cuello con una cruz que estaba santificada. La moví con el mentón hasta el punto en el que pude tenerla en mi hombro y sostenerla con la boca, luego de eso la rompí moviendo mi cabeza con brusquedad y la rompí, para después escupirla en la mano de Todomatsu haciendo que esta se quemara.
- ¡Maldito imbécil! - me gritó y me soltó de aquella mano para sobarse, pero yo me moví, le propiné un golpe en la cara tirandolo al suelo y luego tomé mi arma y le disparé en la pierna.
Osomatsu al escuchar el balazo volteó a verme, tiró a Jyushimatsu al suelo y después lo sometió ahí con cadenas en un rojo intenso que quemaban la piel de arcángel quien gritaba pero intentando moverse lo menos posible.
- ¡Ya déjalo! - grité y di un disparo a la cabeza de osomatsu, pero el detuvo este con su mano y me miró.
- Muy bien - dijo en un suspiro - ¿Te gusta jugar con fuego? - rió un poco - a mi me gusta más - después de decir esto chasqueó sus dedos y Jyushimatsu se prendió en fuego por completo.
Lo escuché gritar horriblemente y comenzó a patalear moviéndose desesperadamente, yo corrí de inmediato a intentar salvarlo, pero antes de poder llegar a el Osomatsu me golpeó el estómago de tal manera que mi respiración se cortó y mi estómago comenzó a arder al mismo tiempo que escupí sangre y no pude moverme.
Comencé a perder el conocimiento, mi vista se hizo borrosa y lo último que pude ver fue a alguien apagar el fuego y preguntarme a mi "¿Estás bien?", eso fue lo último que recordé antes de perder el conocimiento.
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Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)
FanfictionHay que saber andar sobre el fuego sin quemarse, en especial cuando son las llamas del infierno. (Créditos al respectivo autor de la imagen de la portada.)