Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)

Cambios.

Antes que nada, me disculpo por actualizar tan tarde pero mi celular tuvo un accidente y ahí tenía escrita la mitad del capítulo (y sinceramente no lo iba a volver a escribir por que no me acordaba) eso es todo, gracias por leer, los dejo con el capítulo.

****Rey del inframundo*****

"Viste terminado el trabajo, uno de esos dos inútiles cayó inconciente, pero al ver a aquel ángel destruido en "su iglesia" y su gente aterrada, sonreiste de oreja a oreja con tu dentadura repleta de colmillos y tus ojos brillaron en un carmín intenso haciendo una pequeña risita ¿Cómo reaccionaría ante esto? Realmente se había puesto interesante...."

Jyushimatsu tapandome con sus alas me llevó hasta mi oficina, y ahí me dejó ponerme ropa otra vez, me dolía caminar y sentarme, mis piernas se sentían débiles y las lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, la impotencia que tenía era insoportable, quería morir ¿Por qué Ichimatsu no me había matado? ¿Por qué me tenía que condenar así? No lo comprendía para nada, pero tenía que intentar superarlo.

Terminé de vestirme y Jyushimatsu me tomó entre sus brazos para llevarme volando hasta el manantial, y mientras volabamos miré hacia arriba, hasta entonces, al mirar al cielo podía ver a mis compañeros vigilandome desde las nubes y volando libremente, cuidando gente o simplemente disfrutando, pero ahora, al mirarlo solamente pude ver azul...un infinito azul y nubes blancas pero vacías, que ahora para mi solamente eran humo y no podía tocarlas más.

Finalmente llegamos a nuestro destino y por suerte encontramos ahí a Choromatsu sentado en su ropa de siempre, mis lágrimas se habían detenido, Jyushimatsu comenzó a contarle lo que pasó, pero en mi cabeza giraba aquella escena una y otra vez, comencé a pensar en ¿Que haría ahora? ¿A donde volvería? ¿Qué pasaría con mi iglesia?.

Todos aquellos pensamientos invadieron mi cabeza dejándome como si estuviera soñando despierto.

— ¡Karamatsu! — me dijo el de ojos verdes mientras me sacudía por los hombros, me recuperé y lo miré un poco cabizbajo, a lo que el me abrazó, y mientras le abrazaba comenzó a curarme el dolor, quizás hubiera llorado, pero aquella experiencia me había hecho sentir como nunca, estaba enojado, aquella impotencia me hacía enojar y no quería más consuelo, por lo que aparté al Dios del lago para después dar la vuelta y seguir mi camino de vuelta a la cuidad, el arcángel quiso acompañarme, pero Choromatsu lo detuvo suponiendo correctamente que quería estar sólo.

Al menos algo bueno había quedado en mí y era que mis ojos aún podían ver "espíritus", sabía que con los ángeles era diferente ya que podían estar ahí y aunque fueses vidente no los verías a menos que ellos lo quisieran, pero lo demás podía verlo.

Pasó un tiempo y de inmediato se dio a saber el rumor "El padre Karamatsu había sido violado por un demonio", escuché por Jyushimatsu que las personas habían ido al manantial a decir que no irían a la iglesia si yo estaba a cargo de ella, por lo que Choromatsu habló conmigo y se la asigné la iglesia a mi mejor discípulo, Dekapan, que aunque ya era un poco grande sabía que podía llevar las cosas, aunque no pasó mucho hasta que se esparció otro rumor "La iglesia alberga demonios" y gracias a eso dijeron estas palabras "Seguiremos rezando por nuestro perdón, pero no en esa iglesia" y la clausuraron.

Finalmente yo vivía en el manantial, por las noches Choromatsu me había dado lo necesario para dormir en uno de los edificios abandonados que se encontraban afuera de aquel pequeño lugar, hasta que un día mientras paseaba por la calle encontré un demonio que huía desesperado hasta que una mujer lo acorraló poniendo una pistola en su cabeza, luego de ello la cargó, le detuvo por el cuello y finalmente le disparó en donde se supone que tendría su corazón, si es que tenía uno, de la herida salió un destello blanco que ascendió al cielo y el demonio se desvaneció hasta que no hubo nada.