Sueños y Pesadillas

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  "Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio" Deuteronomio 13:1


"— Mátalo...— 

— No puedo — 

— Si puedes, no lo necesitas — 

— No lo necesito pero no puedo matarlo, es compañero de Ichimatsu...— 

— Ichimatsu te tiene a ti, mátalo —

— No lo mataré, además Jyushimatsu convive con él —

— Jyushimatsu te apoya en todo lo que haces, má-ta-lo...—

— No quiero... —

— Es tu venganza ¿Acaso no lo recuerdas? Ellos te lo arrebataron todo...mátalo a él y después te vengarás del otro...— 

— Mi venganza ahora está con alguien más...—

— Sólo es un disparo, incluso lo vas a disfrutar —

— ¡Dije que no! — 

— ¡Lo harás!

— ¡NO!

— ¡Si que lo harás!..siempre harás cualquier cosa que yo te diga...— 

— ¡Déjame en paz! ¿Quien eres? —

— Karamatsu...— "

Desperté, estaba respirando agitado, mis manos sudaban e incluso temblaban un poco << ¿Dónde estoy? >> me pregunté un momento, pero al voltear mi mirada hacia la derecha pude notar que estaba acostado en el asiento trasero de la camioneta pero los asientos del frente estaban vacíos — ¿Aún estamos aquí? — Susurré.

— Tu te desmayaste con tu cabeza en el volante y te acostamos a que despertaras — escuché la voz de Todomatsu.

"Mátalo" Recordé la voz de mi sueño y yo negué con la cabeza antes de sentarme y ver que ahí estaba Todomatsu en el asiento del copiloto pero como era tan grande entonces no podía verlo y al otro lado en el asiento del piloto estaba Ichimatsu el cual me miraba un poco preocupado — ¿Sucede algo? — Le pregunté un poco extrañado, pero él negó con la cabeza y después su expresión cambió a un pequeña sonrisa la cual le devolví.

Miré por la ventana y pude notar como todos estaban empacando y que ya se iban — ¿Ya está todo en la camioneta? — Le dije a Ichimatsu y este asintió con la cabeza.


— Claro, Don arcángel escapó y tú te quedaste dormido...tuvimos que empacar todo por nuestra cuen...— 


— ¡Todomatsu no estoy hablando contigo! — Le alcé la voz y él sólo se cruzó de brazos y se quedó mirando hacia el frente molesto. 


— N-nosotros empacamos las cosas...— Dijo por fin Ichimatsu y yo suspiré.


— Muchas gracias...ahora cambia de asiento conmigo, ya quiero volver a casa, necesito hablar de algo con Jyushimatsu — Le dije y él asintió, salió por la puerta del piloto y yo me puse al volante, Ichimatsu se volvió a subir pero en los asientos de atrás donde después Todomatsu le hizo compañía, yo volteé a verlo de reojo y al mirarlo volví a escuchar aquella voz "Mátalo" me decía.


Sacudí la cabeza un poco, volteé la vista al frente y di marcha al auto camino de vuelta a casa de Mr Flag para devolverle todas las cosas que me dio.


— No te preocupes-dajo — sonrió — Puedes quedártelo todo para nuestra próxima salida, además que le dije a tus monjas que ahí había otra maleta con armas-dajo y siempre que necesites algo, dime-dajo — Me abrazó y yo lo correspondí para luego subirme a la camioneta.


— Espera-dajo — me dijo y yo lo miré por la ventana - Dentro de la maleta que te di está mi arma favorita-dajo, hecha por mi, es especial para los demonios, si le das a la cabeza créeme que te harás muy fuerte...— Sonrió al final y yo lo miré extrañado,<<¿Que quiso decir con eso?>> me pregunté, pero no le presté mucha atención.


Puse en marcha la camioneta, y mientras conducía me sentía ciertamente mal, estaba molesto y además cansado a pesar de haber dormido toda la noche. Estuve un tiempo manejando en silencio hasta que por el rabillo del ojo pude ver a Osomatsu en el asiento del copiloto, detuve el auto de golpe y volteé, pero al hacerlo vi que en realidad no había nada.


— ¿Que pasó? — Me dijo Ichimatsu y yo negué con la cabeza.


Estaba confundido ¿En verdad había estado ahí y cuando volteé se fue? No, no podía ser, entonces Ichimatsu también lo habría visto, y su presencia se hubiera sentido, decidí ignorarlo y comencé a conducir de nueva cuenta intentando no pensar en lo ocurrido.


Pero no pasó demasiado tiempo hasta que comencé a recordar aquel sueño que había tenido y que se repetía una y otra vez en mi cabeza "Mátalo" me decía y yo en verdad intentaba ignorarlo, comencé a sentirme frustrado de no poder acallar aquella voz, intenté calmarme, respiré hondo varias veces hasta incluso apreté el volante entre mis puños de lo frustrante que era no poder dejar de escuchar aquello.


Llegué al punto en el que mis manos temblaban y no podía dejar de respirar agitado, intentaba relajarme porque hasta incluso Ichimatsu lo había notado y podía ver por el retrovisor que me miraba preocupado, pero todo eso detonó cuando volteé a ver mis manos y las vi en aquel color purpura con sellos que me aterraba, a lo que solté un enorme grito y de inmediato detuve el auto mirando mis manos aterrado hasta el momento en que Ichimatsu me tocó por el hombro.


—  Karamatsu ¿Qué sucede? — me dijo en un tono suave y yo le mostré mis manos, pero al mirarlas de nuevo, como siempre, había vuelto a su color normal, yo negué con la cabeza incrédulo cubriendo mi cara con ambas manos y después recargué esta en el volante para después gritar y dar algunos sollozos de desesperación pero sin soltar lágrima alguna.


No pude seguir conduciendo, Ichimatsu me dijo que no iba a dejar que yo condujera en esa condición ya que podríamos chocar así que continuó conduciendo él, y mientras lo hacía yo recordé aquel sueño de nuevo y recordé que al preguntarle quien era dijo "Karamatsu..." y pensé un poco más....¿Era acaso que él era yo? o...¿Acaso tenía algo que decirme? , con estos últimos sueños que había tenido estaba enormemente confundido, ni siquiera comprendía que era lo que pasaba con mi cuerpo ¿Qué significaban esas marcas y el color? ¿Por qué a nadie más le pasaba eso? Necesitaba respuestas y nadie podía dármelas por alguna razón.


Llegamos a la iglesia y yo salí del auto ciertamente calmado en comparación como me sentía mientras manejaba, estaba pensativo por los pensamientos que habían llegado a mi cabeza pero lo que me distrajo de ello fue recordar aquella arma que me había dado Mr Flag, por lo que me puse detrás del auto y de ahí saqué la nueva maleta con armas la cual estaba considerablemente menos pesada en comparación a la primera vez. Me la colgué a la espalda y de inmediato comencé a caminar directo a la parte trasera de la iglesia.


— ¡Karamatsu! ¡Ayúdanos! — Me gritó Ichimatsu para bajar las demás maletas, pero yo no hice caso y seguí mi camino hacia mi habitación.


Llegando ahí dejé la maleta en mi cama y lo primero que hice fue quitarme la toga quedándome solamente en la camisa y pantalón que usaba debajo, luego de eso me senté en la cama frente a la maleta y la abrí, pero a diferencia de la anterior lo único que vi era un estuche negro que tenía casi el tamaño de mi antebrazo << ¿Esto es?>> pensé y lo saqué, al fondo venía otro pequeño estuche, este contenía un pequeño tubo del tamaño de una bala y destellaba en un azul como el color del cielo y con letras negras tenía grabado "Amen", yo lo miré un poco confundido aunque igual me había agradado, volví a guardarlo en su pequeño estuche y después abrí el del arma...y al verla alcé una ceja un poco sorprendido, parecía una escopeta martial pero en color blanco que tenía la empuñadera transparente, y al ponerle aquel pequeño tubo en donde se colocaban las balas esta se iluminó de aquel color azul.


Yo la volví a guardar en su estuche con cuidado y volví a buscar en la maleta si no había alguna otra arma y para mi sorpresa lo único que encontré fue una nota con la misma caligrafía infantil que era propia de Mr Flag.


Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora