JYUSHIMATSU
Después de aquel incidente ni siquiera sabías como reaccionar, estabas asustado y ciertamente muy confundido, jamás te había pasado algo parecido y no sabías que hacer o que decir así que simplemente decidiste olvidarle.
Afortunadamente tus cuidados estaban a cargo de uno de tus amigos mas confiables y en realidad te sentías bien, pero lo notabas un poco extraño, después de que lo escucharse pelear con Karamatsu extrañamente viste como salió de inmediato, no quisiste preguntar acerca de que había pasado ya que aún estabas dañado y encerrado en una burbuja que te hacía sentir tranquilo.
Después de un par de días por fin te sentías bien así que decidiste salir, pero extrañamente Choromatsu no estaba ahí otra vez, necesitabas alguien con quien hablar y jugar ya que era parte de tu naturaleza y estabas aburrido un poco solo, afortunadamente para ti Choromatsu había dejado querubines al cuidado del manantial y como eran pequeñas ovejitas con la cara del dios del lago se te hacía divertido jugar con ellas y platicar aunque no estabas muy seguro sobre el si te escuchaban o no.
Así estuviste por algunos días, no porque fuera necesario ya que en verdad no lo necesitabas pero ya que vivías con Karamatsu dormir se te había hecho una costumbre y cuando despertabas Choromatsu salía más que apurado, jamás le prestaste la atención que debías ya que toda tu confianza se depositaba en él por ser una deidad, aunque un día por fin te quedaste despierto por la noche esperando a que llegara, querías platicar con él y pasar el tiempo como lo hacían hace tiempo.
Cuando llegó lo notaste preocupado, con esa boca que a ti se te hacía como su fuese una rana hacia abajo y con un nerviosismo en sus manos que ni él mismo podía controlar, lo miraste un momento ¿En verdad le hablarías o te harías el dormido?, ¡Da igual! Era tu amigo y querías hablar con él, por lo que te acercaste y le tocaste el hombro pero al verte él se asustó tanto que hasta un grito escapó de sus labios.
— J-Jyushimatsu me asustaste...— Te dijo en un suspiro y tu reíste un poco.
— Lo siento, te veías tenso y pensé que podíamos platicar un momento — Sonreíste.
— ¿Platicar? ¿P-platicar sobre que? No hay nada que platicar, tenemos que ir a dormir, ma-mañana será un día muy atareado y a-además tengo que ir con Karamatsu p-para avisarle que ya despertaste — Lo miraste extrañado, él no necesitaba dormir como tú, más sin embargo se notaba completamente nervioso y muy raro, quizás tanto tiempo en la tierra le había afectado y ahora necesitaba dormir.
No te importó, encogiste los hombros y fuiste a dormir, pero él se quedó despierto todavía un rato y no porque lo hubieras visto, si no porque al despertar viste que estaba exactamente en la misma posición, con el mismo nerviosismo y mirando al lago con los ojos abiertos como platos como si estuviera pensando en miles de cosas.
Te acercaste, te sentaste a su lado y lo miraste a la cara por unos segundos, pero no hubo respuesta alguna, le pasaste una mano frente a la cara y tampoco hubo respuesta, así que no te quedó otra opción, tomaste agua entre tus manos y se la lanzaste justo a la cara, el de inmediato reaccionó como si se ahogara y después reíste un poco.
— P-perdón, estaba un poco distraído — suspiró.
— ¿No tenías que ir a avisarle a Karamatsu que estoy despierto? Quizás venga a visitarme — Le dijiste.
— ¿Qué?....— Se quedó un momento pensando hasta que se le levantó de golpe e hizo alrededor del lago cerca de tres querubines de los cuales tomaste uno y comenzaste a jugar con el mientras este intentaba escapar.
Choromatsu salió despavorido una vez más y solamente te quedaste jugando con los querubines, estuviste explorando el lugar, caminando de un lado a otro todo el día, preguntándote como estaría Karamatsu, recordando los tiempos en los que todos jugaban, reían y eran felices como amigos, en verdad querías ver a Karamatsu, pero sentías que estaba tan ocupado que quizás programar una tarde juntos sería mejor que solamente llegar y distraerlo.
Choromatsu volvió ese día por la noche con una expresión ciertamente molesta, parecía que algo lo había hecho enojar y eso era raro en él, así que te acercaste a él y te sentaste a su lado y esta vez si te notó.
— No puede ser — Dijo con molestia.
— ¿Qué pasó? — Preguntaste — ¿Qué te dijo Karamatsu? —
— ¿Karamatsu? Karamatsu ni siquiera me recibió, uno de sus demonios dijo que él estaba molesto y que no quería saber nada de mí, además estaba dormido y por más que traté de hablar con él no despertó — Exhaló con fuerza molesto — Voy a ir mañana, no es posible que no me quiera recibir — Dijo.
— Quizás está cansado, se la ha pasado muy ocupado — Dijiste.
— ¿Y tú como sabes que está ocupado? — Te dijo y tu reíste.
— Soy su arcángel guardián, sé lo que está haciendo todo el tiempo, y está ocupado con lo de cazademonios, ese tal Mr flag le pide una cuota de demonios y por buscar su venganza no la había cubierto — Le mentiste, no era algo que estuviera en ti, pero si a Karamatsu le parecía bien lo que hacía tu tenías que apoyarlo en todo.
Choromatsu te miró unos segundos como si desconfiara de ti, pero después suspiró y negó con la cabeza — Estoy completamente en contra sobre lo de los cazademonios — Dijo.
![](https://img.wattpad.com/cover/86546437-288-k515895.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)
ФанфикHay que saber andar sobre el fuego sin quemarse, en especial cuando son las llamas del infierno. (Créditos al respectivo autor de la imagen de la portada.)