"Después vi un cielo y una tierra nueva pues el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar no existe ya" Apocalipsis 21:1
Después de que la tecnología se revelara en su contra, aquellos humanos del nuevo mundo estaban completamente aterrados, en una Era plasmada de desesperación consumida hasta el fondo en tecnología donde ya no había ningún tipo salvación.
Edificios colapsados y una cantidad interminable de autos abandonados en medio de la calle debido a la densa neblina que cubría tanto que solamente podías ver tus pies al caminar, el olor que impregnaba el aire era desagradable e imposible de respirar incluso para ellos.
En su último intento por salvarse hicieron otras tecnologías que supuestamente limpiarían, pero eso solamente les llenó de más contaminación al fabricarlos, las tierras dejaron de ser fértiles, los arboles dejaron de crecer y su único alimento eran cosas procesadas y fabricadas artificialmente ya que las especies de animales fueron extinguiéndose de una en una hasta el momento en el que no tuvieron nada.
Los pocos humanos que soportaban aquellas condiciones y sobrevivían eran obligados a encerrarse la única cuidad habitable en donde los espacios eran muy limitados. Nosotros vivíamos en las alturas, en el paraíso donde se les cerraron las puertas a cualquiera del nuevo mundo, ya que según lo que había escuchado, el altísimo hace muchos años se había cansado de la necedad humana de destruir cada vez más el lugar que se les había entregado en cuidado y los "abandonó" dejándoles sin la capacidad de morir, los más viejos eran condenados a pasar la eternidad enterrados bajo tierra hasta que el bajo mundo del infierno los aceptase y pudieran "descansar" ahí.
Hubo un único dios que tuvo compasión de ellos, El dios del lago, de quién yo disfrutaba una sincera amistad. Él había notado el verdadero arrepentimiento de aquellos pocos e hizo un manantial para ellos y gracias a ello los víveres no les faltaban y sólo en ese lugar el aire era puro y respirable. Debido a ello comenzaron a hacerse muy religiosos y todo aquello me recordaba a los viejos tiempos en los que el humano solamente creía en dios y lo adoraba y le temían. Después de un tiempo ellos mismos crearon un lugar sagrado, Choromatsu, el dios del lago les había enseñado a rezar como lo hacían sus antepasados y rogaban al Señor su perdón en nombre de sus antecesores.
El infiero había tomado control de aquella época, las gentes eran atormentadas hasta que se volvían como horribles muertos, pálidos y con heridas que ellos mismos se causaban ya que la muerte o el suicidio no estaba dentro de sus posibilidades, había unos caza demonios, pero apenas podían hacer poco con la cantidad de demonios que habían. Según él <<refiriéndome a su jefe>> hacían eso en el nombre del señor, y tenían todo tipo de armas, acaban con los demonios y hasta entonces yo pensaba que los mataban ya que de ellos no se volvía a saber jamás.
Después de algún tiempo de todo eso finalmente las plegarias de aquellos humanos fueron escuchadas, el todopoderoso mandó a llamar a Choromatsu y habló con él, le dijo que les daría una última oportunidad para concederles el perdón y así lo hizo, le dijo que enviaría a alguien que se ocupase de aquel templo construido por ellos y que al haber cumplido su ciclo en la tierra preguntaría la experiencia y el mismo decidiría si sería concedido o no.
Choromatsu aceptó, pero obviamente no avisó a ningún humano de aquello. — Necesito a alguien que me ayude y que sepa que cuidará de aquel lugar y los guiará por un buen camino — me dijo mientras remojaba los pies en aquel lago. — ¿Jyushimatsu? — le pregunté, él era un arcángel muy alegre y muy bueno, seguro que sería perfecto para eso, pero Choromatsu negó mi propuesta y me miró con una sonrisa. — Oye ¿Por qué no lo haces tú? — preguntó — ¿Yo? — Respondí con sorpresa — Pero si yo solamente soy un ángel — — ¡Por eso! — se levantó parándose sobre el lago y me tomó por los hombros — Karamatsu, tú antes fuiste humano, sabes cómo piensan, como se mueven y además en el tiempo que tu vivías te enseñaron a rezar y sabías cómo funcionaban las iglesias ¡Será genial! — Me quedé pensando un momento, yo había visto todo eso, pero cuando perdí la vida apenas era un niño, no estaba muy seguro de ello, pero finalmente acepté.
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Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)
FanficHay que saber andar sobre el fuego sin quemarse, en especial cuando son las llamas del infierno. (Créditos al respectivo autor de la imagen de la portada.)