Calma después de la tormenta.

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"Hay amigos que llevan a la ruina, pero otros que son más fieles que un hermano" Proverbios 18:24

— ¡Choromatsu! ¡CHOROMATSU! — comencé a gritar desesperado cuando al fin pude decir algo, aquel sentimiento se había convertido en rabia pura e impotencia al no poder moverme, como pude me levanté, la rabia era tan grande que incluso no sentía dolor alguno.

Ichimatsu se puso de pie, se acercó a mi para ayudarme quizás, pero le di un fuerte puñetazo que le hizo perder el equilibro.

— ¡LÁRGATE! ¡NO QUIERO QUE ME TOQUES! ¡TÚ NO! — grité hacia Ichimatsu y comencé a caminar intentando apoyar la pierna que no me respondía. — Maldita sea..— susurré harto de no poder moverme y me senté en el suelo de nuevo.

— ¡Ven acá! — grité a Ichimatsu y el corrió para ponerse en cuclillas frente a mí.

— ¿Q-qué pasó? — preguntó.

— ¡¿PUEDES DEJAR DE TARTAMUDEAR POR UN MALDITO MOMENTO?! — grité y luego de ello rompí los pies de mi sotana sacando una tira de tela.— Quiero que tomes un frasco de agua bendita de los que tengo, lo abras y tires el agua sobre la herida...luego de ello quiero que con tus dedos saques la bala — le indiqué.

— ¿Qué haga qué? — preguntó asustado.

— ¡QUÉ SAQUES LA MALDITA BALA! ¡NO ESTOY DE HUMOR PARA REPETIRTE LAS COSAS! — le grité una vez más y el se encogió como si fuera a pegarle — ¡YA MUÉVETE! —

— a-ah si...— respondió y tomó uno de los frascos de agua bendita que tenía.

Yo cerré los ojos y aquella tira de tela la mordí con fuerza.

Ichimatsu vació el agua bendita en la herida y yo me quejé un poco, luego de ello comenzó a introducir sus dedos en aquel pequeño hoyo que había dejado la bala y yo mordí con más fuerza intentando no gritar pero era imposible por el dolor.

— Ya está...— me dijo y por fin sacó la bala.

Tomé otra tira de tela de mi sotana y vendé la herida que sangraba, luego de ello hice que Ichimatsu me cargara y me llevara de vuelta a la iglesia.

Llegamos y para mi suerte Jyushimatsu se encontraba ahí, Ichimatsu me sentó en una de las bancas de madera y el arcángel se acercó a mí.

— ¿Qué te pasó? — me preguntó.

— Yo...no quiero hablar de eso ahora...sólo curame por favor — Respondí.

Me curó y cuando ya podía moverme fui directo hacia Ichimatsu y le dí una fuerte patada.

— ¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?! — Le grité.

— ¡P-porque no lo sabía! — Me respondió.

— ¡¿CÓMO NO VAS A SABER SI TÚ ESTABAS CON ÉL ANTES?! — Le dí una patada más.

— ¡Pero yo no lo sabía! — Insistió.

Iba a golpearlo una vez más hasta que Jyushimatsu me abrazó sosteniéndome los brazos con fuerza, yo respiraba agitado y lleno de rabia, ¿Cómo era posible que Choromatsu siendo una Deidad estuviera con un demonio? No lo comprendía y mucho menos comprendía como era que lo había protegido a él en lugar de haber abogado por mi.

— ¡Dime que pasó! — Me gritó Jyushimatsu.

— ¡CHOROMATSU ES UNA PUTA! ¡ESO ES LO QUE PASÓ! — Respondí finalmente.

— ¿Cómo dices? — Dijo sorprendido — ¿Por qué hablas así? ¡Choromatsu es un Dios, respétalo!— me regañó.

Yo negué con la cabeza y cuando me calmé le expliqué todo lo ocurrido hasta el momento en el que se besó y se fue con Osomatsu.

— N-no puede ser posible...y-yo siempre he estado al lado de Choromatsu y jamás había visto que estuviera con ese Osomatsu ¡Ni siquiera había visto a Osomatsu en mi vida! — Dijo.

— Pues créelo, Ichimatsu y yo lo vimos, ni siquiera yo me lo creo...— dije mientras me quitaba la sotana rota.

Quod Novum Orbis (Fanfic Osomatsu-san Au Religión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora