Capitulo 5b

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Lugar desconocido
Narra Niara

Soy más que consciente de que quieres saber lo que les va ha ocurrir a esos tres, pero la espera y el suspense lo hace todo mucho más interesante. Además, cierto par de ositos y sus amigos requieren de nuestra atención.
Las cosas hay que tomarlas por partes...

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Final del Cañón Azul
Narra Freddy

Podía sentir como mi estómago se encogía de nuevo. La visión de todos aquellos  cuerpos desmembrados y pútridos estaba terminando con lo poco que quedaba de mi cordura, si no llega a ser por Fred, ahora no estaríamos a punto de salir de este horrible lugar.

-¿Estas bien?- Su voz sonaba preocupada. Realmente jamás pensé que él realmente me apreciará tanto, siempre creí que me odiaba.

-Más o menos...- Le respondí con un hilo de voz.

-¡Vamos! Ya no queda nada, puedo ver la salida.-  Tiró con algo de fuerza de mi brazo, animándome a dar un último esfuerzo.

Pisé algo, que crujió bajo mis pies. Cuando miré a ver que era, me llevé una nada agradable sorpresa: acababa  de pisar algo que parecía el cráneo cubierto de carne putrefacta de un chimpancé. Sentí como la bilis subía hasta mi garganta. Vomité de nuevo. Y, por primera vez en mucho tiempo, agradecí que Fred estuviera allí conmigo.
Apenas han pasado unas pocas horas, pero siento como todo el odio que tenía hacía él se ha desvaneció. Actúa como si fuera mi hermano mayor.

Cuando termine de vomitar, Fred tiró de mi brazo nuevamente. La preocupación marcaba su rostro.

-Sólo unos metros más y estaremos fuera.- Yo tan sólo asentí débilmente.

-Cierra los ojos y no mires atrás, yo te guiaré.- Volvía a sonar como si fuera mi hermano mayor. Asentí de nuevo.

Cuando volví a abrir los ojos, me encontré con un paraje totalmente distinto al que  acabábamos de abandonar: el cielo era negro como el alquitrán, mientras que la vegetación era de color verde fluorescente. Las hojas de los árboles brillaban entre aquella oscuridad que nos envolvía. ¿Cuanto rato habíamos estado andando realmente?

-Que tétrico.- Murmuró Fred, arrancando una de aquellas hojas para verla más de cerca.

-La verdad es que mucha confianza no da...- Respondí yo, también en un susurro.

Fred se giró hacia mí, haciendo una señal para que me acercará. Cuando estuve a su lado, me señaló un árbol en concreto. Aquel mundo nos sorprendía de nuevo, aunque esta vez no de forma desagradable: el árbol que señalaba parecía ser un manzano, sólo que sus hojas eran de aquella tonalidad verde fosforescente y los frutos que colgaban de sus ramas tenían una tonalidad rojo sangre.

-¿Crees que se puedan comer?- Pregunté, algo inseguro. No tenían mal aspecto, a pesar del color, pero ya no me fiaba de nada de este mundo.

-Espero que sí.- Fred todavía susurraba. -Tendremos problemas de lo contrario, no parece que vayamos a encontrar a alguien cerca de aquí.-

Ambos nos acercamos lentamente al árbol, vigilando muy bien donde poníamos los pies. Un paso en falso y terminaríamos como aquellos seres del Cañón. Al menos, eso es lo que pensaba yo.

-Espera aquí un segundo y si ves que algo me ataca, corre y no mires atrás.- Fred volvía a sonar como sí fuera el hermano mayor, tratandome como a un niño indefenso. Empecé a plantearme ciertas cosas: ¿y si Fred no estuviera tratando de arruinarme la vida? ¿Y si solo estuviera tratando de protegerme?
No pude perderme más en mis cavilaciones, ya que Fred me sacó de mi mente con un suave golpe en el brazo. Parecía bastante preocupado, yo solo sonreí para que se tranquilizara. No muy convencido, Fred de separó de mi lado y se acercó al "manzano". Todo parecía ir bien, tomó una de las frutas con cuidado y se la acercó a los labios para, a continuación, darle un mordisco.
Pasados unos cuantos minutos, aunque a mí me parecieron horas, Fred me hizo un gesto para que me acercará.

-Tienen un sabor ligeramente picante, aunque también son bastante dulces. No sabría como explicarlo.- Me dijo, mientras señalaba la fruta que acababa de morder. -Pero creo que es perfectamente comestible y no hay ningún problema en que nos las comamos.-

Fred me pasó otra de aquellas extrañas manzanas. Tenía un olor bastante dulce, como a caramelo. Sin mucha confianza, le dí un pequeño mordisco. Fred tenía razón, el sabor de aquella cosa no se parecía en absoluto al de una manzana y, sin duda, era algo difícil de clasificar.

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Narra Niara

Las pizanas no son de mis frutas favoritas, me resultan demasiado empalagosas, pero sin duda, era lo mejor que podían haber elegido. Justo al lado tienen un árbol que da unos frutos similares a las cerezas, sólo que son de color verde fango y bastante letales. Jiji... Una sola de esas podría matar a un búho negro gigante.
Estos ositos parecen estar teniendo bastante buena suerte, a pasar de como fueron sus primeras horas aquí.

Sin embargo, creo que sus amigos no están teniendo tan buena suerte. Están a punto de encontrarse con unas criaturas que no son muy simpáticas aunque, si me preguntas a mí, me resultan bastante adorables.

Umm... A juzgar por como han brillado tus ojos, creo que tienes muchas ganas de saber a qué seres me estoy refiriendo. ¡Bien! Dejame hacer un par de ajustes y enseguida le echaremos un vistazo a lo que hacen estos tres amiguitos.

¡Ya está! Dejame colocar un poco mejor el ángulo y veré si todo está perfecto... Parecé que si. ¡Empecemos!

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Lago de la Casa de Muñecas
Narra Foxy

Ayudé a Chica y a Golden a salir del agua. Ambos me preocupaban bastante, ya que Golden parecía haberse golpeado en brazo izquierdo y Chica temblaba sin control debido a lo fría que estaba el agua.
A Chica le puse mi chaleco por encima de los hombros, aunque estaba mojado, algo ayudaría. Luego, me acerque a ver como estaba el brazo de Golden.

-¿Te duele mucho?- Le pregunté, arrodillándose a su altura.

Aunque al principio parecía algo confuso por mi pregunta, finalmente me respondió. -Me duele un poco, pero no parece nada grave...-

-Dejame ver.- Respondí mientras empezaba a examinarle el brazo.

-Tú... ¿Sabés algo de medicina, Foxy?- Preguntó Chica, acercándose a nosotros.

-No.- Respondí yo. -Pero me he tenido que curar suficientes heridas tras una pelea como para saber arreglarmelas bastante bien.-

Golden no tenía nada grave, sólo una contusión que, aunque seguro que mañana no tendría buen aspecto, no representaba mayores problemas. Suerte también que la tenía en el brazo izquierdo y no en el derecho.

Me levanté y le tendí mi mano a Golden para ayudarle, el no me rechazó. Es curioso como en tan poco tiempo nuestra relación ha cambiado tanto. Chica parecía feliz al ver que por fin nos llevábamos bien.

Unos extraños ruidos nos sacaron de nuestra burbuja.

Chica, al ver lo que eran, gritó de forma ahogada.
Allí, justo ante nosotros, había unas muñecas del tamaño de una persona, armadas hasta los dientes con... ¿Tijeras gigantes? No lo sabíamos. Lo único que estaba claro, es que no tenían buenas intenciones.

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Palabras: 1187

Traped in Wonderland (#FNAFHS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora