Era el segundo día de clase, Pablo ya no estaba nervioso, porque tenía a su gran amigo Víctor. Se sentaban juntos en clase, y se lo pasaban muy bien. Sonó la sirena para salir al patio. Pablo preguntó:
- ¿Qué podemos hacer?
- ¿Qué te parece si jugamos al fútbol?
- Vale, pero tenemos que buscar más jugadores.
- También podríamos entrar en la liga que hacen todas las semanas.
- Me parece una buenísima idea.
Durante el recreo buscaron jugadores, consiguieron a Iker, Miguel, Dani, Raúl, White, Pluto, Alex, Adrián y Chiqui, porque Pablo decía que era muy bueno jugando al fútbol, aunque se tratase de un perro.
Un chico de 5º se acercó a Víctor, y le dijo:
- Oye, tú. Veo que tienes un buen equipo. ¿Qué te parece si mañana en el recreo echamos un partido? Quien gane se llevará todo el respeto.
Víctor miró a Pablo, y Pablo le asintió con la cabeza.
- Vale, aceptamos.
- Ja, ja, ja, vais a perder, pardillos.
Justo en ese momento, sonó la sirena. En las escaleras, Pablo le iba diciendo a Víctor que había que entrenar mucho para mañana.
Cuando se iban ya para casa, se despidieron con su saludo secreto que se habían inventado.
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Cuando ya había terminado Pablo de comer, se fue a hablar con Chiqui, ya que a Pablo no le habían mandado nada de deberes:
- Chiqui, te he metido en mi equipo de fútbol, junto a Víctor y más gente.
- Me parece genial, soy muy bueno.
- Por eso mismo. Unos niños de 5º nos han retado mañana a echarlos un partido, en el patio. Así que quiero que vengas.
- Vale, yo iré.
- OK, vamos a bajar al parque para entrenar.
En el parque entrenaron mucho y con esfuerzo. Ya a la hora de cenar, Pablo le contó a su madre todo lo que había pasado, y cuando acabó, se fue corriendo a escribir a su diario.
Querido diario:
Hoy, Víctor y yo, hemos hecho un equipo de fútbol. Unos niños de 5º nos han dicho que mañana en el patio nos quieren echar un partido, seguramente que perderemos, dicen muchos, pero yo no lo creo, porque juntos, si nos esforzamos, lograremos ganarles. Bueno mañana te seguiré contando más cosas. Es que estoy muy cansado, porque Chiqui y yo hemos entrenado muchísimo.
Buenas noches, mi amigo diario.
