SIN CAFÉ, A MEDIA NOCHE.

NO ES UNA CARTA DE AMOR

Han pasado días, días que se han vuelto semanas y estas a su vez, meses. Ha sido un largo tiempo, sin una sola palabra de por medio, no me has buscado ni yo lo he hecho. Y está bien así.
La verdad no te extraño, porque en este tiempo he aprendido que la vida se conforma por ciclos y el nuestro, inevitablemente, hace mucho había acabado, pero ambos nos aferramos para mantenerlo con vida, nos obligamos a seguir en lo mismo, por miedo, miedo a la soledad, miedo a separarnos, a perder la constancia que había en nuestras vidas. Fuimos felices, de eso no hay duda, pero ya no podíamos seguir así. Todo esto, ya no tenía futuro, o tal vez si, pero no era uno bueno. Tal vez por eso quiero pensar que nos separamos en buen momento, en el mejor de todos, antes de las peleas, de los gritos, los insultos, antes de amargar y olvidar todos los buenos momentos. Si, fue mejor así, cada quien por su lado, sin odiarnos, sin hacernos daño. Logrando que cada uno siguiera su vida, recorriendo el camino sin odiar al otro. No te reprocho nada, estoy contenta con todo lo que me diste. Tampoco te culpo de nada, asumo mi parte en todo. Espero que tú hagas lo mismo.

Como ves, esta no es una carta de amor y para no engañarte, ni engañarme, debo decir que nunca pretendio serlo, mucho menos es una despedida. Sé, en cada celula de mi ser, que volveremos a encontrarnos. Eso si, no puedo asegurar qué pase en esos momentos, pero por lo menos no nos ocultaremos, seremos capacez de mostrarnos tal cual somos, con cierto toque de complicidad en nosotros. Será algo bueno.

Por lo tanto, la presente, es una liberación. ¡Yo te libero! No estas atado a mi, en realidad nunca lo has estado, siempre fuiste libre, podías irte cuando quisieras, sólo bastaba abrir las alas, dejar buenos deseos y emprender el vieje. Puedes irte, en paz, seguir tu vida. ¡Eres libre! Igual que yo. Por medio de esta, también me libero, de ti, de tu cuerpo, de tu alma, de todo lo que representas. ¡Soy libre!

¿Cuanto tiempo dure esto? No lo sé. A veces es bueno no saberlo, así cada cambio, cada cosa nueva que llega, te toma de sorpresa, volteando todo, revolcandote un poco en el lodo.

¿Que sí alguna vez volveremos a estar juntos? Eso tampoco lo sé, pero ya ves, a veces (muchas veces y muy seguido) el destino es caprichoso, depende de él. Esta vez dejemos todo a la suerte, tira la moneda que ella te dira el camino.

Te deseo buena suerte, te mando mil bendiciones. Que encuentres lo que buscas y sepas verlo y valorarlo antes de que sea tarde. Lucha por lo que quieres, aunque sea dificil, aunque ya no queden fuerzas.

Aun recuerdo, al principio, que me decias que querías ser inolvidable, que querías dejar una huella en mi tan grande que te recordara siempre, lo has logrado, felicidades.

Es hora de lo inevitable, tengo que despedirme, aunque me cueste un poco hacerlo.

Adios. Tan simple como eso, aunque podría agregar (evitando un poco el momento) cuidate mucho, el mundo aún te necesita.

Una cosa más, retrasando todo un poco, perdón por no atreverme a mandar estas líneas, no fuí tan valiente, pero sí te conozco tan siquiera un poco, estoy segura que las leeras, sea donde sea. Algún día.