Outlast ; r.d.g

Capítulo 3.

—¿Quién mierda es ese tío?—Susurró Nire en el conducto de ventilación.

—Parecía enfadado de cojones, venga, sigue avanzando, este lugar me da mal rollo.

Avanzaron por el conducto de ventilación hasta el final de este, visualizaron una sombra corriendo.

—Venga, voy—Nire bajó del conducto y se apoyó rápidamente en un rincón con la respiración agitada.

Rubén rió despacio pero Nire lo escuchó, tenía el ceño fruncido.

—No te rías, hijo de puta—Gruñó Nire.

Rubén descendió y miró a Nire.

—Lo siento, te veías tan graciosa—Sonrió, Nire se puso de pie de mala gana.

Ambos visualizaron una puerta, al principio no sabían quien la iba a abrir, Rubén, después de tanto rato, decidió abrir la puerta.

Al abrir la puerta, en la habitación, había un cuerpo colgando del techo con moscas rondando por ahí, Rubén cayó al suelo del susto y soltó un grito afeminado.

Nire se asustó, pero en menos de tres segundos estaba riéndose de su compañero.

—¡Joder! ¿Por qué coño no grabé?—Nire, maldiciendo, se acercó a su compañero tocando su hombro.—Eso se llama karma instantáneo, Rubén—Rió

—No me jodas ahora, casi me da un puto paro cardíaco—Protestó enfadado.

—Venga, ponte de pie, vamos a investigar que hay en la habitación—Nire extendió su mano a Rubén y él la tomó levantándose del suelo.

—¿Por qué no me das un beso para relajarme?—

—Deja de soñar, Rubén—Acarició la mejilla de su compañero para avanzar a la habitación.

Un olor muy putrefacto inundó las fosas nasales de ambos, no investigaron nada, querían salir de esa habitación.

Avanzaron hasta ver un agente Swat con una estaca atravesada desde sus pies hasta su hombro izquierdo.

El agente soltó un quejido de dolor para después advertir a los chicos.

—...Nos mataron. Escaparon. Los Variantes. No podéis enfrentaros a ellos, debéis esconderos..—Suspiró—Las puertas principales se abren desde la sala de control de seguridad, tenéis que salir de este puto infierno—Cerró los ojos y relajó su cuerpo muerto.

—¿Variantes? ¿Esconderse? ¿Qué mierda?—Preguntó Rubén.

—Bien, está claro, si vemos a cualquier tío de aquí hay que escapar de él.

—¿Por qué de todos?.

—Joder, Rubén, estamos en un jodido manicomio, ¿Qué crees que hay? ¿Gatos tiernos y cachorros adorables?.

—Está bien, pero ¿Qué hay de las puertas principales?.

—Hay que abrirlas, la sala de control no debe estar muy lejos de aquí.

—¿Crees que encontraríamos a algún variante por el camino?.

—Espero que no.

Salieron lo más rápido posible de la habitación, cuando salieron vieron caminar "algo" grande parecido a un hombre raro.

—Vamos con cuidado—Susurró Rubén.

Ambos continuaron comprobando si había alguna posibilidad de entrar en alguna puerta, era imposible.

Una pequeña apertura entre una biblioteca y más escombros, Nire pasó primero y Rubén la siguió.

—¡Rubén! ¡Detrás tuyo!—Rubén miró detrás de él, vió una especie enorme y llena de sangre con deformidades en su cuerpo, esta "cosa" agarró a Rubén por la camiseta elevando su cuerpo y empujando con su brazo a Rubén, este salió con tal fuerza que rompió el vidrio y cayó en un golpe en seco contra el suelo.

—¡Rubén!—Gritó Nire.