Día siete: Tema libre

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— Yaku-san, ¿qué piensas hacer después de graduarte?

— Lev, ya me gradué...

Era una bella noche, con el cielo repleto de estrellas que lo hacían brillar maravillosamente.

Ellos dos se encontraban recostados sobre el césped, mirando al cielo y tomados de las manos.

— Aún es difícil de asimilar— Fingió una sonrisa.

— Iré a la universidad— Dio como respuesta.

— ¿En serio...?— Contestó desanimado.

— Hey— Se sentó—, no tienes por qué ponerte así.

— Pero...— Hizo lo mismo— ya no...

— No me iré a ninguna parte. No estamos en un drama romántico en el que pueda decir "Me voy a Tokio" porque aquí vivo, Lev.

— Tienes razón, pero... No podré verte tan seguido.

— Normalmente sólo nos vemos en el club, somos de grados diferentes— Trató de animarlo.

— ¡Es distinto! Estarás tan ocupado que ya no podremos vernos. Nos distanciaremos y, algún día tú decidirás que ya no me quieres más y romperás conmigo, entonces...

— Lev— Interrumpió—. Deja de inventar cosas tan estúpidas. ¿Ya no quererte más, dices? Qué ridiculez. Pasamos por demasiadas cosas antes de llegar a esto, ¿sabes? Me hiciste enfrentarme a mis padres para que aprobaran nuestra relación. ¿Entiendes lo difícil que fue eso para mí? Comenzamos a salir por tu persistencia, ¿crees que desperdiciaré tus esfuerzos? Yo era quien se la pasaba inventando escusas tontas, diciendo que era imposible que dos hombres salieran y que tus sentimientos no durarían... ¿Y ahora eres tú quien es el negativo? No tiene ningún sentido que hagas eso, ya que...

— ¿Ya que...?

— Ya que me has hecho quererte demasiado, idiota.

Los ojos de Lev se tornaron cristalinos. ¿De verdad había dicho esas palabras?

— ¿Y ahora por qué lloras? — Preguntó el muchacho de cabello marrón— ¿No era lo que querías? Demonios, Lev, ¿qué voy a hacer contigo?

Pasó su pulgar por los pómulos del más joven para limpiar las lágrimas.

— Amarme. Mucho. En serio. Demasiado.

Morisuke desvió la mirada para luego decir:

— Como si no lo hiciera.

— ¡Oh, Yaku-san!

Se abalanzó sobre él. Ambos cayeron de nuevo al césped, quedando Lev encima.

Colocó ambos brazos a los costados de su superior y se mantuvo a una distancia mínima, de apenas unos diez centímetros.

— Voy a extrañarte mucho.

— Ya te lo dije, no me iré de la ciudad ni nada... Pero, si sirve de algo, prometo llamarte todos los días y verte al menos una vez por semana.

— Sirve— Sonrió.

Yaku posicionó sus manos en la nuca de Lev y lo atrajo hacia sí.

Se besaron con lentitud y profundidad.

— Ya que no te veré tan seguido, Lev... disfruta de esto.

— Disfruto cada segundo contigo.

¿Qué cosas tendrá planeadas el destino para ese par?

¿Quién sabe?

Ellos no, pero eso les traía sin cuidado.

Siempre y cuando se les permitiese estar juntos, nada más importaría.


Este es el último día. En un rato más, creo, iniciaré a subir otras historias que tengo ya escritas o en eso ando. ¡Muchas gracias por seguir la historia! Es increíble lo mucho que evolucionó, de diez visitas a cien, y aumentando.

¡Ojalá así siga!

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