Narra Suga***
Fui a la biblioteca, necesitaba respuestas. Porqué querría alguien matar a Laurenn? Está bien que, un demonio sea algo realmente malo, pero ella no se merece esto. Caminé a las góndolas de los libros, y no tardó en aparecer GD a molestarme.
—¿que te traes socio?
—ya te dije que mi única socia es 8J. —dije cubriéndome la boca, para simular que tocía.
—hayy 8J —sonrio tontamente. —Tan bella —se llevó una mano al corazón. —Me casaría con ella y la haría m...
—CALLATE, ELLA NO SE CASARÁ CON NADIE! —grité inconsientemente, y la bibliotecaria me miró
—¿con quien hablas chico? —me preguntó buscando a la otra persona, pero no la vería. GD es un fantasma.
—¿que? ¿como que nadie se casará con ella? ¿estas seguro? ¿porque lo dices?
—yo la conozco —murmuré sonriéndole a la bibliotecaria, dandole la espalda. —Ella no se casaría con alguien como tú.
—¿y si con alguien como tú?
—... ¿q-que?
—Te gusta! Y es por eso que la defiendes mucho ¿eh? Pícaro
—c-claro que no. Ella es mi amiga, y la defiendo de plagas como tu.
— Si, si ¿y que haces aquí? Se te perdió el gato??
—¿gato? —preguté —¿que gato?? Vine a ver a Top.
—aaahhh Top. —se rascó la nuca. —debe estar durmiendo en la mesa, ya sabes como es el.
—Si, mejor que tu. —Dejé claro para ir a buscarlo. Por el camino me encontré a Seungri
—Hola, hola, Suga, Hola! —respetía moviendo su mano.
—hey
—¿que haces aquí?
—Busco a Top
—aaahhh, está en su mesa.
—Lo sé, gracias
Son cinco fantasmas en total. Esta escuela nocturna lleva treinta años en servicio. Al primer año de abrirla, luego de siete meses, ellos quedaron enserados en la biblioteca en un incendio de esta, y fallecieron. Pero, lamentablemente, sus almas se quedaron aquí para fastidiarle la vida a los demás.
—Buscas a Top? —me preguntó Daesung flotando sobre mi cabeza
—Si, ya se que está en su mesa.—Si, hay estará siempre —dijo para atravesar una góndola de libros.
Caminé un poco más, y me encontré con la mesa. En esa mesa no se sienta nadie. Solo los fantasmas.
—Hey Top —Salude mirándole
—mm hola. —Me saludó dejando de hablar Taeyang para atenderme.
—¿que cuentas? —me pregunto Taeyang colocando sus manos a cada lado de su cintura.
—EBELV. —Dije y ambos me miraron
—¿que sucede con eso?
—Una estudiante se encuentra en la situación del botón en la ventana, y quiero evitar esta vez lo que pueda pasar.