Capitulo 3

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Las dos semanas que han pasado, prácticamente estuve esquivando a los populares, fue difícil, pareciera que cuanto más lejos quieres estar de ellos aparecen en todas partes y con eso me refiero a todas partes. En el baño, en la cafetería, en el parque... Tengo la leve sospeche que me persiguen y claro está que rápidamente deseche esa sospecha, no creo que ellos pierdan el tiempo en seguirme a todos lados.

De igual forma no creo que me pase nada, estoy muy segura que la amenaza de Barbará solamente fue para asustarme y conforme a Andrea... Hace una semana que hablo con mi madre sobre mi dificultad con la clase de matemáticas, obviamente tengo que seguir recibiendo el curso para finalizar la materia y sacarla con una mejor calificación que la anterior.

-Necesitas conseguir empleo- Mi madre menciono eso e inmediatamente me empecé a atragantar con mi malteada de fresa que ella misma me preparo.

Me encuentro en la cafetería que trabaja mi madre de camarera, casi siempre después de la escuela camino siete cuadras para llegar hasta aquí y hacerle un poco de compañía o solamente para hablara y comer algo.

-Mama, un empleo... Pero, por qué?- Ella me quito el vaso de vidrio casi vació de enfrente mía y lo relleno con un poco de malteada de fresas para luego entregármelo.

-Hija, tenemos que pagar la renta del apartamento y ya lo quede debiendo tres veces... Ya no me puedo... Además de pagar tu escuela... Necesitamos el dinero y eso lo sabes mejor nadie –entiendo perfectamente lo que dice mi madre y estoy totalmente de acuerdo con ella en conseguir empleo, pero siendo honesta, quien va a contratar a una chica de dieciséis años... Bueno, muchas personas.

-Claro que voy a conseguir empleo... Pero no tengo idea de dónde buscar- Mi madre se quedo unos segundos callada y pensando mientras le serbia al hombre dos sillas después de mi, una taza de café.

-Bueno, cuando venía de camino al trabajo, note que necesitan empleados en una tienda de música- Ella entro a la cocina con una bandeja de platos sucios y la perdí de vista.

Una tienda de música?, no suena nada mal, además creo que será divertido trabajar en un lugar con el entorno bastante a mi gusto, me parece bien, pero primero tengo que confirmar que tan alta es la paga y los horarios o mejor dicho... Tengo que conseguir el empleo.

Sin pensarlo mucho sujete mi mochila y salí de la cafetería, conozco esa tienda, no queda tan lejos de aquí y es bastante cómoda, según recuerdo, de las pocas veces que he entrado en ese lugar.

Londres sin duda es un lugar hermoso, mas de noche, amo esta ciudad... Simplemente me siento llena y completa, tiene todo lo que necesito y con eso estoy bien y satisfecha... Sin duda este es el mejor lugar del mundo.

-Aquí es- la tienda por fuera sin duda es bonita se ve algo viejo pero tiene su toque, en efecto, justo en frente de la puerta de vidrio se puede apreciar un pequeño cartel en el que tiene escrito con letras anchas ''Se necesita personal''

Entre a la tienda, lo que provoco que una campana que se encontraba arriba de la puerta, emitiera un sonido agudo, algunas personas me voltearon a ver por un segundo y luego regresaron a lo suyo, es claro, no les importa una persona que no conocen.

Camine hasta llegar con un hombre, que por lo visto trabaja en ese lugar o eso es lo que puedo pensar cuando el esta guardando algunos discos en unas gavetas debajo de los estantes, obviamente trabaja aquí.

-Hola, puedo ayudarte en algo?- el mismo chico, que por ciento, tiene el cabellos teñido de rojo, me pregunto con una sonrisa y sin duda una actitud muy amigable.

Lo observe por un momento y pude apreciar que tienes varios tatuajes por sus brazos y unos pantalones bastante entallados con una camisa negra y botas hasta el tobillo, sin mencionar las muchas pulseras que decoran sus muñecas.

Tiene estilo.

Al ver que no respondía y solamente me le quedaba viendo, levando los hombros y siguió con su trabajo pero inmediatamente reaccione y salí de mi trance sobre... su estilo de vestir.

-...Eh, si, solamente venia por lo el empleo- el sonrió y solamente me miro unos segundos de arriba abajo asintiendo con la cabeza y con la mano en la barbilla sonriendo.

Sin duda ya me dio miedo.

-Qué edad tienes?-El siguió con la mano en la barbilla y con los ojos profundamente puestos en mi.

-Dieciséis- el se acerco lentamente a mí y de un momento a otro logro tenerme pegada a la pared y el enfrente mío, muy cerca de mi rostros, puede que a unos centímetros, estaba a punto de gritar cuando de la nada me lame la mejilla y comienza a reír.

-Genial, esta contratada- Extendió su mano hacia mí y estuve tentada a largarme y dejarle mi mano muy bien marcada en su mejilla, pero las palabras de mi madre rebotaron en mi mente así que me vi obligada a estrechar la mano.

-Genial, empezaras mañana desde las cuatro de la tarde a siete de la noche y tendrás libres los fines de semana, puedes venir como quieras vestida, solamente asegúrate de traer un camisa, playera... lo que sea, color negra y ya tendrás tu uniforme... Por ahora estas libre, nos vemos hasta mañana... - Se detuvo un momento al no saber mi nombre.

-Noah- Dije algo extrañada y mas al ver que me contrato sin si quiera saber mi nombre.

-Noah!!!Lindo nombre... Noah- Grito el chico abrazándome y acariciándome el cabello con ternura y una tierna sonrisa en su rostro.

-Pero... no me vas a preguntar nada mas?- Este chico sin duda es muy tierno, todo lo contrario a su imagen, pero es muy confiado, demasiado.

-No, con solo verte ya puedo decir que eres buena persona, demás tienes una piel muy suave- Reí al comentario que el hiso e inmediatamente decidí que me agrada este chico.

-Oye... cuál es tu nombre?- El chico me miro algo extrañado rascándose la barbilla con un poco de duda a lo que yo acabo de decir y lo raro es que no dije nada fuera de lo común.

-No te he dicho mi nombre? Bueno, soy Michael... Oye no es por ser grosero, pero tengo que seguir con mi trabajo, nos vemos mañana–Se rasco la nuca con los ojos cerrados y riéndose tiernamente al mismos tiempo.

El se alejo lentamente y entro a una puerta detrás del mostrados, sin duda el es un chico muy tierno y dulce, fácilmente puedo decir que él será un buen amigo.

En la adolescencia es muy importante saber quiénes son tus verdaderos amigos y quiénes son los falsos que quieren algo de ti. 

En multimedia Michael. 

El diario de una adolescente realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora