Sinceridad

21 2 0
                                    


¿Qué ocurre con nuestros sentimientos? –se preguntaba la doncella, mientras veía los ojos de su prometido.

La música, el atardecer del cielo, la brisa, etc. Absolutamente todo parecía estar bien, pero algo no encajaba. Quizá por eso la doncella escapó. Corrió dejando atrás la imagen de su prometido.

Soltaba cada aliento con fuerza. Sentía que su corazón explotaría de la emoción, estaba segura que descubriría algo muy importante. Dejo escapar un último suspiro y abrió la puerta de aquella habitación. Con ambas manos cubrió sus ojos y avanzo lentamente hasta llegar al centro del cuarto. Se quedó inmóvil durante unos minutos. Finalmente retiro ambas manos de sus ojos y observo todo.

Era un cuarto de espejos. La doncella pudo apreciar varios ángulos de su imagen, y también varias versiones de ella. No versiones físicas sino varias doncellas que vivían en su alma, cada una de ellas digna de recibir amor.

La doncella se arrodilló mientras lloraba de alegría –ahora sé que mi verdadero yo no acepta ese destino.

La doncella se arrodilló mientras lloraba de alegría –ahora sé que mi verdadero yo no acepta ese destino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Después de unos segundos pudo ver el reflejo de su prometido a través de todos los espejos, pero ella solo se limitó a sonreír. Él se acercó a la doncella, sostuvo su mano para ayudarla a levantarse.

–Hermosa dama. Solo quiero confesar que no existe resentimiento en mi alma –dijo él– he sido afortunado de conocerla, y por lo tanto sé que no soy la persona indicada en su destino.

–Este es el mejor regalo que podemos entregarnos, la libertad de buscar nuestra felicidad –dijo la doncella– espero que su destino sea prospero.

Era la conversación más especial que habían tenido, ya que por primera vez hablaban con sinceridad absoluta, y eso era reconfortante. Finalmente ambos se marcharon por caminos diferentes, y a partir de ese momento también construirían su propio destino.  

Irrelevancia EmocionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora