Cherry

8 0 0
                                    


Valientemente me deslicé con zapatillas rojas por las mojadas y coloridas calles que reflejaban almas jóvenes como la mía en busca de alegría y diversión.

Seguí vagando mientras compartía sonrisas y miradas que mostraban emociones desbordantes de libertad. Por primera vez me sentí completamente acompañado. Las estrellas parecían deslizarse en baños de luz, la luna sonreía por ello. Al igual que mis anhelos, la reina de la noche está en su fase creciente, iluminándome con rayos de plata.

Mis pasos no se detenían, el deslumbrante rojo de mis zapatillas podía compararse al de mi sangre recorriéndome el corazón. Un corazón ilusionado.

1, 2, 3 entré al templo de varias almas que bailaban al compás de la música y decidí satisfacer a mi garganta con una bebida colorida. La cereza que adornaba mi vaso tenía un color intenso, hasta que, entre tantas miradas perdidas descubrí un color llamativo. Una hermosa sonrisa que atrapa cada uno de mis suspiros y deduje que esos labios contenían la esencia que busqué siempre. Eran tus labios teñidos de aquel color rojo, rojo cálido capaz de alegrar a mi corazón.

Sin palabras previas tomé tu mano y sonreí con nerviosismo por la extraña situación. No hubo rechazo, solo la melodía de una risa sincera como respuesta. Me permití apreciarte cuando recorríamos las calles descubriendo nuevos colores. El tiempo compartido fue una de las experiencias más felices de mi vida.

La noche terminaba y el sol comenzaba a teñir la cuidad anunciando un nuevo día. Liberando un pesado suspiro te di un abrazo y expresé mi despedida. Antes de soltar nuestras manos te pedí que pintaras mi mundo con tu color. Quería mi mundo teñido con tu alegría. Aquel deslumbrante color cereza.

El color más brillante que descubrí. Agradecí que tiñeras a mis días con ese fantástico color llamado tú.

 Agradecí que tiñeras a mis días con ese fantástico color llamado tú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Irrelevancia EmocionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora